Dania y Roier se odian a muerte todo por no tener una buena impresión el uno del otro el día que se conocieron.
¿Pero qué tal si los sentimientos de Roier cambian al aceptar una apuesta que le hicieron sus amigos? Todo podría salir muy bien... O muy...
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La graduación de Dania salió a la perfección, por fin era una persona libre. Su hermana se la llevó a un antro en la noche.
Se la pasó de maravilla, lo que la tomaba por sorpresa era la actitud de Roier con ella, cada que podía le decía que se veía linda, platicaba con ella y ya no peleaban.
Sus amigos le decían que capaz y Roier estaba empezando a sentir cosas por ella, a lo cual ella hacía una mueca y después se carcajeaba. ¿Roier enamorado de ella? Imposible.
Dos días habían transcurrieron, Dania no había prendido stream, su cabeza daba vueltas al tema de Roier, ¿Por qué se comporta asi?
Para despejar un poco su mente, fue a su lugar favorito para comer algo.
—Hola— escucho detrás de ella
Volteo encontrándose con la persona que menos quería ver.
—¿Hola?—saludó confundida
El chico se sentó enfrente de ella, pidió unos chilaquiles y veía a Dania muy raro a la vista de ella.
—¿Necesitas algo?— preguntó
—Me gustaría hablar contigo
¡Ay no!
—Lo que tengas que decirme, dilo de una vez—dijo— en un rato me voy— se cruzó de brazos— vas a decirme que me odias, a decirme madre y media
—Estuve hablando con Aldo y Osvaldo y me dijeron que capaz te encontraba aquí. Pero ese no es el punto— mencionó el pelinegro
—Sebastián, di lo que tengas que decir— la pelinegra lo vió
Una de las meseras le entregó sus chilaquiles y Dania pidio la cuenta
—Siento que parecemos niños chiquitos peleando por cualquier tonteria— le dijo Roier — solo quiero llevar la paz contigo, tratar de llevarnos mejor
Dania estaba más confundida que antes—¿Qué?
—Lo que oyes, quiero llevarme mejor contigo, ese día que me llevaste a mi casa me di cuenta que solo tuvimos un mal comienzo, me la pasé bien ese día— dijo, aunque no era mentira
—Esto está muy raro, ¿Cuál es la trampa?— preguntó la chica
—No hay ninguna trampa Dania, solo quiero hacer las pases contigo— Roier alzó sus hombros
Le pasaron la cuenta a la pelinegra y ella pagó— Se que me voy a arrepentir de esto pero acepto, hagamos las pases— estiro su mano y él la acepto
—Vas a ver qué nos vamos a llevar de maravilla Dania— le sonrió el pelinegro
—Espero— suspiró — ya me tengo que ir
Al momento de pararse, Roier agarró su mano— Quédate, vamos a platicar un rato