stories ⭑ satoru gojo

veintisiete . deseo

Advertencia: ¿smut?

Ahí se encontraban ambos, observándose en silencio mientras sus respiraciones se encontraban agitadas.

Satoru observaba con atención las facciones y pequeños jadeos que salían de la boca de la mujer que amaba. La forma en cómo su cabello se encontraba desordenado, su cuerpo lleno de marcas, la ligera capa de sudor que cubría su cuerpo y el como su maquillaje se encontraba hecho un desastre.

—Debería darme una ducha..— susurró bajo mientras ella trataba de ponerse de pie.

Sin embargo Satoru la detuvo, tomándola con fuerza de la cintura mientras la mantenía debajo de él.

—No..— respondió sin más Satoru mientras la miraba con los labios entreabiertos. —Aún no hemos terminado aquí.

La voz de Satoru ya no era juguetona como lo solía ser siempre, ahora su voz era ronca y seria, la forma en cómo la miro con tanto deseo fue suficiente para hacer que un escalofrío recorriera su cuerpo.

—Pero Satoru, debemos ir a la junta...—respondió ella mientras acariciaba el cabello de él.

—Me importa un carajo la junta con esa bola de ancianos. Yo quiero hacerte el amor otra vez.

(N) lo observo con sorpresa, sus mejillas se ruborizaron con fuerza mientras pasaba saliva, podía escuchar el latir de su corazón. Sin embargo ella sonrió divertida y se acercó a él frotando su nariz con la mejilla de él.

Satoru por su lado soltó un sonoro y fuerte suspiro. Llevando sus enormes manos al cuerpo de ella, sin hacerla esperar más, unió sus labios con los de ella. Un beso lleno de amor, deseo y lujuria.

Podía sentir perfectamente como Satoru mordía su labio inferior haciéndole abrir la boca, sus lengua se encontraron haciendo que la atmósfera se volviera más pesada y lujuriosa.

Tocaron sus cuerpos, se besaron sin parar por varios segundos, hasta que finalmente el se alejó. Tomándola del cuerpo con tanta facilidad y posicionándola a su gusto.

—Demonios, me pones tan duro..—confesó Satoru mientras fruncía levemente el ceño y tomaba su hombría con una de su mano.

—Cállate no es mi culpa que seas un hormonal.

Satoru sonrió ligeramente mientras empezaba a frotar su hombría entre los pliegues de ella, ella por su lado soltó un gemido dulce. Animándolo más a seguir haciendo lo que estaba haciendo.

—¿Cómo no podría resistirme? Estoy con la mujer más hermosa del mundo... La mujer que me dará a mis hijos.—respondió con una sonrisa mientras finalmente entraba en ella otra vez.

En acción a ello, Satoru observo como ella lo abrazo con fuerza mientras gemía con fuerza y movía levemente sus caderas.

Sintió como un hormigueo recorrió su cuerpo y acarició el cabello de su amada. —¿Tenemos dos opciones? ¿Tu me montas o te pongo en cuatro?

(N) por su lado lo observo con sorpresa mientras sus mejillas se ruborizaban con fuerza. Aún así no dijo nada solo se dispuso a mover sus caderas en círculos haciendo que Satoru soltara un gruñido.

—Lo que sea, pero quiero que me hagas tuya como siempre..— susurró

Ambos se volvieron a besar, esta vez Satoru abrazándola con fuerza mientras ella lo montaba, moviendo sus caderas con fuerza, tratando de seguir un ritmo.

En círculos y dando pequeños brincos sobre la pelvis de Satoru, ambos gemían sin parar, en no la dejó hacer todo, la tomo de la cintura y la  movió con fuerza tocando ese punto dulce que tanto lo volvía loco.

Cuando se dio cuenta del cansancio de ella, Satoru se detuvo por unos momentos mirándola, sus manos aún estaban ahí, en su cintura deteniéndola mientras ella fruncía el ceño.

—Te amo como no tienes idea..— susurró Satoru quitando algunos mechones del rostro de ella.

(N) lo observo mientras una sonrisa de dientes se formaba en su rostro. Se acercó más a él soltando un suspiro ante la fricción de sus intimidades.

—Te amo más Satoru..—respondió besando el puente de la nariz de él.