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Cuando la rubia llegó a casa le dió vueltas a la noche anterior, le molestaba no recordar nada, le daba vergüenza solo pensar que podría haberle dicho algo privado o que quizá incluso hubiera dicho que estaba desesperada por querer a alguien más. Uraraka entró por la puerta y la miró sonriendo.

-Buenos días Himiko-Saludó amablemente.
-Buenos días
-He traído el desayuno-Dijo levantando una bolsa que llevaba en sus manos.
-Genial... Por cierto, ¿cómo ha ido tu misión?-Preguntó Toga apartando la mirada.
-Bien, estoy agotada, pero esa no es la cuestión, la cuestión es; ¿donde has estado toda la noche?-Preguntó ahora la castaña ignorando la pregunta de la rubia mientras ponía una cara de burla.

Toga tragó saliva y se rascó la nuca.

-De fiesta...-Respondió.
-¿Con quién?
-Yo sola...
-¿Y no conociste a nadie o no estuviste con nadie?
-No...
-Que extraño... Porque tú ropa apesta a colonia de hombre, y además me suena mucho

Toga se encogió y sonrió.

-Tonterías, estuve sola toda la noche, luego he venido a casa y ya, de hecho, me voy a ir a dormir porque estoy agotada, no he dormido nada-Dijo excusándose para poder irse y dejar la conversación.

Corrió a su habitación y se encerró ahí suspirando. Uraraka rió por la actuación de la rubia hasta que puso su teléfono en carga y vio las llamadas perdidas del rubio. Le extrañó que este lo llamase así que decidió llamarlo para ver qué ocurría. Cuando esté se lo contó corrió a la habitación de la rubia y abrió la puerta bruscamente.

-¿¡Estuviste con Bakugo toda la noche!?

Toga la miró y se encogió de nuevo.

-¡Himiko! ¡No puedes estar con Bakugo, y menos después de un mes desde que lo dejó con Tsuyu!
-¡No, no, no quiero estar con él! ¡Sólo me lo encontré pero no pasó nada más!
-¿Segura?-Preguntó
-Si, segura, solo me acogió en su casa porque iba muy borracha y no recordaba donde estaba tu casa-Respondió.

Uraraka suspiró aliviada y sonrió.

-Está bien, pero no vuelvas a acercarte a él, creo que Tusyu y Bakugo podrían estar juntos de nuevo, me gustaría ayudarles-Dijo sonriendo.

Toga se quedó uno segundos sin decir nada y luego asintió. Le parecía buena idea la de intentar ayudarlos, aún que Tusyu ya no demostraba ni el más mínimo sentimiento por él, o eso parecía.

Los días pasaban muy rápido, ahora la rubia estaba buscando un trabajo, estaba harta de estar en casa sin hacer nada, pero por su pasado se le estaba dificultando. Caminó en dirección hacia casa de la castaña, miraba su móvil para ver si la habían contactado de alguno de los lugares a los que había ido a solicitar trabajo, pero nada. Suspiró molesta, y de pronto frente a ella una multitud de gente era retenida por varios héroes y policías. Hizo una mueca viendo a los héroes, a pesar de haber salvado a uno años atrás seguía detestando a la mayoría.

Cambió de dirección para esquivar lo que sea que estuviera pasando hasta que escuchó un grito.

-¡Aparta idiota!-Gritó el rubio que se acercaba a ella a gran velocidad impulsado por su don.

Se tiró al suelo viéndolo pasar por encima de ella volando, y seguido a Deku. Ambos se veían exhaustos y cuando volvió a levantarse los miró alejarse igual de rápido. Suspiró y siguó caminando hasta casa. Cuando estaba a punto de llegar una cadena agarró su pierna y la elevó en el aire.

-¿¡Pero qué!?-Preguntó para sí misma buscando de donde venían.
-¡Alejaos o la mato!-Gritó un chico de piel morena con cadenas que salían de su espalda, las cuales habían atrapado a la rubia.

Pᴀʀᴀ ᴍɪ ᴏ ᴘᴀʀᴀ ɴᴀᴅɪᴇ ᴍᴀ́s [ℬ𝒶𝓀𝓊𝓉ℴ𝓰𝒶]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora