Hermoso día infernal

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El rey del infierno dio un brinco en su cama, estaba bañado en sudor y con la respiración agitada. La noche anterior había soñado o mas bien recodado su primer encuentro con Adán. El como se conocieron, ese recuerdo le había dejado un mal sabor de boca. Se preguntaba por que su mente le había jugado esa mala pasada, teniendo en cuenta que la semana pasada Nifty lo había matado justo frente a el.

 Ese recuerdo de Adán siendo apuñalado lo estaba persiguiendo constantemente, ya casi no podía dormir. Decidió levantarse de su cama y irse a lavar la boca, hoy se mudaría al hotel de su hija Charlie y estaba emocionado...tanto como su cansancio le permitiera. El estaba seguro de que la única cosa en el mundo que podía ayudarlo a olvidar ese horroroso recuerdo de la muerte de Adán seria su hija. Se dirigió a su baño, el cual era significativamente grande para una persona tan pequeña. El lugar era digno de un rey, se apoyo en el lavamanos y se miro en el espejo notando que ahora tenía ojeras bastante notorias. Definitivamente esto lo estaba afectando mas de lo que debería. Respiro hondo y le sonrió a su reflejo, Sí el rubio estaba decidido de que hoy iba a ser un gran día. Se cepillo los dientes, se dio un baño de agua fría esperando que sus aflicciones fluyeran como el agua. Salió de la ducha y con un chasquido de sus dedos ya estaba vestido con su típico traje semiformal blanco y rojo. Sus empleados ya habían movido sus cosas a su habitación en el hotel así que solo le quedaba ir hasta allá y desempacar todo.

Abrió su enorme ventanal que al mismo tiempo era un vidrial, en el que se encontraba la silueta de su esposa e hija. Normalmente iba a todos lados con su limosina pero esta vez necesitaba una distracción y Lucifer sentía que nada se comparaba con la libertad que tenía al volar por su reino, así que desplego sus alas y despego hacia el hotel. Todavía era algo temprano así que las tiendas aún no habían abierto y los pecadores nocturnos ya estaban terminando su noche y partiendo a sus casas. Aunque a veces le costaba admitirlo el amaba su reino, quizás no a los que habitaban en el pero si su esencia. Ya estaba cerca del hotel cuando sus poderes detectaron una presencia mágica que le resulto algo familiar. Se detuvo un momento y cerro los ojos para saber de dónde había venido eso.

 -El dominio de los Vees? - Sintió curiosidad así que cerro sus manos en puños y estas desprendían un tipo de fuego color dorado. Trato de expandir sus poderes para identificar quien era el portador de esa esencia mágica pero no obtuvo respuesta. Estaba a punto de ir a buscar mas de cerca cuando escucho el tono de llamada de su celular. Lo saco de su bolsillo, era su hija.

-Hola cariño, ya voy de camino es solo que me detuve un minuto...- Su mente estaba dividida en dos, la mitad estaba atenta a lo que su hija le respondiera y la otra mitad seguía buscando de quien podría tratarse y sobre todo por que no recordaba a quien pertenecía esa esencia que se le hacía tan...familiar.

-Oh entiendo papá, es solo que ya habías tardado un rato- Menciono la fémina atenta, estaba preocupada. Normalmente su papá llegaba antes de lo acordado, le gustaba ser puntual. -Bueno te estamos esperando para el desayuno-

 -Aja...- Después de unos segundos Charlie decidió colgar, esa cosa por la que se había detenido debe ser importante como para retrasarse y sobre todo no prestarle atención a la chica. Lucifer guardo su celular y sacudió un poco su cabeza para despejar su mente. Tenia que llegar al hotel ya era muy tarde. Siguió sobrevolando ciudad pentagrama hasta llegar a su destino. Aterrizo y abrió la puerta del hotel, el salón estaba vacío, pero escucho ruiditos provenientes del comedor. Se dirigió hasta ahí a paso seguro solo para encontrarse con serpentinas y un gran cartel que decía (Bienvenido al hotel papá) y una super pila de Hot Cakes en la mesa.

-BIENVENIDO- Gritaron todos al unisonó, eso sorprendió mucho al rubio. Se dirigió hacia su hija casi corriendo y la abrazo tan fuerte que Charlie podría jurar que se le rompió algo. Inhalo fuertemente el olor de la princesa, se sentía seguro y en casa. Sus hombros se fueron relajando de a poco.

 -Papá no tienes hambre? - Sentía que si no hacia algo para liberarse del abrazo que le tenía su padre definitivamente se le iba a romper una costilla.

-OHH Sí, TENGO MUCHISIMA HAMBRE- Se sentó rápidamente para empezar a devorar los Hot Cakes hacia ruiditos como ñam ñam ñam al comer, cosa que divirtió a los demás, pero Charlie podía notar las ojeras debajo de sus ojos, se preocupó bastante su padre no había lucido así desde que su mamá... desapareció, pero se veía tan feliz con sus Hot Cakes que la chica prefirió preguntarle después sobre lo que le sucedía y con su sonrisa habitual se sentó al lado de su novia y todos empezaron a comer. Había un agradable ambiente en la mesa, todos felices y habladores. No se iban a preocupar un largo tiempo por los ángeles y podían concentrarse en el hotel totalmente, eso tan hermoso que se podía sentir en el ambiente era paz y armonía.

 Después de comer el señor infernal se había ofrecido a lavar los platos, se puso un delantal rosa que encontró de Charlie y comenzó su labor. Todos en la sala estaban boquiabiertos al ver a la mismísima encarnación del mal lavando los platos con un delantal rosa y una sonrisa, menos su hija que sabía perfectamente lo servicial que podía llegar a ser su padre.

Cuando termino su labor pudo sentir la misma esencia mágica volteo su rostro rápidamente y salió de la cocina casi corriendo. Se detuvo en la puerta esperando que no sea un ángel o algo parecido que le trajera problemas a su hija. A esa persona que estaba detrás de la puerta no le dio tiempo ni si quiera de tocar el timbre, Lucifer ya había abierto la puerta. Se quedo pasmado al ver quien era el que estaba en la entrada.

-Hola...- Dijo por lo bajo la persona misteriosa.

-Tu...que estas...como estas... - Sintió como sus ojos se humedecían y las lagrimas rogaban salir de sus ojos, pero no lo permitió. Tenía un montón de dudas y sentía que la cabeza le iba a explotar.

 - Papá quien es el que esta en la..........mierda- Charlie parecía que había visto un muerto o quizás eso fue exactamente lo que vio.












Notas: ¿Quién creen que este detrás de la puerta? Hoy estoy inspirada, las ideas no dejan de llegar.

Estoy emocionada con esta historia, espero que les haya gustado este capitulo. Cuidense! 

Tu eres mi fruto prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora