Capítulo 22.

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El joven le toma el rostro entre sus manos, y la besa, ese beso de un hermano, de un padre, de un amigo, un beso como el nunca nadie le dió,jamás habían sido tan cariñoso con ella, se para en la puerta y lo vea alejarse, ellos le dicen adiós con las manos, ella también lo hace   ___adiós niña   ___¿Por qué demoraste tanto Eduardo, pudo cogernos el Demonio ese ?  ___él parece no escuchar lo que le dice Ernesto, al estar abajo se deja caer en la tierra que lo separa de ella.?___¿Eduardo tú me estás escuchando?  ___¡Dios mío, es un alma salvaje!   ___¿De qué hablas por Dios Eduardo?    ___De la muchacha Ernesto, dice que se llama niña, ni siquiera tiene un nombre, vive temerosa de ese señor malo como dice, es en verdad un Demonio  ___No creo lo que me estás diciendo hermano   ___¡Vámonos Ernesto, porque te juro que si ese hombre se cruza en mi camino lo mato, me voy a convertir en un asesino, pero lo mato Eduardo!   ___¿Pero qué te pasa?   ___Yo quiero a esa niña que acabo de conocer Ernesto, la quiero, siento un dolor muy fuerte aquí en el pecho, no puedo explicar qué es, es como el dolor que ella está sintiendo que yo lo llevo clavado aquí dentro, no sé porque siento que la quiero tanto así, no voy a dejarla en este lugar Ernesto, voy a sacarla de aquí como pueda, da lástima verla.
Lo dice llorando, siente algo inexplicable por esa niña que nunca vio en toda su vida, es como si supiera que es su hermana  gemela, desde que la vio el corazón le dio un vuelco enorme, nunca antes sintió tanto odio por dentro como el que siente ahora por el Demonio que le arrebató la vida a su alma salvaje así la calificó, Ernesto está asustado ante la reacción de su hermano por la desconocida que se ocultaba allí, en ese lugar de las montañas, que surgió ante él viva suscitándole una intensa compasión  ___Eduardo, te juro que estoy asustado,¿ Qué te pasa?  ___No sabes entender qué es querer a alguien y verla en ese estado ___¿Pero cómo quererla así ,de dónde sacaste ese querer no la conoces? ___ No sé Ernesto, es algo indecible, pero me siento como en deuda con ella, tengo que sacarla de ahí  ___sabes lo que pienso, que estás loco, vas a provocar aún más la furia del tal Demonio,ah mira, es aquella la casa, este terreno pertenece a los Montaño  ___no sabía que el abuelo tenía esta finca inmensa, en este campo tan cerca de la ciudad   ___sí, nunca habla de este lugar, es como si no existiera   ___niña Victoria   ___¿Qué pasa Nanita?   ___Vinieron a avisar con los muchachos se quedaron para irse para la finca  ___¿Pero cómo saben de esa casa campo nana?  ___No lo sé  ___Fui yo Victoria  ___Roberto yo, disculpa ___ hace años estuve ahí con Ernesto, quizás al estar cerca se acordó   ___está bien, pero necesito que mañana temprano vayas por nuestros hijos Roberto ___ lo haré no te preocupes, ya sabemos que están bien   ___¿Quiénes son Narcisa?   ___No lo sé Luis, pero deben ser los hijos de la niña Victoria, supongo   ___Buenas tardes, bueno casi buenas noches   ___Sí, tienen razón   ___Somos Eduardo y Ernesto del Río Montaño   ___claro cómo lo suponía, vengan entren deben estar cansados y hambrientos   ___Adivinó Narcisa   ___los lleva dentro de la casa grande, recorren cada rincón con la mirada, están como  admirados con el confort del lugar a pesar de estar prácticamente abandonado por la familia   ___es bonito esto aquí   ___¿De verdad le gusta señorito?   ___sí Narcisa   ___hace años que nadie viene por aquí, algunas veces don Jacinto y el señor Roberto dan una vuelta y se marchan ___no sabíamos que venían aquí, nunca hablan de esta hacienda   ___tendrán sus razones   ¿Por qué dice eso Narcisa  ___olvídenlo, buenas noches, descansen.
Ella se aleja y quedan solos en medio del amplio comedor mientras allá en la loma, la niña está en un rincón tirada, abandonada en el recuerdo del joven que quiere ser su amigo, de la única persona que le dedicó tiempo a una caricia para ella, dos personas más que existen en su mundo, ella recuerda con una sensación extraña el nombre del desconocido que trae a sus labios una sonrisa que no existía ___¿Eduardo?  ___sonríe tras pronunciar las letras que componen su nombre, es como su Dios, un ángel que le trajo luz a la vida que vive en la penumbra de este lugar, lejos del mundo, siente que algo indivisible en su interior ha cambiado, todo dentro de ella es inestable, hasta su noble corazón palpita a la velocidad del viento, ríe ante el rostro masculino que imagina en su mente, el rostro tan parecido al de ella que lo inspira confianza sin haber percibido el parentesco, ese alguien que le habló con dulzura, que la miró con ojos sanos y le ofreció seguridad, al instante se pone de pie y la sonrisa desaparece, el terror vuelve.
____¡ Niña, niña que no ves que te estoy llamando, que ya llegué!  ___¡Toma, ahí tienes tu agua!   ___lo suelta con tal fuerza que vierte una lenguatada de agua que le moja los pies descalzos. Tras la noche volvió el nuevo día tan esperado por el señorito Eduardo del Río, y bajo el inmenso sol con segadores reflejos, dos jóvenes aparecieron y se detuvieron al borde de aquella inmensa loma.
___¿Y ahora qué hacemos Eduardo?¿ Cómo vamos a subir sin saber si ese Demonio está allá arriba?   ___Espera, voy a averiguar ahora mismo   ___se acerca a una de las puertas de las casitas del batey, tocó suavemente y una mujer aún joven, la misma que lo había prevenido el día anterior abre   ___¿Otra vez?   ___Buenos días a la señora que ayer rezó por mí ___no te burles muchacho, tuvieron mucha suerte,¿Dónde está el otro?

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