Capitulo 19

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-A ver, a ver. ¿Cómo dice?-Dijo Lynn sr sin entender.

-Deben irse ahora. Un hombre vino a pedir ayuda ya que lo habían secuestrado. Además hemos encontrado a personas inconscientes. Estaban armados y no sabemos que hacían aquí. Los tenemos bajo custodia hasta que venga la policía para que puedan llevárselos. Por precaución les estamos pidiendo a todos los campistas que abandonen el lugar.

El padre de once hijos exhaló aire mientras bajaba la cabeza. Su esposa le dio unas palmadas en el hombro para consolarlo. Aunque los hijos de los padres mostraban por dentro alegría por poder irse del campamento, también están sorprendidos ante la noticia. No podían creer que hallaron a gente portando armas andando por el lugar. No sabían que es lo que hacían, pero cinco personas si lo saben.

Peter, Teresa, Lincoln, Lisa y Lucy son los únicos que tienen conocimiento de las intenciones de esta gente. Por obvias razones no pueden decirles nada a los adultos ya que se meterían en varios problemas. Especialmente Peter al tener una doble vida.

-Muy bien, empaquen sus cosas. Nos vamos a casa.-Ordenó el padre.-Son las peores vacaciones de nuestras vidas.-Se lamentó.

Los miembros de la familia fueron guardando sus pertenencias; Peter fue poniendo sus cosas en la mochila, cuando de repente vio la grabadora entre sus pertenencias. El tipo misterioso ya debe saber lo que ocurrió anoche. Ojalá y no sea el típico diálogo en el que ya no puede participar más en las misiones por sus constantes fracasos. De todos modos si lo echa de esto él se va a entrometer. Es lo que un héroe hace.

Guardó la grabadora junto con lo el resto de sus cosas. Una vez que todos empacaron, se subieron en Vanzilla y partieron rumbo a la casa Loud.

-Perdón por haber arruinado sus vacaciones. Prometo acabar rápido con esto para que así puedan salir seguros a la calle.
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Llegaron a la residencia de a familia Loud. Con tan solo estacionar el vehículo, inmediatamente los once hijos salieron de ahí con sus pertenencias y entraron a la casa, dejando solos a Lynn sr, Rita, Peter y Teresa.

-¿Siempre son así?-El castaño le preguntó a los padres.

-El apellido Loud es más que solo un apellido, Peter.-Dijo Lynn, tratando de sonar misterioso.

Los hermanos Parker se miraron entre si; aún piensan que todos ellos fueron adoptados. Le restaron importancia a ello ya que hay otro asunto que atender.

Los que faltaban salieron de Vanzilla con sus respectivas mochilas, y una vez que entraron, vieron lo mismo de siempre: Cada quien haciendo lo suyo. Los padres se fueron a guardar sus cosas, mientras que el castaño y la rubia se abrían paso por el desorden que dejaban los hijos de la pareja. Teresa se fue al segundo piso, y Peter fue a otra parte.

El castaño fue bajando las escaleras, luego fue hacia la mesa donde colocó su mochila de acampar. De ahí sacó su traje casero, el cual está sucio, con una bala incrustada en el chaleco, y un corte en el hombro derecho por parte del Hombre Morado. Su uso ya es inútil debido a que ahora los malos saben que el falso Spider-Man es el verdadero. Menos mal Teresa empacó su traje en su maleta antes de venir.

-Que pena. Ya me había encariñado con este.-Pasó su mano derecha por el chaleco.-De todas formas iba volver a usar mí primer traje. A lo que iba.-Sacó del bolsillo su teléfono, abrió una aplicación que permite localizar el rastreador. Duró unos cuantos segundos hasta que por fin pudo dar con el paradero del lacayo de Hammerhead.-Ya te tengo, Hombre Morado. Pero antes de ir a por ti y a por tu jefe, primero escucharé la voz del mío.

Sacó de la mochila la grabadora; ya se estaba preparando para lo que va a escuchar. Un regaño, el mencionado diálogo diciendo que está fuera del caso. Tal vez un poco de ambos. Activó el aparato con tan solo presionar el botón.

Spider-Man and The Loud HouseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora