🔸A la mañana siguiente me desperté un poco desubicada. Y los rayos de sol apuntando justo a mi cara.
Había sido mi primera noche en la casa, así que no estaba acostumbrada a despertarme aquí.
Había dormido realmente bien en esta cama tan gigantesca. Las sábanas eran muy cómodas e incluso tenía aire acondicionado. El verano acababa de empezar, pero el abrasador calor ya se notaba en Madrid.
Fui a mi baño privado. Qué bien sienta decirlo. Me lavé un poco la cara con el limpiador facial y me acomodé el pelo y el pijama. No quería ir hecha un despojo tampoco.
Bajé las escaleras en dirección a la cocina, necesitaba desayunar y un buen café.
Al llegar a la inmensa cocina, estaban ahí mi hermano y Archie, el cual estaba sin camiseta. Solo por daros el dato. De nada.
–Qué madrugadora, ¿cómo ha dormido la princesa de la casa? – no había persona del mundo que tenga más energía por las mañanas que Dani. Y yo, bueno, todo lo contrario.
–¿Qué princesa? Si mírala, parece un ogro recién salido de su ciénaga.
¿De dónde narices había salido Adrián?
–Y tú pareces un zarigüeyo. – le dije después de sacarle mi dedo medio.
¿Qué? ¿En serio, Helena? ¿No había mejor insulto?
Se nota que por las mañanas estoy tan dormida que no soy rápida pensando.
–¿Un qué? – se rio Adrián mientras que me quitaba de delante el plato de tortitas que justo me estaba pasando Archie.
–¡Oye! Que son mías. – pero ya se había ido. – No lo soporto. – dije refiriéndome al roba desayunos. – Gracias, Archie. – cambié totalmente el humor y le sonreí mientras me pasaba un nuevo plato con una tortita más de las que había en el plato anterior.
Já, jódete, Adrián.
Bueno, a quien quiero engañar, este asalto lo había ganado él. Menos mal que ayer lo gané yo.
Como ya hacía buen tiempo, decidimos desayunar en las mesas del jardín. En realidad eran ya las 12 del mediodía y en esta casa solo estábamos despiertos cuatro personas. Estos chicos son nocturnos.
–¿Qué tenéis pensado hacer hoy? – les pregunté a Archie y a mi hermano.
–Yo, editar. –me respondió Adrián saboreando su tortita. – Bro, cada día grabas más. Me vas a matar. – esta vez le dijo a Dani.
–No te he preguntado a ti. – le dije de mal humor.
–Yo hablo cuando me da la gana.
–El problema es que hablas demasiado.
Empezamos a picarnos de esa manera durante unos segundos más hasta que mi hermano nos paró.
–Ya basta. – lo dijo de una manera tan seria que nos generó respeto a ambos. Y eso que Adrián era mayor. – ¿Podéis dejar de discutir por tan solo un momento mientras estáis juntos? Tenéis que aprender a convivir como mínimo.
–Vale, lo siento, chicos. – me dirigí de nuevo solo a Dani y Archie por presenciar aquello. Adrián no merece que me disculpe con él, por nada. – Voy a mi habitación.
Cogí todos los platos que estaban vacíos y fui de nuevo hacia la cocina para lavarlos.
Me sabe mal generar esos momentos incómodos, pero no puedo evitarlo. Tan solo escuchar su voz me irrita y me enfada. Nunca nos hemos llevado bien. Es un hecho y hay que aceptarlo. Pero haré el esfuerzo de morderme la lengua, por mi hermano, que no tiene la culpa.
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Señor, dame paciencia | Adridobylus
Fanfiction¿Qué harías si te tocase vivir con la persona que peor te ha caído desde siempre durante todo el verano, por culpa de tu hermano? Pues esto le tocará vivir a Helena Alonso. Pero ni ella sabe qué hacer, ni por qué el universo le odia de esta manera...