• CAPÍTULO 3 •

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La calle de la Nahuala

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La calle de la Nahuala

Los dos estaban muy nerviosos, habían llegado a la supuesta calle de la Nahuala, avanzaron lentamente, hasta que pegaron un grito al ver a un señora acercarse a ellos, Leo aún asustado, empujó a Catalina detrás de él.

- ¿Niños, me regalan un pan?.

Leo hizo que retrocedieron mientras hacía el intento de tomar su talismán para usarlo contra ella.

- Espera - lo detuvo, y se puso adelante - tome señora - sacó un pan de la bolsa y se lo dio.

- Son unos niños muy buenos - acaricio las cabezas de ambos.

- Todo esta bien, sigamos - lo tomo de la mano, para seguir su camino.

- lo siento... - se detuvo.

- ¿eh? ¿Por que te disculpas Leo?.

- Es que...parece que siempre tienes que estar cuidando de un miedoso como yo, se supone que yo debería cuidarte.

- Leo, tener miedo no es algo malo, todos tenemos miedos, incluso yo - lo abrazo.

- Eso no es posible, tu siempre eres muy valiente, en cambio yo soy un cobarde.

- Ya deja de menospreciar te Leo- lo tomo fuertemente de la cara - Ser valiente no significa no tener miedo, claro que tengo miedo, pero se que tu estas conmigo, y por que estas conmigo puede ser valiente - le dio una sonrisa - Y te digo que eres el chico más valiente que conozco, y si tu no crees en ti, lo haré yo.

- ¿En serio, crees que soy valiente? - sonrió débilmente, mientras algunas lágrimas caen de sus ojos.

- Siempre, así que no hables así de ti - limpio sus lágrimas con sus pulgares - vamos, que se hace tarde.

Leo no sabía cómo es que Catalina siempre podía animarlo, y también el como era posible que de todos los chicos Catalina lo quiera a él, pero estaba muy feliz de que así fuera, ya que si la tenia a ella con el sentía que todo iría bien.
Se detuvieron de golpe, al escuchar un ruido fuerte cerca de ellos.

- ¿Quién anda ahí? - se aferro con más fuerza a la mano te Catalina.

En eso sale Nando sale detrás de ellos, asustando los, y haciendo que Leo se soltara de Catalina y tirara las cosas.

- Ya les toco la Nahuala, estan malditos chisguete, tu y tu noviecita, la bruja les acaba de chupar el alma, y ​​oliendo a pipí, nada podrá salvarte, ni podrás salvar a tu noviecita - se rió.

- Nando, ya basta, eres un tonto - le gritó - Leo, no llores, solo te asustaste - trato de animar lo.

Nando siguió molestando a Leo, Catalina al ver lo, se enojo y empezó a discutir con el, pero Nando al desviar su mirada, algo llamo su atención.

- ¿Qué es esto chisguete? - señaló su collar.

- ¡Que te importa! y ya no me digas ch...ch...chisguete - Nando le quito su collar.

 𝕊𝕠𝕦𝕝𝕞𝕒𝕥𝕖𝕤 | Leo San Juan ☆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora