Ambos se hallaban ávidos por las nuevas experiencias que Venecia les entregaría. La versatilidad divagando en el ambiente era evidente, personas de todo el mundo transitaban a su lado con las mismas ambiciones de desahogo.
Fue un privilegio para Jimin tener un viaje sin la menor huella de dificultad; odiaba viajar. La acción era constante con el trabajo que poseía, convirtiéndose asiduamente en un suplicio. Taehyung fue consciente, intentando consentir y brindar el mejor placer comprando boletos en primera clase.
El espectáculo que el trayecto en taxi le dedicaba resultó esplendido, el paisaje de la ciudad se alzaba magnifico, vanagloriándose de la extravagancia cultural que dominaba. Venecia no era una simple ciudad ubicada en el noreste de Italia, era una localidad abastecida de canales, luz tenue y poseedora de majestuosas características propias de arte cultural. Las historias contadas por personasdel entorno sobresalientes al privilegio de gozar de tan estupenda ciudad cobraban vida para Jimin.
—¿Qué tal?—interrogó Taehyung, cerrando la puerta del apartamento aún con las maletas aferradas a sus manos.
Jimin permanecía embebido, extasiado de las bellezas envolventes a su alrededor. Ideas tras ideas recurrían a su cabeza favorables a la decoración del sitio. Estaba en el paraíso artístico al cual siempre quiso corresponder.
—Es perfecto —murmuró—. Demasiado perfecto.
—Ve hacia la terraza, la vista de la ciudad desde aquí es alucinante.
Sus palabras no fallaron, en cuanto Jimin dio un paso fuera del ventanal el panorama le abofeteó seductor y embriagador, acogiendo su mirar de la manera más descabellada. Desde aquel punto se apreciaba pulcramente el enorme canal que sumergía Venecia. El astro solar estaba por cumplir la misión refulgente impuesta, posándose a mitad del horizonte brindándole una portentosa perspectiva con sus rayos debilitados del cielo imponiendo su color azulado y lila sobre el agua.
—Lo mejor para ti, mi amor —susurró Taehyung, abrazándole por detras, recargando el mentón sobre su hombro derecho.
—Muchas gracias —ladeó levemente el rostro, otorgándole el privilegio a su novio de observar su perfil
—. No tengo palabras para describir cuán maravilloso es todo esto que nos rodea.
—¿No crees que deberíamos inaugurar la cama? ¿O prefieres hacerlo aquí, al aire y gozar del viento recorrer nuestros cuerpos desnudos mientras te embisto con fuerza?
Liberó las caderas de Jimin sirviéndose en sus manos el exquisito tacto del mediano cuerpo, situándose en la entrepiernas, presionando el bulto palpitando bajo la tela de los jeans. Jimin cerró los ojos dejándose guiar, delirando con aquel tono de voz espeso, abismal.
—Tae...—exhaló un intenso resuello. Taehyung se frotaba sobre su trasero, combinando el ritmo de las caricias sobre su pene.
—Prodía follarte día y noche y aún así jamás me sentiría saciado de ti —lamió el lóbulo de su oreja—. Eres tan delicioso, Minni.
—Mhm...—echó la cabeza hacia atrás, ciego por el placer de las palabras sucias.
Pero todo el deseo quedó en el aire, desapareciendo continuo la brisa se esparcía malograda cuando el timbre sonó. Jimin frunció el entrecejo frustrado, deseando Taehyung persistiera brindándole calor corporal.
—¿Esperamos a alguien?
—Es una sorpresa —Taehyung le dio un casto beso, camino a recibir a quien osaba en molestarles.
Cuando aquel individuo ingresó por la puerta, aferrándose a los brazos del castaño, Jimin fue incapaz de contener la fatiga desarrollándose en su vientre. Sabía perfectamente quién era y las consecuencias que traía consigo.
—Hoseok, amigo mío, tanto tiempo.
—¿Cuánto a pasado? ¿Dos años?—Hoseok permanecía ajeno a la feroz mirada perturbando su perfil.
—Sí, exactamente dos años —confirmó sonriente—. Te presento a mi novio, Jimin. ¿Lo recuerdas?—se hizo a un lado, dejando ver la delgada figura de Jimin con los brazos cruzados.
—Como olvidarlo...—irónia señalaba su tono de voz, escaneándole discretamente de pies a cabeza—. Después de todo fue el chico que me robó tu corazón.
Jimin rodó los ojos. «Ya superalo, puto»
—¿Qué tal, Jimin?
El aludido solo se centró a asentir en señal de corresponder al extraño saludo. Solo fue un gesto de cortesía, controlándose a sí mismo de no arruinar el momento con palabras que sabía serían fuera de contexto.
Jung Hoseok era ex novio de Taehyung. Jimin y él tuvieron constantes discusiones en el pasado. Aquel era uno de los encargados de llevar a Taehyung por el mal camino, creando en Jimin un despoje hacia su imagen. No le caía bien, no podía disimularlo, no lo haría. Las sospechas del porqué fue conducido a Italia comenzaban a emerger venenosas, rogando plenamente estar errado.
—He traído una fina champaña para celebrar su llegada —alzó la botella, sonriente.
Jimin no lograba descifrar si aquel ademán anímico llevaba consigo algo malévolo. Y si estaba en lo correcto, Hoseok estaba logrando fastidiarlo. Le quería fuera del lugar y de sus vidas.
Taehyung desapareció por el pasillo en busca de copas, dejando a ambos en un ambiente bastante tosco. Hoseok peinó su cabello brindando furtivas miradas al hogar, observando de soslayo la figura áspera de Jimin, como si esperara la más mínima señal para saltar al ataque.
—¿Qué tal el viaje, todo bien?—Hoseok intentó apaciguar el mal momento—. Taehyung siempre vomita en los vuelos.
«No necesitas recordar algo que sé a la perfección»
—Estupendo. Como todas nuestras salidas —sonrió sarcástico.
Al instante se redimió, sensato en que se estaba comportando como un grandísimo hijo de perra sin motivos aparentes más que los recuerdos remotos.
—¿Llevas viviendo aquí mucho tiempo?—inhaló, animándose a permanecer sociable, al menos hasta que decidiera abandonarles.
—El próximo mes cumplo un año.
—Eso es genial...
—¡Brindemos!—Taehyung llegó con tres copas, llenándola con alcohol hasta la mitad.
—Benvenuti —Hoseok levantó su copa, llevándola a su labios. Sin duda el viaje estaría lleno de sorpresas.
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ARRIVEDERCI ✿ KOOKMIN
Fanfiction© HISTORIA ORIGINAL. PROHIBIDA SU COPIA Y ADAPTACIÓN. | Arrivederci | Años a su lado le obligaron a habituarse al desenfreno constante de sus sentimientos, soportar la desdicha de llevar consigo un vínculo tortuoso y marchito, acorralado por la fa...