Capitulo 4

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  Me despierto sobresaltada y largas lagrimas caen de mis ojos, estoy sudando frío mientras me adapto a la oscuridad de la habitación, enciendo la luz de la lampara que esta a un lado de mi cama y veo la hora, son las 4:55 hace dos semanas que no ...

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  Me despierto sobresaltada y largas lagrimas caen de mis ojos, estoy sudando frío mientras me adapto a la oscuridad de la habitación, enciendo la luz de la lampara que esta a un lado de mi cama y veo la hora, son las 4:55 hace dos semanas que no tenía pesadillas pero  siempre  que las tengo me terminó despertando a la misma hora ó a 10 para 5 e incluso a las 5.

  Lo que me sorprende y me altera es que en está pesadilla algo cambió; y es que está vez si llegue a esa ultima habitación, en las pesadillas anteriores siempre llego al pasillo y nunca dejo de correr los largos corredores hasta que muero asfixiada, pero está cambio y lo que más me duele es encontrar a esa persona que está en la camilla, era Él , Él estaba en la camilla, me pregunto si sufrió lo mismo, si murió asfixiado y luego todo se volvió negro para él? ¿Me pregunto si su alma habrá tenido reposo al final? ¿Qué tanto paso? ¿Por qué no dejo de soñarlo?

Esas interrogantes siempre se mantienen presente, hay lagunas en mi mente, muchos espacios vacíos en mi infancia y otros que están cargados de dolor.

  Después de pasar mucho tiempo pensando todo me doy cuenta que sigo llorando abiertamente sobre la cama, no dejo de sostenerme fuertemente contra las sabanas y temblar debajo de esta, así que decidida a no estar un momento más en la misma situación me levanto de la cama caminando hacia el cuarto de baño, a esta hora el agua suele estar helada y es justo lo que necesito para dejar de pensar, para despabilar y dejar de lado los pensamientos a cerca de las pesadillas y Él.

  Me desago de la ropa y opto por  meterme debajo de la regadera, una ves dentro enciendo el chorro, el agua hace contacto con mi piel, cierro los ojos y el agua se lleva mis lagrimas, intento detener las lágrimas pero estás salen por si solas sin mi permiso,  me repito una y otra vez que tengo que dejar de pensar, que tengo que dejar de torturarme de esta manera pero no logro más que volver a lo mismo.

¿Por qué es tan difícil para mí esto? A veces siento que yo soy la única que se complica, pienso que solo yo le doy vueltas una y otra vez, intento olvidarlo o al menos avanzar pero es en vano, por segunda vez intento dejar de llorar y repaso los ejercicios para despejar mi mente, tal cual como el doctor me explico pero no logro nada, las voces en mi cabeza toman el control haciendo de mi lo que ellas quieran.

No sirves, eres una pequeña inservible.

Moriras igual que Él.

Tu solo estorbas, no eres mas que la oveja negra de la familia.

No lo intentes, no vas a lograr nada.

¿Qué estas esperando, por qué no terminas esto de una vez por todas?

Nadie te va a extrañar.

  Sigo llorando en la regadera escuchando esas voces internas que me cuesta contener, esas mismas que me llevan al fondo y me hacen sentir la peor persona del mundo, intento deshacer la idea de acabar con todo, de ponerle fin a mi sufrimiento la cual  no deja de repetirse una y otra vez.

Esta vez Cuento Mi HistoriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora