13- La única manera que el mal gane, es que el bien no haga nada- recito

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El sol se siente como un premio por nuestro arduo trabajo en el imperio, toro avanza con cuidado entre cerrando los ojos, la luz lo deslumbra, lo sujeto de sus manos mientras lo guió al pueblo. No dice nada pero sus ojos están brillando de la emoción, las personas al ver su imponente musculatura no disimulan su sorpresa y exitacion.

-Eres el nuevo, viejo rico de Graco- le guiño un ojo -Felicidades...- me acerco a su oído -¿Ya tienes un nombre para el mundo de arriba?- su sonrisa de lado hace a más de una mujer suspirar, no sabía que tenía una personalidad tan coqueta.

-Amory...- su voz ronca es electrizante -¿Te gusta?- se acerca a mi rostro esperando una respuesta.

-Me gusta... ¿Porque- me interrumpe sujetando mi rostro mientras lo mueve en varios ángulos.

-Es de dónde vengo, me gustaría que lo vieras en algún momento- sigue observando mi rostro -Te ves muy diferente aquí arriba- alzo una ceja, ríe entre dientes -Me refiero a la luz del sol.

-¿Gracias?- no sé si es un cumplido y otra cosa -Aqui solo soy Lucian Freud.

-Parece el nombre de un vino- aleja su mano de mi rostro, su mirada se fija en una tienda de dulces.

-Ven, yo invito toda la tienda Amory- saboreo su nombre, este al escucharlo sonríe con más emoción.

Entre las compras de dulces y la búsqueda de un apartamento para Amory, la tarde paso volando al final decidimos comenzar la remodelación del complejo de departamento del cual ahora soy propietaria, compramos lo indispensable para que pueda descansar y de solo una patata logra abrir la puerta principal, al parecer era bastante lujoso en su tiempo... Subimos las escaleras hasta el quinto y último piso, dónde con solo un empujón de su hombro abre la puerta que anteriormente era mi habitación.

-Tiene tu estilo- es lo único que dice.

-No hay agua ni electricidad salvó en el baño que habilite de la habitación de enfrente, como ves cada piso cuenta con dos departamentos y estos tienen cuatro cuartos más dos baños, sala, comedor, cocina y cuarto de lavado. Claro que no se nota pero es acogedor.

-Si se nota- pasa sus manos por las paredes agrietadas -Tengo dinero, podemos remodelar sin problemas, necesito algunos empleados.

-Como quieras, yo no tengo ni idea de esas cosas, te dejo la restauración a tu cuidado- dejamos sus cosas en esa habitación -Dame un momento.

Cada apartamento tiene al lado de su puerta el nombre de su huésped, tome esta pequeña placa y talle ”Amory" con un dibujo de una cabeza de Toro al lado, lo llame y al verlo no pudo reprimir una sonrisa tierna, toma mi placa en blanco y escribe algo que no muestras hasta considerarlo terminado "Lucian, Dador de Luz"

-Tu letra es hermosa- no puedo dejar de pasar mis manos por mi nombre, y su hermoso diseño de espinas de rosas.

-Tú lo eres, por dentro y por fuera- guia mis manos para colocar su placa y la mía en su lugar, me abraza por la espalda -Vamos a construir un gran hogar, solo confía en mí.

-Traeré algunos trabajadores para que te ayuden, nos veremos en el imperio, quiero que esto sea una sorpresa para mi- recuesto mi cuerpo en su abdomen.

-Asi será, se que puedes cuidarte sola, solo ven a mi ventana cuando quieras serle infiel a la soledad- besa mi frente antes de cargar mi cuerpo hacia la ventana.

-¿Ahora soy un gato?- digo divertida.

-Mmm- me mira pensativo -Siempre he querido comprobar si los gatos caen te pies.

-No te atreverías- lo reto.

-¿Eso crees?...- su rostro solo está a centímetros del mío -Buenas noches gatita- rosa sus labios con los míos antes de lanzarme por la ventana, mi risa es estruendosa mientras siento el viento a mi alrededor, aterrizó con una maniobra, escucho dos aplausos de su parte.

Dios bendice a los MalditosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora