ARRIVEDERCI ✿ KOOKMIN

005.

Cuatro días transcurridos y Jimin aún permanecía opositor en que Hoseok fuera el guía turístico auto asignado. Era un verdadero calvario, pero las esculturas autoritarias y resplandecientes se encargaban de seducirle, despojando toda señal de enfado.

Se reiteraba cual mantra que los celos solo eran concedidos a personas carentes de confianza, lamentablemente era un síntoma que no podía rechazar, un instinto abordado por incluso el más satisfecho. Mirar como su novio reía a carcajadas por anécdotas lejanas junto a Hoseok era un incentivo para encender la llama despiadada, repleta de desdén. Se sentía fuera de lugar.

Taehyung le había notado, pero no podía ser grosero con su invitado solo para consentir un berrinche. Jimin no podía continuar lamentándose por situaciones de la antigüedad, deseando imitara la acción de Hoseok; aparentando nada ocurrió. Seguro de un posible regaño cuando yacieran en privacidad, decidió tomarle la mano, aplicando suaves masajes buscando de alguna manera trasmitirle serenidad.

Jimin no requería el socorro de nadie para conocer el sitio a la perfección. No sabía mucho del idioma, pero su orgullo le impedía ser consecuente con las dificultades, señalando que un simple diccionario sin lugar a dudas era una grata solución. Creía que Hoseok tenía planeado alardear de la primicia residencial donde vivía actualmente y su italiano fluido. Aunque con lo escaso que llevaban en el país no era del todo desagradable, luego de que aquel invitado no deseado desapareciera, ellos salían a cenar o dar un paseo por las calles tomados de la mano, sonriéndose genuinamente. El momento favorito que continuamente recordaría fue al segundo día, cenaron en el balcón bajo la honorable compañía del satélite natural de la tierra; la luna. Hicieron el amor hasta altas horas de la madrugada, repitiendo constantemente cuanto se amaban.

—¿Qué quieres hacer hoy, amor?—interrogó Taehyung, saliendo del baño mientras una delgada toalla le cubría la piel desnuda de la cintura. Jimin le examinaba expectante desde la cama matrimonial—. ¿Por qué me miras de esa manera?

—¿Cómo?

—Como si quisieras comerme —ambos rieron. La sonrisa cuadrilátera de Taehyung era en definitiva su favorita—. ¿Qué? ¿Quieres que te haga un sexy baile tipo Chris Brown?

Comenzó a quitarse la tela de manera tortuosa, moviendo las caderas al ritmo de un leve tarareo de una seductora melodía, provocativo. Era poseedor de un cuerpo tonificado, bastante bronceado, cuando decidían unirse ante la lujuria el tono era un gran contraste contra la piel blanquecina de Jimin.

—Ven aquí —curvó el dedo índice, llamándole a través de él.

Taehyung desnudo se acercó gateando hasta posicionarse encima, mordiendo y dando lamidas continuas al labio inferior esbelto. Jimin posó sus manos sobre toda la longitud de la espalda, atrevido palpando el trasero ajeno.

—Grrr...—ronroneó Taehyung en su oído, bromeando—. Al parecer alguien está prendido.

Luego de un paseo víspero del anochecer junto a Hoseok en la feria de artesanía, decidieron retornar al departamento anhelantes de un ducha fresca. Jimin decidió lo harían por separados, evitando actuar como seres hormonales cada que estaban juntos.

—¿Planes para hoy?—preguntó Jimin, acariciando los cabellos castaños de Taehyung quien escondía el rostro en su cuello.

—Hoseok quiere llevarnos a un club.

Jimin bufó.

—¿Estará con nosotros todo el viaje? Su presencia me fastidia, Tae.

—Oh, vamos amor —reincorporándose, le miró—, tú no eres así. Él ha pasado mucho tiempo alejado de sus amigos y cultura, solo quiere hacernos sentir cómodos y de paso dejar de sentirse solo. Le recordamos a su familia.