3-No me dejes caer en la tentación- reto el pecador

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Desperté con la luz solar que se colaba a través de la ventana, por fin había logrado dormír más de 4 horas continuas, al levantarme pude darme cuenta que seguía allí la silla que puse para trabar la puerta por si James se le ocurría hacer una visita nocturna, tomo el jeans, la polera y el suéter negro de Noah, está vez me coloco las vendas sobre mi pecho. Busco mi teléfono sobre la cama, lo encuentro en el piso, veo que Salem paso muy bien su noche sin sustos y sigue en el departamento sobre mi cama.

Noah coloco un espejo de cuerpo completo que cubrí anoche antes de acostarme, nunca me han gustado los espejos. Siento la tentación de estirar el brazo para ver un poco de mi, de inmediato una punzada atraviesa mi cráneo, es un dolor parecido a cuando te atraviesan con una aguja pero mucho más gruesa, el dolor dura solo unos segundos antes de desaparecer.

Sigo viendo algunos mensajes de mis compañeros de trabajo contándome la pelea que se armó ayer en el burdel y por la cuál mi jefe me llamo para informarme que al parecer había sido mi culpa por unas exs, tampoco lo culpo mis últimas relaciones han sido un asco. Aún sigue allí el mensaje del desconocido el cual borro solo para evitar la tentación.

Quitó la silla de la puerta y veo que la puerta de Noah ya está abierta paso a su habitación solo para verlo dormir con un libro sobre su pecho desnudo, niego con la cabeza mientras me estiro para tomar el libro "Lo divertido de las finanzas IV" que título más tentador, consigo una cinta para marcar la página donde quedó y busco en el suelo algo con que arroparlo, consigo la sabana pero al intentar arroparlo, piso algo del desordenado cuarto cayendo encima de él.

-Valla forma de despertar Lu- dice divertido con una gran sonrisa.

-Perdona, solo quería abrigarte un poco y no se con que tropecé- ya me iba a levantar cuando un olor peculiar llega a mi nariz, me acercó a su cuello y no me había equivocado -No puedo creer que sigas escondiendo chocolates debajo de la almohada.

-Y yo que creí todo ilusionado que me ibas a despertar con un beso y solo me quieres por los chocolates- hizo pucheros con la boca y la mejor pose dramática que se le ocurrió.

-Tonto- le di un pequeño pico -Ves ahora sabes lo rico que está este chocolate- abrió los ojos con sorpresa y yo salí de su cuarto hacia la cocina pero antes de llegar veo a James parado en la puerta de su cuarto frunciendo el ceño -Buenos días gruñón.

-¿No me darás de ese chocolate también?- pregunto con sorna.

-Ahora eres un acosador, que raro- tengo la llave de la puerta en el bolsillo para empezar mi día -Tengo cosas que hacer llegaré tarde- no espero su respuesta.

-¿Te irás sin desayunar?- pregunta Noah con un piyama de rayas mientras James ya está listo para su trabajo de Seguridad privada.

-Sip, Salem necesita comida y yo tengo algunas cosas que hacer, regreso en la noche.

-Ten- dice Noah mientras me lanza una gorra plateada -La compré para ti, y así no tienes que andar con la capucha todo el día.

-Oh gracias Noah- intento esconder mi largo cabello dentro de la gorra -Me gusta el color, aunque creo que sería más fácil si solo me cortará el cabello- sus caras de horror me causan gracia -Oh vamos saben que si me hago un corte de hombre me vería muy bien.

-Ni lo sueñes- dijeron al mismo tiempo.

-Hasta que por fin se ponen de acuerdo en algo- suspiro -Esta bien, no me lo cortaré pero sigue siendo una buena opción.

-Te queda bien- observa James.

-Lo se, ya me voy.

-Suerte..

Dios bendice a los MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora