stories ⭑ satoru gojo

siete. el es mejor

Por más que tratará de ignorarle, aquella molesta imagen de ella junto con Geto, seguía perturbando su cabeza.

¿Desde cuando eran tan cercanos? ¿Desde cuando solían salir a beber juntos?

Un momento. ¿Desde cuando le molestaba tanto el verla con otro hombre? Lo que él recortaba era que no eran más que simplemente amigos, pero debía de admitirlo sintió una enorme pulsada de dolor en su pecho a verlo con él, a verla sonríe y pasar mayor parte de su tiempo con él.

Por una extraña razón quería golpear a Geto, ¿acaso era esto lo que se le llama celos?

—¿Sucede algo?.—preguntó sin más Geto, quien en su rostro se encontraba una sonrisa.—Te miras como si algo te estuviera molestando.

—¿Algo molestándome a mí? Por favor.—respondió con un leve tono de ofensa.

—Satoru..—habló la fémina en un leve tono de calma.—Sí hay algo que te esté molestado, puedes decirnos.

Chasqueó la lengua con enfado.

—(N) nada me esta molestado.—respondió con seriedad, la suficiente como para que los presentes borradas sus sonrisas de sus rostros.

La fémina suspiró observó hacia donde se encontraba él azabache, el cual le sonrió al momento que sus miradas se cruzaron, Geto la observaba con cariño y con ternura. En cambio ella le sonría con dulzura mientras sus pómulos se ruborizaban.

—¿Acaso ustedes dos están teniendo algo?.—preguntó abruptamente Ieiri.

Geto y (N) se observaron con sorpresa, como si se tratara de una especie de magia ambos negaron al mismo tiempo.

—No, no para nada.—hablo (N).

—Solamente somos amigos, ¿verdad?.—respondió él azabache con pena.

—¿En serio? Pues pareciera que son más que simple amigos.—respondió con un tono de molestia Satoru.

Se sentía extraño, quería decir todo lo que sentía en ese momento, quería dejar de sentir ese extraño dolor en su pecho a verla con él. No comprendía del todo sus sentimientos en ese momento, no comprendía por que le molestaba tanto. ¿Por qué quería golpear a Geto en ese momento? ¿Por qué quería que ella lo viera a él?.

La fémina suspiró mientras se ponía de pie. Ella sabía que algo le estaba pasando a Satoru, lo conocía y sabía perfectamente que algo le estaba molestando. Pero sabiendo lo arrogante y engreído que era no le diría nada, lo odiaba tanto por eso mismo.

—Tengo que irme, no he dormido muy bien que digamos.—hablo ella.—Fue agradable estar con ustedes.

—Igual yo debo irme, tengo cosas más interesantes que hacer.—habló esta vez Satoru.

[...]

Ahí se encontraba ambos, caminando en completado silencio mientras se dirigían a sus respectivas habitaciones.

—Satoru.

No respondió, simplemente la ignoro.

—Satoru.—volvió hablar ella, pero nuevamente fue ignorada.

Gran error, el albino terminó recibiendo un golpe de parte de ella, un golpe lo suficientemente fuerte como para sacarle el aire al albino. Satoru la observó con molestia mientras trataba de recuperar el aire, ella estaba molesta odiaba tanto que la ignoren.

—¿Qué te pasa? No soy tu costal de box.—habló con molestia.

—Pues no me ignores idiota.

—Bien dime, ¿qué quieres?.

—Satoru, solo quiero saber que pasa contigo, hay algo que desees hablar o no se.—hablo ella con un leve tono de preocupación.—Hay algo que te esté molestando.

Él la observó. El simplemente hecho de escuchar su voz preocupada le hacía sentir un revuelo en sus sentimiento, ella hacía que sus sentimientos fueran incluso más confusos, lo odiaba por se la causante de ello.

—¿Qué es lo que miras en él?.—preguntó abruptamente.

—¿Te molesta mi relación con Geto? Satoru, por favor simplemente somos amigos.

—Pues eso no es lo que parece, (N) conozco a Geto, él te mira con ojos de amor y tú también lo haces cuando lo miras.—respondió con molestia.—Tus ojos brillan cuando lo miras.

—¿Estas celoso?

—Nunca estaría celoso, Geto no es nadie a comparación mía.—respondió seriamente.—Además, esto no significa que me gustes, no eres alguien a quien valga la pena.

Un gran silencio se hizo presente, ambos se observaban fijamente sin decir nada, sus miradas no trasmitían nada, no había nada, no sentían nada.

—¿Qué es lo que miro de él? Fácil, él es mejor que tú.—respondió ella.—Él es agradable, es atento, cariño y a comparación tuya, eres un arrogante, engreído e idiota.

Él es mejor que tu, vaya que fue un golpe en el orgullo.