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Con el tiempo contra ellos buscaron sin parar la tumba de los pequeños.
- Ayúdame a subir - le pidió a Leo.
- Si - se apoyo de espaldas contra la pared y puso sus manos para ayudar la.
- No es esta - dijo frustrada.
Se alejaron un poco para mirar mejor el lugar. Catalina sintió un escalofrío y tomó la mano de Leo alertando lo.
- ¿Que pasa? - la miro de reojo.
- Esta aquí - miro sobre su hombro hacia detrás de ellos.
Catalina empujó a Leo lejos cuando la llorona se acercó con rapidez hacia ellos, la llorona furiosa sujeto a Catalina y la aventó contra una pared haciendo que suelte un grito de dolor.
- ¡Catalina! - corrió hacia ella.
No pudo hacer nada para ayudar la cuando la llorona los sujeto a ambos e intento chupar sus almas.
- ¡Suélta los! - capto su atención deteniendo la - ¡Morona chillona o como te llames suelta a Sanjuanito y Catalinita o se te va a secar la mano! - volvió a ordenar le.
- Kika no... - se angustio.
- Vete Kika, vete, corre - le suplico.
La llorona se concentro en Kika y tiro a los dos lejos para ir con ella.
- ¡Atrás, atrás chimino del demonio! - retrocedió y trato de alejar la con su palo - ¡Atrás, o que pa atrás!.
- ¿Estas bien? - se aproximo hacia ella al escuchar la soltar un quejido.
- Si, solo fue un golpe - trato de darle una sonrisa para tranquilizar lo.
Aunque quisiera concentrar se solo en ella ahora mismo, no tenían tiempo. La ayuda a levantar se y al mirar como la llorona no lastimaba a kika se les ocurrió algo.
- ¡Eso es, necesitamos encontrar la tumba de los niños! - giro si rostro hacia a Catalina.
- Aja, si chucha, no se preocupen - hablo sin entender los del todo - Apuren le - les pidió.
- Distrae la, ella no te va a hacer nada, distrae la.
Con la parte de la tumba en sus manos se acercaron a las demás tumbas buscando
- ¿Donde puede estar? - miraron a su alrededor.
- Tiene que estar aquí, se que es aquí, ¿Donde están? - hablo afligida.
