Alma Salvaje

Capítulo 7.

___Necesito coger las gallinas para la sopa de la señorita Victoria ___ después Tomás, es temprano aún, no tengo cabeza para nada ahora ___ es que me mandó el don y no logro cogerlas solo ¿Qué tal que el don me deje sin cabeza a mí ah? ___bien merecido te lo tendrías, eres un vulgar asesino ____Tomás se arranca la cabeza en gesto nervioso ___mira Caridad, si tú me ayudas, te voy a contar algo que nadie debe saber, si el don lo llegara a saber me mata ___está bien, ya me convenciste, vamos a coger las gallinas Tomás, y deja de andarte inventando cualquier cuento, el don nunca te va a matar, eres su perro fiel ___ van camino a las caballerizas donde tiene encerradas Tomás las gallinas es qué... yo también lo traicioné ___¿ Qué estás diciendo? ___ tienes que prometer que no se lo dirás a nadie, estoy poniendo en tus manos mi vida, mira aposíciónate bien ahí, que no se escape ___ eres un bueno para nada Tomás, qué trabajo costó coger esas gallinas ___ bueno ya vamos ___ hey hey... párate ahí,¿ Y lo que me ibas a contar, qué fue lo que hiciste? ___ sabes qué Caridad, ya me arrepentí, mejor no te cuento, no confío en ti ... ¿Y qué tal que le cuente al patrón que lo traicionaste? ___ no tienes cómo probar eso, será tu palabra contra la mía, nunca creería en ti ___ no estés tan seguro Tomás,¡ Maldito cobarde! ___ hace por marcharse, se voltea al escuchar nuevamente su voz ___ Caridad, gracias por ayudarme.
Sigue caminando sin decir una sola palabra más, mientras adentro en la casa ya la niña Victoria dio a luz a sus dos hijitos, fue una niña y un varón, son hermosos, pero nadie más que la partera y don Jacinto escucharon el llanto que les dio inicio a sus vidas, y en su lugar ahora se encuentra una criaturita que sin tiempo de olfatear la vida murió, para los otros fue un triste y doloroso episodio que no sabrán cómo contarle a la madre que esperaba con ardor arroparlo y darle todo ese amor maternal que con tan celoso afán tenía guardado para cuando llegara el momento de tenerlo entre sus brazos, entre tanto allá en el camino escondidos, lloran sin ser escuchados los hijos de la señorita, los hijos de José Pérez, la niña Victoria desfallecida después del parto descansa sobre las almohadas mientras Virginia trata de que vuelva en sí ___ don Jacinto al ver que allá Caridad se acerca sale a su encuentro aparentemente perturbado ___¡¿ Caridad, Caridad, dónde te metes mujer?! ___¿Qué pasó don Jacinto?¿Por qué tiene esa cara? ___ahora observa a la partera con detenimiento ___¿ Qué pasa, hable ya? ___ ocurrió una tragedia seño ____ para añadir esas palabras miró a don Jacinto contemplando su semblante ___ el niño nació muerto, no pude hacer nada ___¡ No, no, no puede ser, eso no, no, no, mi niña se muere don Jacinto, no lo va a soportar! ___le muestra la cesta con el cuerpecito sin vida transcida por el dolor de la espada que le atravesaba el pecho dirigió hacia otra parte sus amorosos ojos, y se encuentra con otros fríos, otros que no lloran, que no muestran dolor, ni desesperación observándola ahí en medio de su dolor, la mira cuidadosamente bella en su media edad, con el pelo negro en una trenza ___¿Y mi niña, cómo está? ___no lo sabe aún, quedó desfallecida fue agotador, pero ahora duerme, le di un té que ya traía preparado para que pudiera descansar ___ gracias ___ Ya me tengo que ir ___ cuida de Victoria Caridad, cualquier cosa que necesites Tomás está aquí, voy a encaminar a la señora Virginia y encargarme del cuerpo ___ sí, señor ____ más adelante en una vuelta del camino ___ aquí están los bebés señor, tiene que sacarlos de aquí pronto ___ ahora es problema mío Virginia, toma tu dinero y lárgate, no quiero verte nunca más en mi vida ___ ella asiente con la cabeza, y lo deja solo con los bebés.
___Un varón, varón, el que debía ser mi heredero, pero no, eres varón, pero bastardo al fin, y tú una niña que nació del pecado, nunca debiste venir a este mundo, por qué no naciste muerta como aquel desafortunado, dime, pero bien estás aquí y vas a vivir para pagar lo que hizo tu madre, vas a vivir sin tener vida, y tú por ser varón vas a tener una mejor vida, en un orfanato vivirás mejor, separados por siempre, ¡Nunca van a estar juntos los hijos de Victoria y José Pérez!
___Ay mi niña,¿Cómo le digo yo esto a usted cuando despierte, Como Diosito? ___ella llora ___parece un castigo Dios mío.
Don Jacinto, con los niños en la cesta sobre su caballo se adelanta hasta un pueblecito bien intrincado lejos de la ciudad, a donde se llega atravesando un arroyuelo que desembocaba al río que le daba de comer a todos los habitantes de aquel bateicito, escondido entre las montañas. No lejos habitaba un hombre de unos 40 años al que todos por allí conocían como el Demonio, vivía en medio de una gran loma, a la que nunca nadie se ha atrevido a subir, es un hombre de aspecto insufrible, nadie le habla y cuando algún pescador se le acerca los echa con destellos malignos y siempre gruñendo, sus ojos color oro se volvían al mismo tiempo amenazantes y violentos, todos detestan su faz lobuna y saturnina algo extraña, con su enmarañada barba gris y el rostro totalmente desprovisto de arrugas, todo en él era un misterio inexplicable, y alguien exactamente así es el que necesita don Jacinto Montaño, para entregar el desastroso contenido que maldecía por haber nacido del pecado de los de dos desalmados adolescentes, que pusieron su orgullo social al borde del escándalo, aquí deja a la hija hembra de José Pérez y su hija Victoria.