Señor, dame paciencia | Adridobylus

13. Resaca

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Qué puta resaca.

Estábamos Jopa, Krufy, Borja y yo tirados en los enormes sofás del salón. Muertos todos. Borja se había acoplado a dormir aquí hoy, aunque vive a dos puertas. Tienen que plantearse hacerle una habitación a este paso.

– Búa, bro, estoy sequísimo. – se quejó Krufy con un gruñido de dolor.

– Lo secundo. – levanté el brazo, pero lo bajé al instante. Ni fuerzas tenía para dejarlo medio segundo alzado.

– Sí, sí, tú lo secundas... – me dijo Borja con un tono que no me hizo gracia. Este doble sentido a qué venía.

– ¿Qué dices tú? – le miré con una ceja levantada. Todos rieron.

¿Qué sabían ellos que yo no?

– Estrenaste el primer día de fiesta con nosotros por todo lo alto. – se unió Jopa riendo.

– ¿Qué cojones me queréis decir? – me estaba empezando a enfadar con tanta risita.

– ¿No te acuerdas de la noche? – Krufy me preguntó con un tono algo más preocupado.

No me acordaba de nada.

Pensaba que mi noche había terminado antes de lo previsto y que luego nos habíamos ido a casa. El último recuerdo que tenía fue bailando con todos en el centro de la pista.

– No me acuerdo de casi nada, chicos. – confesé. – ¿Algo que deba saber?

Qué vergüenza.

– ¿Te acuerdas de tu súper concurso de chupitos? – me cuestionó Jopa, aun entre risas. Como siga así le voy a rapar por la noche, a ver si se sigue riendo.

¿Mi súper qué?

Borja se levantó como pudo buscando algo en su móvil, se sentó a mi lado para enseñármelo. Me incorporé para verlo mejor.

En el vídeo salía yo subida a un escenario, con el Dj que reconocí de anoche y dos desconocidos más. Todos estaban vitoreando mi nombre, pero mi cara no era la más alegre. De repente alguien se subió al escenario para jugar conmigo. Era Adrián. Si es que no puede ser, este chico está en todos lados.

En ese momento recordé que Archie me había dejado tirada en ese momento tan vergonzoso. No pude evitar que un sentimiento incómodo me recorriese todo el estómago y se instalase en mi pecho.

– Fuisteis los mejores. – Jopa habló a mi lado, mirando también el vídeo. Había desconectado, pero viendo el final, pude comprobar que Adrián y yo ganamos.

– Maldito Archie... – susurré, pero los cotillas de mis amigos lo escucharon perfectamente.

– Fue un cabrón en verdad. – me apoyó Borja.

– No nos lo esperábamos de él. – siguió Krufy.

– Chicos, dejadlo, sus motivos tendrá. – me hacía sentir incómoda que hablaran mal de alguien delante de mí.

– Ya, pero no es normal en él dejar tirada así a la gente.

– Borja tiene razón. Y menos a ti, porque – una voz interrumpió su explicación. Mierda.

– Le corto las pelotas por hacerte eso. – apareció mi hermano de la nada, obviamente habiendo escuchado la conversación.

– No le vas a cortar nada a nadie. – le corté la amenaza.

– ¿A quién vais a cortar qué? – un inocente Archie apareció en escena, sin enterarse de que él era la persona la cual iba a terminar sin sus partes viriles.