—Me he acostado con ella.
Jazmín pone sus ojos en Marga la pronunciar las palabras y espera alguna reacción de su amiga. Bianka que está sentada a su lado la mira de soslayo y sonríe imaginándose de quien habla su hermana.
—¿Con quién? —pregunta Maga temiendo escuchar la respuesta. Jazmín lleva días actuando de una forma extraña y ella teme haya puesto en riesgo toda la amistad y cercanía que tiene con la abogada rubia que la vuelve loca.
—Con Sofía.
Mucho le costó a la abogada confesar lo sucedido entre la joven rubia y ella. Lo pensó mucho, pero necesitaba urgentemente hablarlo con alguien y ese alguien era las dos personas que tiene en frente y que la miran fijamente, una sonriendo y otra con una seriedad aplastante. Sabía que su hermana lo tomaría bien, pero la actitud que va tomando la que dice ser su mejor amiga, le resulta demasiado extraña.
—¡Te has vuelto loca!
—¿Qué? —Bianka mira a Marga y le hace la pregunta— No veo nada malo en ello, que yo sepa son dos personas que deciden irse a la cama por decisión propia. Además, no es nuestro problema, ¿por qué reaccionas así?
—No tienes idea, Bianka, de lo que desencadenará todo esto para tu hermana —replica Marga mirando a Jazmín y negando con la cabeza—, Jaz, sabes que Marcela no se quedará tranquila.
—No estoy entendiendo nada, Jaz —Bianka mira a su hermana.
—Luego te explico cariño. Lo que necesito ahora es que me entiendan y no me juzguen, por favor. Necesitaba contárselo a alguien o me volvería loca.
Bianka se ríe ampliamente y suspira.
—Sofía es una arpía, ahora entiendo por qué quería venir tanto rato a casa.
—Marga —Jazmín la observa con cautela, no le gusta nada lo que ve en el rostro de su amiga.
—No tengo nada que opinar.
La castaña se pone de pie y observa a la abogada desde esa posición. Jazmín la imita, es un poco más alta que su amiga y eso, en momentos como estos, juega a su favor. Marga, cuando se lo propone, puede llegar a ser una mujer muy intimidante.
—Marga por favor.
—Espero que lo hayas pensado bien. No es justo que hayas mandado a la basura una relación de años, por un calentamiento repentino.
—No es solo un calentamiento repentino, como lo llamas —Jazmín se pone a la defensiva, quizá se equivocó al pensar que Marga si la llegó a conocer un poco en todos estos años que han compartido juntas.
—¿No? ¿Qué es entonces? Oh, te has enamorado de Sofía, la hija de tu mejor amiga y mejor compañera de trabajo.
Jazmín hace silencio, no va a discutir lo que no tiene claro todavía. Ella está consciente de que no está enamorada de Sofía, pero lo que le hace sentir la joven es demasiado fuerte, como para no pensar que, por ahí, la guían sus sentimientos. Además, Marga tiene una información muy valiosa en su poder y ella sabe que por ahí va el asunto.
—Espero que sepas lo que haces —replica su amiga dirigiéndose a la puerta—, yo estoy aquí para lo que haga falta, no lo olvides.
—No es lo que estás demostrando en este preciso momento, Marga —dice Jazmín a su espalda. Marga se voltea y la mira fijamente.
—Estoy aquí, Jazmín, no lo olvides.
—La que está olvidando que yo estoy aquí, eres tú Marga. Ahora, cuando te necesito, estoy aquí y tú estás huyendo, ¿de qué? No sé, pero vas huyendo.
—No huyo, Jaz.
—No, pero me dejas sola.
Jazmín se da la vuelta y sube las escaleras dirigiéndose a su habitación. Bianka observa a Marga en silencio. No interviene en ese conflicto que se ha creado entre las dos mujeres, pero intuye que hay algo muy delicado escondido detrás de todo ello y que el simple hecho de que su hermana se haya acostado con Sofía, no es tan grave como lo que ocultan estas mujeres.
—No ocultaré nada a Marcela si llega a preguntar.
—Eso lo sé —replica Bianka nada conforme con lo que acaba de escuchar—, solo ten presente que no es asunto de nosotras irlo divulgando, eso es problema de ellas.
—Es solo una niña, Bianka.
—Una niña que tiene dieciocho años, edad suficiente para saber lo que hace. Estás acribillando a Jazmín con tu actitud, le acabas de hacer daño por algo que no es tu problema. Ella solo lo dijo porque necesita hablar con alguien de ello y lo primero que haces es juzgarla. Muy mal de tu parte, Marga —Bianka niega con la cabeza sonriendo—, gracias a tu actitud he llegado a la conclusión, que la única que ha echado a perder todo por un calentamiento has sido tú, no ella.
—Marcela no merece que le hagan esto.
—Y Jazmín si merece que la trates como la peor mierda. Creía haber conocido en ti a una persona abierta y capaz de separar las cosas, pero me equivoqué.
Bianka la deja sola y sube en dirección de su hermana, tuvo suficiente por hoy y algo le dice que Jazmín y Marga ocultan algo muy delicado y ella está dispuesta a descubrir que es.
—¿Por qué le afecta tanto a Jazmín que te hayas acostado con Sofía? —pregunta al entrar a la habitación de su hermana.
Jazmín la mira, sopesando que Bianka no es tonta y que se ha dado cuenta de que ocultan algo.
—No lo sé.
—Pienso que no es para tanto —Bianka se coloca al lado de la abogada y toma su mano—, sé que hay más y estoy aquí por si quieres hablar de ello.
—Marga está enamorada de Marcela.
—Eso no es motivo para tratarte como lo hizo. Hay algo más, Jaz.
Jazmín la mira y se voltea completamente hacia ella. La mira por varios segundos, su silencio se convierte en minutos y Bianka empieza a impacientarse.
—Es muy delicado, y si algo me horroriza en esta vida es tu reacción si te lo cuento.
—Tengo muy mal presentimiento con todo esto, Jaz. No es que te hayas acostado con Sofía, es que la reacción de Marga no es normal.
—No va a pasar nada, puedes estar tranquila.
—Sofía se metió muy rápido en tu cama y eso me asusta.
—¿Por qué lo dices?
—Porque es como premeditado, algo que viene planeando con cautela. O me equivoco y realmente le gustas como para arriesgarse sin importar lo que piense su madre, o algo se trae entre manos. Tal vez de ahí viene la reacción de Marga.
—No creo que haya algo detrás de todo esto, cariño. Desde que nos vimos nos gustamos y solo surgió, no creo que hayamos forzado nada, ni que ella haya planeado nada.
—Solo me preocupo por ti, eres lo que más importa en mi vida y me volvería loca si te pasara algo.
—No me va a pasar nada, tranquila mi amor.
Bianka hace silencio y la observa.
—Cuéntame que hay detrás de todo esto, por favor, juro que no te voy a Juzgar.
—Sé que no lo harás, pero tu reacción puede ser mucho peor.
—Deja que yo decida eso, Jaz.
Jazmín se pone de pie y suspira.
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Bajo el dominio de una violación. (borrador)
RomanceUna abogada impecable, hasta que la trágica muerte de su hija le favorece a la hora de crear y provocar actos que no son aceptados por la sociedad. Una menor de edad es víctima de una violación y prefiere mantenerlo oculto y hacer justicia con sus...