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M i a

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M i a.

—En cuatro semanas estoy ahí, nena. ¡Por fin! no aguanto más a mis viejos, son unos re pelotudos.

Un "Lucrecia estamos escuchando" se escucha a traves de la pantalla y una risa despreocupada emana de la aludida. Me encontraba hacíendo videollamada con ella, aprovechando el descanso en la universidad. Por suerte, sus padres le entragaban el celu cuando no tenian eventos o cuando se daban cuenta de que Luli necesitaba su vida social.

—Pero, dale, contame si ha pasado algo interesante en mi ausencia —una sonrisa se aproxima en mis labios al escucharla —Si que ha pasado, contame.

Inmediatamente mi sonrisa se esfuma y finjo ignorancia total, en realidad hay mucho que contarle y claro que quiero hacerlo, sin embargo, no se como va a reaccionar, por el hecho de que he besado a un hombre —y que hombre— 10 años mayor que yo, aunque se que Lurecia es una persona de mente muy abierta, tengo cierto temor, es por eso que me encojo de hombros y procedo a contarle la relacion que tengo con los demas chicos, y menciono a uno por uno. Aquello parece emocionarla mucho, ya que ella sabe mi fanatismo por la pelicula y más aún por el cast.

—Che, que suerte tenes. No a cualquiera le pasa que conoce a sus actores favoritos y de la nada se hacen sus amigos. Lo que yo hubiera dado por conocer a Ian Somerhalder de The Vampire Diaries —lanza un suspiro —Pero bueh, mi amor imposible. Por cierto el tal Kuku y el tal Matias me caen bien. Parecen más familia tuya que tus padres.

Yo asiento lentamente, efectivamente. Matias y Esteban parecian adorarme, tal como si yo fuera una hermana y una hija. Como una familia. O tal vez Lucrecia y yo nos estamos haciendo ideas absurdas, no lo se.

—Juani y Fran también te agradaran. O Agus, cualquiera de los Agustines —rio —Igual Pipe, aunque a ese no lo veo mucho, desde que empezó a trabajar como modelo, gracias a que Blas lo recomendo —mis ojos se ponen en blanco, de solo mencionarlo— no lo vemos.

Sin embargo, se que Lucrecia me conoce bien como para darse cuenta de lo irritada que me ponen algunas cosas y molestarme con eso.

—¿Blas también es buena onda?, desde que te pregunté por ellos apenas lo mencionaste —sonríe de lado —Igual pasa con Enzo, aunque de él ni me preocupo, es un turro.

Adicciones, entre otras cosas; Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora