Spider-Man and The Loud House

Capítulo 3

El amanecer de un nuevo día llegó a Royal Woods.

En una casa donde vive una familia grande, en el cuarto de Lincoln, Peter despertó por los rayos del sol que le dieron en su cara. El adolescente levantó la parte de arriba de su cuerpo para luego estirar sus brazos y bostezar. Hace meses que no dormía así gracias a sus patrullajes nocturnos, y ahora que está de vacaciones, ya no tendrá que salir por las noches.

Nueva York es la ciudad que nunca duerme, mientras que Royal Woods es una ciudad pacífica.

-Buenos días.-Escuchó a Lincoln decir eso. Él iba a responderle lo mismo, pero grande fue su sorpresa al verlo hablar con la pared al lado de su cama.-Ayer fue un día de locos; primero hacíamos las cosas que siempre hacemos, luego una señora vino a la casa a dejar a sus sobrinos aquí. Peter y yo hicimos cosas de chicos, aunque el hecho de que nos conocimos el otro día, no significa que seamos amigos. El tiempo dirá si lo seremos.

-¿Con quien hablas, niño?

El peliblanco miró al adolescente, percatándose que no está solo.

-Hola Peter, buenos días.-Saludó el niño, sonriendo. El adolescente se quedó viendo al único varón de la familia, esperando su respuesta.-¿Que?

-¿Con quien hablabas?-Volvió a preguntar.

-No lo entenderías.

-¿Por qué tengo el presentimiento de que ocurrirá de vez en cuando?-Peter se encogió de hombros, ignorando lo que Lincoln hizo.

El castaño se levantó por completo, procedió a guardar la colchoneta, junto con la almohada y la sabana. De la gaveta donde guardó sus cosas sacó su cepillo de dientes, una pasta dental, jabón y una toalla.

Peter abrió la puerta para salir, pero grande fue la sorpresa al ver que todas las chicas están haciendo fila para ir al baño.

-¿Que cara...?

-Un consejo...-Lincoln, quien tiene las mismas cosas que Peter, interrumpió sus pensamientos.-... siempre hay que levantarse temprano para ir al baño.

-Gracias. Lo tendré en cuenta.

Los minutos pasaron con lentitud, cada hermana salía del baño para que otra entre, haciendo que la fila se mueva poco a poco. Esperar por lo que parece una eternidad es una tortura.

(Nota del autor: Lo digo por experiencia. Odio hacer cola para comprar.)

Finalmente Peter está frente a la puerta. Valió la pena esperar mucho tiempo. Iba tomar la perilla, no obstante miró por encima del hombro a Lincoln, quien hacía lo posible para no hacerse encima.

El niño tiene razón: No es fácil vivir en una casa con diez hermanas. Para la sorpresa de Lincoln, Peter se hizo a un lado, dejando al niño confundido por su acción.

-Entra Lincoln, aún puedo seguir esperando.-Dijo el castaño. Sin decir una palabra, el niño entró rápido y cerró la puerta.-¡Al menos di "gracias"!
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Luego de asearse y de vestirse, Peter bajó al primer piso a desayunar. Entró en la cocina, encontrando a cada miembro de la familia comiendo mientras conversaban sobre algo. Aún no puede creer que Rita y Lynn sr tuvieran once hijos. Hay cosas que todavía no entiende.

Él caminó hacia la nevera, pasando a cada miembro, al mismo tiempo que los saludaba con un "buenos días".

Abrió la puerta, sacó una botella de leche, de la despensa sacó una caja de cereal y tomó una taza. Echó ambas cosas a dicho objeto, luego tomó una cuchara y procedió a salir de la cocina a comer. No obstante una voz femenina lo detuvo.