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El Alebrije feliz de oír que supuestamente el leía , empezó a hablar sobre libros y lecturas a Leo, incluso le paso un montón de libros, haciendo que se cayera.
- Ah, Señor Alebrije, creo que no entendió bien - lo interrumpio.
- Me llamo Leo de Leonardo es decir, si leo, pero a demás soy Leo pero no de leer - trato de explicar le.
- Ubícate papi, ubícate, esta es una biblioteca ¿Lees pero no lees? ¿eres un analfabeta funcional?.
- Analfabeta funcional, analfabeta funcional - los tres giraron hacia el loro.
- ¡Madre mía! ¡Pero si es un pterodáctilo prehistorico! Todos atrás de mí, yo os salvaré - alzó su espada.
- ¿Y que es un Alebrije? - ambos preguntaron, ignorando a Don Andrés.
- Miren niños, los Alebrijes somos sueño y realidad, mitad de un animal, mitad de otro y la otra mitad es pura cola - beso su misma cola.
- ¿Eh? - inclino su cabeza confundida.
- En el mundo de los muertos, somos como las cucarachas en las cocinas, o los perros callejeros en el mercado, - explicó - claro que hay diferencia, yo por ejemplo, soy un alebrijulus, biblos, pendulario, mira, un alebrije de biblioteca.
- Ya entiendo, eres como un guardián de libros - el asintió ante su comentario.
- ¿Y has juntado tantos libros con tu magia? - los dos lo miraron expectantes.
- No, los junte pidiéndolos prestados, - ambos se decepciona ron - Niños yo lo sé todo, toooodo, pregunten melo que quieran, orale.
- ¿Sabes donde esta mi hermano?.
- Oye no, tampoco, no trabajo en la división de detectives. Soy un Alebrije urbano - los dos volvieron a desilusionar se.
- Os venceré, y llevare vuestra cabeza como trofeo a mi amada Dulcinea - hablo persiguiendo al pájaro.
Al oír lo, el Alebrije empezó a discutir con el sobre cosas que le parecían sin sentido a Catalina, y habrían seguido si no fuera por que apareció el perrito de Teodora y Don Andrés fue por el, así que llamo de nuevo al Alebrije.
- Disculpe señor Alebrije pero tenemos prisa.
- Ah, cierto, - volteo hacia ellos - me decías que quieres saber dónde está tu hermano ¿Como se llama él? - le pregunto a Leo.
- Fernando San Juan, y tenemos que salvarlo de la Nahuala.
- Si, antes de que se coma su alma.
- ¡¿La Nahuala?! - pregunto asustado.
- ¿Cómo, habeis dicho la Nahuala? - estaba igual de asustado.
- Me imagino que saben que la Nahuala es un ser terrible que puede transformarse en cualquier cosa, podría ser un guapo Alebrije - se señaló a él mismo - o un viejo loco como este que anda por aquí - señaló a Don Andrés.
- La Nahuala podría ser este león feroz - se refirió al perrito que tenía de la mano.
- La Nahuala es tan vil que...Yyy, - se acerco a Don Andrés y le susurro - Don Andrés, la Nahuala podría transformarse incluso en un niño, que dice que viene buscando a su hermano o una niña que quiere de mascota a un alebrije, estos - señaló a ambos.
- ¡No soy la Nahuala, soy Leo San Juan!.
- ¡Y yo tampoco soy ella, ninguno lo somos!.
- ¿Y si, si fueras? Este vejete y yo, estaríamos locos si te ayudamos, no hooombre.
- ¡Yo os salvaré, bella e indefensa lagartija sicodélica, atrás Nahuala maldita! - hizo el intento de amenazar los con la espada.
- ¿Por que no le hice caso a mi abuelito? - suspiro.
- Si no van a creernos hagan lo que quieran, pero no tenemos su tiempo.
- Tiempo...¿Tiempo?.
- ¡Tiempo de iniciar el rito de la biblioteeeeeca!.
De la nada todo el ambiente del lugar cambió a uno de un tipo de programa de concursos, con luces y todo, incluso se escuchaba esa típica voz que había en esos programas.
- ¿Que esta sucediendo...? - pregunto sacada de onda.
- Claro que sí, mi querido Alebrije, ha llegado el momento en que Leo y Catalina nos tienen que demostrar que no son la Nahuala superando las 3 pruebas dificilisimas, y la primera gran prueba seráaaaa...
- Papi ¿Podrías dibujar, un rectángulo, con tres rayas? - le entrego a Leo una hoja y un lápiz.
- ¿Un rectángulo con 3 rayas? - luego de dibujar algo, le dio la hoja.
- No, no, no, que bruto, eso sí es sabiduría - sonó una música de ganador de fondo.
- ¡Muy bien Leo! - le dio un beso en el cachete, dejando lo tonto.
- Atención Catalina, la segunda prueba será tuya...
- Adivina, adivinador, fíjate bien eh, atento, atento ¿Cual es el único animal de después de muerto, sigue dando vueltas y vueltas?.
- ¡El pollo rostizado! Es la comida favorita de mi abuelito.
- Ahh, ¿Que no era la guayaba? no, ese no es animal.
- ¡No, no, esa respuesta va más allá de mis sueños más alucinados, la niña, la niña ra ra ra!.
- ¡Lo hiciste Catalina! - la abrazo.
- ¡Muy bien Nahuala, vas ganando, que yo siempre confié en vos!.
- ¡Que no soy la Nahuala anciano! - le gritó molesta.
- ¿¡Anciano!? - dijo indignado.
- Y por último, mucha suerte Leo y Catalina, la tercera y gran prueba será...
- La prueba mas difícil de todas las pruebas un nudo más retorcido que la mente de un director técnico de la selección nacional, y más difícil que una quinceañera mimada, Leo San Juan y Catalina Hernandez, les presento el nudo de Rubick, - le entrego el hilo que fue traido por Don Andrés a los dos - a ver deshagan lo, este nudo ha sido rete imposible en generaciones, y solo el elegido será capaz... - no pudo seguir hablando.
- Terminamos - lo interrumpieron los dos.
A los se les cayó al boca al ver que tan rápido lo habían hecho.
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