Dios bendice a los Malditos

12- Golpean al lobo hasta que muerde, para poder decir que es malo- sollozo

Tome sus ojos, mientras las sombras arrastraban el cuerpo sin vida de mi fiel amigo hacia el bosque, me arrodille y dije una plegaria a su espíritu. Nuestro tiempo juntos pasaba como una película ante mis ojos, con un movimiento de mis dedos convertí sus adorados ojos en dos cristales traslúcidos, para adornar mis ojos con dos perfectas lágrimas.

Aunque no quiero admitirlo, lo extrañaré, y de solo pensar en Noah o en James me siento frustrada, y agotada de todo a pesar de que solo es el comienzo.

La noche susurra secretos a la brillante luna, tal ves ese sea mi punto final, poder ver todo desde lo alto con una corona mientras los demás se arrastran en el lodo.

-¿Debería bajarte la luna? Se siente envidiosa de tu belleza- esa voz otra ves, rebota en el eco del bosque, es un gruñido visceral que me eriza la piel.

-¿Para que necesitaría yo la luna? Solo es una estrella entre millones...- susurro sin apartar mi vista del cielo nocturno, no dejo que responda, caigo en las sombras, escuché un gruñido de molestia por mi recién partida, ahora estoy parada en la estrada del callejón dónde me encontré con la pirámide.

Escucho un gallo cantar a lo lejos, no puedo evitar reírme, esa voz siempre está detrás de mi y quiere mi atención, no la tendrá.

A la mañana siguiente me despierta el olor a café y veo a Noah bailar en la cocina con un delantal de "Yo soy el postre" al voltear me recibe con una sonrisa de lado.

-¿Quieres postre?- pregunta de manera coqueta.

-Me gustaría sino tuviera prisa, tengo unos encargós y estaré está tarde en la tienda costureando.

-¿Todavía vas allí? Creí que ya habrías comprado tu propia máquina

-Que te puedo decir... No me ha dado tiempo de ir a comprar alguna.

-Busca en el almacén, allí hay una de esas antiguas que tanto te gustan- me sirve el café y un trozo de pastel de manzana -Te puedo ayudar a traerla, hoy tengo que ir en la tarde al trabajo.

-Esta bien.

El resto de la tarde, la pasamos entre empujones, rasguños y maldiciones por mover la caprichosa maquinaria de un lado a otro hasta llegar al departamento, Noah cae como un peso muerto en el sillón antes de ver la hora en su teléfono y apresurarse para ir al trabajo. Yo disfruto del día tan ajetreado y me pongo a coser con Miles de pensamientos en mente.

Todavía no he hecho los experimentos en los sujetos de pruebas, tampoco he hablado con aquella voz, pero, al dejarlo con las palabras en la boca la última ves no creo que se aparezca por aquí en un tiempo, James sigue con sus padres y yo con los asesinatos.

Es curioso que formen una espiral, se que es un símbolo pero no sé de qué con certeza pueden ser de muchos demonios o angeles... Incluso de otras mitologías... El sonido de la máquina me relaja, este es un hobby que me ayuda a despejar la mente... Entre mis pensamientos están algunos recuerdos antes de mi caída, recuerdos de cuendo era feliz, allí con los demás. No sé que habrá pasado con ellos, lo más probable es que los hallan asesino por mi causa...

Mi causa... Suena tan noble para haber Sido un capricho egoísta que destruyó la vida de muchos seres, un cuento de amor ficticio que solo aumento la decadencia de los mundos... Para muchos soy una leyenda de amor y desamor, para la gran mayoría solo soy una traidora, un ser podrido y sucio, creo que está descripción se adapta más a mi, pero por mucho que lo piense no me arrepiento _¿De que serviría?_ no vale la pena y no solucionaría nada el arrepentirme por mi pasado, soy quien soy por lo que he vivido y por lo que he sufrido... O eso me gustaría creer... No dejo de pensar en el propósito... Que es peor que el destino, el propósito es el núcleo de cada alma en esta tierra, no importa cuan lejos huya siempre estará atado a él, pero, siempre hay un pero, solo hay una vida para cumplir con el propósito, no sé si ya lo haya cumplido o cada paso me lleva hacia él, es un pensamiento que crea olas de pensamientos mucho más sombrías que cualquier otra cosa en mi mente, no me gusta estar atada... No me gusta creer que mi propósito ha estado escrito en el libro de la verdad desde un principio...