• CAPÍTULO 2 •

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Puebla de los Angeles

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Puebla de los Angeles.
2 de Noviembre, 1807.

Día de los muertos.

Catalina se encontraba en el Zócalo de la ciudad, al fin se vería con Leo después de un tiempo que había sido una eternidad para ella. Cuando lo vio, rápidamente se acercó pero mientras lo hacía escucho algo que no le gustó nada.

- Ash, ya llego la lengua de calambre - dijo la niña.

- Su hermano me contó que cuando se asusta se hace pipí - se rio, haciendo sentir mal a Leo.

- ¡Dejen lo en paz! - estaba más que furiosa - ¡¿Quiénes se creen para decir les esas cosas!? - tomo su mano - ¡Leo es muy valiente!.

- Catalina... -  la miro sorprendido.

- ahs, ya llego la niña fantasma a defender lo.

- ¡N..no..no la lla..llamen así! - aun que tuviera miedo, la iba a defender.

- ¿O si no que chisguete? - lo reta ron.

- y..yo..yo - sus ojos lagrimaeron por la impotencia.

- O si no, los voy a seguiré en sus sueños... - les dio una mirada, que hizo que se les pusiera la piel de gallina - ¡Y voy a comer les sus dedos! - los dos pequeños salieron corriendo asustados.

- Que niña, se nota que es una Hernandez... - se rió al ver la escena.

- ¿Te encuentras bien? - lo tomo del rostro.

- si, gracias Catalina por defender me, lo siento por molestarte - dijo algo triste.

- ¡No digas eso! - le tiro de la oreja, sacando le un quejido - Soy tu prometida, para eso estoy, - cruzo los brazos - para cuidarte, ¿Quedo claro?.

- S..si, me quedo muy claro - era mejor no contradecir la.

- Bien, eres un buen prometido - le dio unas palmadas en la cabeza.

- Aun antes de casarse, ya se ve que te tiene dominado - se rió -

- ¿Dominado? - lo miro sin entender.

- Nada, nada, aun son muy pequeños - cambio de tema - Mejor, iren, una alegría pa que te pongas contento, y uno también para la bella señorita. 

- Caité cadáver - tomo el dulce con felicidad.

- Gracias, Santos - mordió con rapidez el dulce.

- Las alegrías, nunca fallan - sonrió al ver a los dos niños felices.

- Oye Santos ¿Tú crees en la bruja de la vieja casona?.

- ¿La vieja casona...? - Catalina frunció el ceño ante esa pregunta.

- La vieja casona - rio - que mi Leo, que te crees, ya estoy grandecito para andar creyendo esas tonterías.

- ¿Qué? ¿Entonces la casona no está embrujada?.

𝕊𝕠𝕦𝕝𝕞𝕒𝕥𝕖𝕤 | Leo San Juan ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora