Despierto y al principio no se dónde estoy hasta que los recuerdos de anoche me golpean con fuerza, mis caderas duelen al moverlas, un gemido lastimero sale mis labios solo entonces me doy cuenta de mi falta de ropa, el dormir boca abajo no fue buena idea, escucho que alguien camina hacia mi.
-Buenos días pequeña- dice la voz ronca y cantarían de Amory.
-Buenos días salvaje, animal y bruto... ¿Cómo amaneces?- pregunto con algo de resentimiento.
-Mejor que tú- aparta un poco más sábanas que cubren mi desnudo cuerpo, solo para ver las marcas rojizas de sus azotes, nalgadas y de sus dedos sobre mi piel -No tienes ni idea de lo bien que te ves en este momento.
-No me siento tan bien- me da una taza de café caliente que tomo sin levantarme -Tenía que ir a ver los cuerpos...- le reprocho.
-Ayer no te oí quejarte... Por lo menos no de tener que irte- se sienta a mi lado sin tocarme.
-Mmm- termino mi café y me levanto sin cubrirme, sus ojos me siguen -Rompiste mi ropa, tendrás que prestarme algo.
-En el armario- me dirijo hacia allí -Tendrás que inclinar te para conseguir algo de tu talla.
-Buen intento idiota- le muestro mi dedo medio antes de buscar una camisa grande manga larga y un cinturón.
-Esto servirá- giro mi cuerpo.
-¿No crees?...- dice antes de ir a mi lado -Que es demaciado corto...- posa su mano justo donde acaba el vestido y comienza mi piel más arriba de mis muslos -Justo aquí- termina su oración sujetando con fuerza mis nalgas adoloridas.
-¿Y a quien se le ocurrió romper mi ropa en primer lugar?- gruño al sentir otro apretón.
-¿Quien fue quien tento cuál serpiente primero a quien? Tu misma lo dijiste, nececito a alguien con quién asesinar el tiempo- suspira -Aunque yo no lo describiría de esa forma.
-Es la mejor manera de decirlo... Con nuestro tipo de vida es poco probable conseguir algo más duradero...- de forma inconsciente me dirijo hacia la ventana.
-Puedes usar el elevador, es más seguro... Y más normal.
-Desde cuando te importa ser tan normal...- el frío de la mañana me hace temblar y es cuando percibo un ligero aroma a rosas y miel -¿Que huele tan bien?- pregunto antes de oler mi brazo.
-Se llama baño, no sé si lo conozcas- dice burlón.
-Idiota...- _no recuerdo haberme dado un baño -¿Lo hiciste cuando me dormí?
-Yo diría cuando perdiste el conocimiento de tanto placer- se recuesta en la ventana -Me gustan tus cicatrices y tus tatuajes te hacen ver aún más brava y peligrosa pequeña.
-Mmm- observo el vacío con atención -Luego te contaré de ellas... Varias son faciles de descifrar, ya sabes los disparos y esas cosas.
-Oh las apuñaladas y las marcas de agujas...- dice al pasar sus dedos sobre ellas -¿El cuervo paga bien al ser conejillo de pruebas?
-Vale la pena el riesgo... No lo puedo negar- me encojo de hombros -Gracias a mis experimentos me gane mi lugar en la pirámide es algo que no puedo perder.
-Es parte de ti supongo... Aunque un pajarito me dijo que el cuervo no quiere que hagas las pruebas en ti.
-¿De quién escuchaste eso?- pregunto con curiosidad.
-Los silencios palabras, las paredes oídos...- susurra -El bufón le gusta hablar de más con un viejo amigo.
-El bufón...- escupo su nombre -¿Sabrá ese viejo amigo su identidad en el mundo de arriba?
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Dios bendice a los Malditos
Paranormal-¿AHORA SI VOLTEAS A VER TU DESGRACIAS O SEGUIRÁS SIENDO EL DIOS QUE NO RESPONDE A LAS PLEGARIAS?- grita al cielo el hombre del saco con sangre en las manos, voltea ver su obra maestra, el cuerpo desnudo de una mujer caucásica, de unos veinte años p...