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Adán y yo volvimos a tener una conexión, una pequeña amistad en secreto, lejos de los ojos de los fans y de su papá. Nos comunicábamos a escondidas, y a pesar de todo, él seguía ilusionándome con su forma de ser y nuestras charlas. Era como si el mundo exterior no importara, solo nosotros dos. Cada mensaje y cada momento compartido eran un refugio, una pequeña burbuja de felicidad.

Sin embargo, todo cambió cuando una vecina nos vio juntos en la basura y no dudó en contarle a su padre. Don Leonardo se enteró y lo castigó, preocupado por cómo mi presencia podría afectar la reputación de su hijo. Antes, Leonardo me quería; siempre me trató con amabilidad y me apoyaba, incluso me dio consejos sobre cómo manejar la fama. Pero ahora, con la presión que Adán enfrenta, todo se ha vuelto diferente.

Adán, que solía ser tan cariñoso, ahora parece distante y evita tener contacto conmigo. Lo noto en su mirada, en la forma en que se aleja cuando nos cruzamos. Me duele ver cómo nuestra conexión se ha desvanecido por la presión externa. Siento que he perdido no solo a un amigo, sino también a alguien especial que me hacía sentir viva.

A veces, me pregunto si realmente valió la pena arriesgarme por esta amistad. La fama puede ser un monstruo cruel, y me siento atrapada en un juego del que no sé cómo salir. La tristeza me invade al pensar que podría haber sido diferente si no hubiera habido tanto escrutinio. Quizás, si tuviéramos un poco más de tiempo y espacio, podríamos encontrar la manera de ser felices juntos. Pero ahora, todo se siente tan incierto. ¿Debería luchar por él o dejarlo ir para no causarle más problemas.

EL OCÉANO EN TUS OJOS -  (NUEVA VERSIÓN).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora