¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dejaron con la boca abierta a todos, cuando lograron terminar su última prueba tan fácilmente y rápido.
- Ya lo deshicieron, ya lo deshicieron - dijo sorprendido.
- Pero si a mí ha llevado 27 años anudarlo - lloriqueo.
- No se preocupe, algún día lo logrará - lo alentó Catalina.
- Niños, son los elegidos, son el Sócrates poblano, son el camote nacional - se puso a bailar.
- Decidle dónde está el hermano de Leo, son muy valientes, y estoy seguro que van a darle batalla a esa malvada bruja - le dio un apretón de hombros a ambos.
- Leo, Catalina, el camino que les corresponde, el camino que deben seguir es... - señaló una puerta - por ahí.
- Debes estar bromeando - hizo una mueca.
- ¿Qué? ¿Esa puerta? Pero nosotros ya íbamos para allá.
- Pero ojo, no habrían visto la mirada que los ve y les deja ver lo que verán.
- ¿Tas bien? - lo miro extrañada.
El Alebrije acercó su ojo izquierdo hacia ellos, tomando los algo desprevenidos pero pudieron observar como se veía unas imágenes dentro de él.
- Recuperen a Miquixtli, abran el medallón, enfrenten a la criatura y destruyan el mal.
- Hombre, pues que fácil - Catalina lo miro sin poder creer le - le robais el medallón, lo abris y... - simplemente lo dejaron que siga divagando.
- Si, fácil - dijo cansada.
- Anden valientes y sabios niños, porque el paso solo estará abierto por unos segundos más.
- Gracias Alebrije, adiós Don Andrés.
- ¡Si, cuiden se! ¡Nos vemos después! - se alejo junto a Leo - si no nos morimos... - susurro lo último.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Casa de Catalina.
El señor Antonio se despertó al escuchar como tocaban sin parar su puerta, algo confundido, se levantó y fue para allá, para así ver quien era el que tocaba así y evitar que despertarán a su nieta que supuestamente se encontraba descansando.
