– Mantente alerta todo el tiempo – Ordenó Luffy, su jefe y mejor amigo desde que entró a la agencia. Entraron a pasos ligeros al edificio de lujo que pertenecía a la familia Vinsmoke, los que serían sus nuevos dueños. – Judge solicitó tus servicios para que cuides al hijo menor, Sanji Visnmoke. Según el registro, ya ha tenido tres intentos de asesinato y dos de secuestro en lo que llevamos de año.
– ¿Alguna pista sobre quién está detrás?
– Ninguna. Estamos en eso. – Subieron al ascensor y Luffy pulsó el último botón, donde estaba la oficina privada del Judge Vinsmoke. – En cuanto haya alguna información te la mandaré.
– Bien ¿Alguna recomendación? – preguntó Zoro con genuino interés. No es como si tuviera miedo de la familia más poderosa del país, pero quería salir con todas sus extremidades intactas de esa mierda.
– Mientras estés adentro recuerda que estás sordo y ciego. – Respondió el pelinegro. Zoro bufó. Nada nuevo. Esa era la regla básica de todo guardaespaldas, solo que esta vez Luffy hizo especial énfasis en cada una de las palabras. – Lo digo de verdad.
– ¿Los rumores son ciertos?
– Por supuesto. – Lo supuso. Alguien como Judge, no solía hacerse una fortuna a base de negocios legales. Los rumores sobre que era el cabecilla de una mafia habían rondado por toda la ciudad. Y decían que eran rumores a pesar de que era una verdad gritada a viva voz, sobre todo por que la mitad de los negocios de la capital pertenecía a dicha familia, y los rumores debían quedarse como rumores si no querían que todo el peso de ese poder recayera sobre cualquiera que quisiera desmantelar su negocio. Es más, se sabía que debían tener algún tipo de trato con la policía, porque no era normal que no fueran investigados después de tantos años de corrupción.– La familia es más peligrosa que cualquier delincuente en Alcatraz. Están locos, sobre todo Judge. Tienes suerte de que tu puesto está junto al hijo menor, parece ser el menos problemático.
– Y aún así lo intentaron matar tres veces. – Dijo con algo de diversión. El ascensor siguió su marcha, cada vez más cerca de su destino. No quería admitirlo, pero el pelo de su nuca comenzó a erizarse.
– Sí. Deben tener algún objetivo específico porque según el historial de Sanji, no tiene ningún conflicto pasado. A menos que la familia haya borrado cualquier huella delictiva de él. – Lo que era más que seguro. Si uno estaba loco, todos lo estaban. Y había visto a Sanji en las noticias un par de ocasiones, parecía de todo menos un santo. Siempre tenía esos ojos de lunático, como si supiera que era intocable.
– Después de esto me voy a jubilar. Lo juro. – Murmuró Zoro.
– Cualquiera lo haría con el sueldo que recibirás. Solo tienes que aguantar al crío por unos meses. Después, tengo conocimiento de que lo mandaran al extranjero.
– Eso suena a que sí es problemático.- Ambos rieron. Tenía la suerte de que su jefe fuera su amigo fuera de los negocios porque podía quejarse tanto como quisiera. – ¿Algo más?
– Relevante, no. Pero aquí tienes su perfil, está desde su fecha de nacimiento hasta la talla de zapatos que usa. – El pelinegro le entregó una carpeta gruesa.- Hoy solo conocerás a Judge, él te dará algunas instrucciones más.
– Bien.
Justo a tiempo, el ascensor llegó a su destino. En cuanto las puertas se abrieron, vio un pasillo lujosos en color gris y negro, adornado por varias pinturas de lo que parecían personas importantes. Caminaron hacia una puerta doble y Luffy tocó dos veces.
Tras unos segundos, una gruesa voz les dijo que pasaran.
Judge era un hombre corpulento, con la típica aura de peligro a la que ya se había acostumbrado en su trabajo. Cada movimiento que realizaba era calculado para imponer su presencia. Si Zoro pudiera compararlo con algo, definitivamente sería con un cocodrilo. Silencioso y letal. Por supuesto, debía de serlo si estaba a la cabeza de Vinsmoke Company, una de las mayores cooperativas del país. Su negocios eran tan diversos que era difícil saber que no les pertenecía en aquella ciudad. Desde casinos hasta hoteles de cinco estrellas, pasando por hospitales privados y el sector inmobiliario.
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Guardián del peligro (ZoSan +18 )
RandomZoro fue catalogado como uno de los mejores guardaespaldas de su agencia. Por lo mismo, siempre lo buscaban para trabajos peligrosos que terminaban por dejarlo exhausto. Aún así, aceptó cada uno de los encargos con tal de conseguir dinero y sacar ad...