Capitulo 16 Parte II

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Doy la vuelta para ver al chico que se encuentra frente a mí y este me regala una sonrisa.

No deja de mirarme, ni mucho menos se ha tomado la molestia de soltarme el hombro como si ambos fuéramos viejos conocidos que comparten mucha confianza.

Me aparto de su tacto lo más sutil que puedo y este me mira sin borrar la sonrisa.

¿Y a éste que mosca le pico? ¿Le pagan por sonreír o me está viendo cara de payasa?

- Bailemos - Dice, acercándose más, para tomarme la mano.

- ¿Disculpa?

- He dicho que si quieres bailar

- No, eso no ha Sido lo que has dicho, aún así no me apetece bailar, paso.

- Pero si te he visto hace un rato bailar y dejarlo todo en la pista, no seas tan mosa y bailemos.

El chico que no conozco de nada se acerca más a mí, y empiezo a inquitarme, no me gusta bailar, nunca me ha gustado sin embargo es algo que se me da bien, y que puedo darme el lujo de hacerlo siempre y cuando yo quiera, lo cual no tiene porque ser forzado, pero en este momento él lo esta haciendo.

- Lo que hayas visto no cambia el hecho de que no quiero hacerlo contigo, no te conozco de nada y mucho menos bailo con cualquiera - Digo, firme sin moverme de mi sitio.

- Compartimos clases tía ¡No seas tan agua fiestas!

Siento como me penetran con la mirada, pero sin duda no es la del chico que tengo al lado, y aunque intento mirar en todas las dirección no encuentro a quien me escudriña desde lejos.

- He dicho que no - Dicho eso, doy la vuelta y localizo a Sam junto a Tom bailando muy unidos que decido no interferir en el momento que desde lejos se ve bien, y optó por tomar mi cóctel y salir a buscar aire libre.

Cómo ya le queda muy poco a mi cóctel, lo tomo por completo y pido otro, al terminar vuelvo a sentir esa mirada sobre mí, giro para encontrarla Pero me topo con unos cuantas miradas en mi dirección, pero ninguna es la que me ha hecho sentir asi, no me canso hasta deternerme y encontrarla.

Me topo con un par de lámparas, encendidas en mi dirección, sí, son como lámparas que hacen un camino, un camino que empieza en sus ojos y termina en los míos.

Brayner me mira como si quisiera develar todos y cada una de las cosas que guardo, sus ojos no se despegan de los míos, me mira de una manera indescifrable y cuando siento que perderé está batalla inconsciente que tienen nuestros ojos, alguien se le acerca distrayendolo, logrando que aparte la mirada primero y supongo que es mi oportunidad para irme, antes de voltearme e irme logro identificar que quienes estan junto a él son Vanessa y compañía.

Camino en dirección a la puerta, Pero en último momento decido tomar un camino diferente y subo las largas escaleras, estás me llevan al segundo piso, camino deslumbrada por lo gigante que es, los retratos le dan vida a la casa, las alfombras se ven costosas y cada mueble parece hecho a la medida, camino hasta perderme y encuentro un baño y al lado lo que parece una habitación.

Entro al cuarto de baño, y al salir escucho gemidos seguidos de un par de jadeos entrecortados, la habitación de al lado no se encuentra cerrada y puedo ver un cuarto completamente blanco del otro, y en él se encuentran un grupo de personas más específico cuatro chicas y un chico, jugando lo que parece un juego de roles, veo como lo tienen amarrado de una manera dolorosamente placentera al chico, mientras las chicas se encuentran en una especie de juego de satisfacer visualmente y físicamente al chico.

Siento que estoy dentro de una película porno al ver tales escenas, intento retroceder ya que siento que estoy violando la privacidad de dichas personas, Pero mi escape se ve obstruido al sentir un fuerte pecho a mi espalda.

Esta vez Cuento Mi HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora