Spider-Man and The Loud House

Capítulo 14

*saco el fic del estante, le quito el polvo de un soplido*

A ti no te he olvidado.
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Sentado en el borde de la cama con las manos juntas, Hobie Brown pensaba en cómo salir del problema que se metió.

Fue una mala idea unirse a un mafioso, pero su vida corría peligro. Tampoco debió unirse esa pandilla con el fin de conseguir dinero de una forma ilegal. Lo necesitaba para el tratamiento de su mamá. No quiere que se vaya de su lado, siendo la única persona que tiene en su vida. Pero ¿cómo hará para salir del problema? Podría pedirle ayuda al falso Spider-Man, pero al ganarse su nombre en la lista de criminales por encerrar, no servirá de mucho.

Tampoco puede acudir a la policía por el hecho de que tiene que confesarlo todo, trayendo como consecuencia el ser arrestado, y su mamá ya no podrá verlo por los actos que cometió.

Sólo tiene una solución: Quitarle el detonador, robarle el dinero, reunir evidencia suficiente para que la policía tenga una orden de arresto hacia él. Suena riesgoso, pero no hay otro modo. Está solo. Sin nadie quien le dé la mano. Tal vez si le dijera al supuesto primo de Spider-Man, quizá entendería la situación.

Claro que no. Él es un héroe, y él un criminal. Igual que en los cómics, los héroes encierran a los criminales en prisión al hacer algo malo como robar. Hobie está aliado con ellos, ambos pelearon en el bosque, e hizo su trabajo en proteger lo robado. Tampoco hay que olvidar que secuestro a una persona cuya vida está en las manos de Hammerhead, lo que lo convierte en un criminal. Si tan solo él lo escuchara por tan sólo un minuto, lo entendería.

Ya es muy tarde para acudir a él. Ni siquiera sabe dónde está. Aceptando aquello, tomó la única solución que tiene. Primero debe quitarle el detonador.... ¿mejor no sería reunir evidencia para arrestarlo? Debería ir por ello ya que Hammerhead notará que no está el aparato. El problema es que no tiene un modo de reunir todo para incriminarlo, mucho menos una cámara súper pequeña.

-A menos que.-Con aquel pensamiento fue hacia el closet, abrió las puertas, no sin antes asegurarse de que nadie entre. No escuchó los pasos de su mamá, así que no hay nada de que preocuparse. Retiró la tabla falsa, teniendo frente su traje de color verde y morado. Tomó el cinturón donde guarda sus gadgets, para seguido paso revisar cada uno. Encontró un aparato pequeño, del tamaño de una hormiga. Sacó su teléfono, lo sincronizó con el aparato; la pantalla mostró su rostro. Una sonrisa se dibujó.-Que conveniente. Aunque da igual.

A eso se le llama guionazo.
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No hay una forma para describir la situación en la que se encuentra nuestro querido Peter. Hay ocasiones en las que él no desea estar, como un tiroteo entre pandillas, sacar a varias personas de un edificio apunto se estallar, desarmar una bomba teniendo tan solo un minuto para lograrlo. Pero esto es otro nivel.

-¿Más té, Peter?

Miró aquella taza de plástico vacía. Rodando los ojos, y sin tener otra opción, la tomó.

-Bueno, como te decía, esa chica Brenda usa pestañas postizas para ganar más puntos. ¿Puedes creerlo? Usa trucos baratos para quedar en primer lugar, pero no contaba con mi talento natural.

Otro nivel de humillación.

Si ya se leyeron el capítulo anterior, ya saben lo que pasa. Si no entienden nada, deja que les pase el contexto.

Después de que Lola, la gemela de Lana, ayudara a Peter con la venta de limonada, ella le dijo que sería su invitado en la fiesta de té. Claro que él no iría porque tiene mejores cosas que hacer, pero no contaba que Lola lo atraparía intentando irse de la casa. Trató de inventar una excusa para poder irse, pero ella lo arrastró hacia su cuarto. Y ahí está nuestro amigable vecino, sentado en una silla de plástico, bebiendo té imaginario mientras escucha las historias de Lola.