Capítulo diez

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ᴵᵗ'ˢ ᴳᵒˡᵈᵉ
ᴸʸᵈⁱᵃ ᴿᵉᶜᵃˡᵗ

Menos mal que pude agarrar a Juani antes de que fuese.

—Luego te lo explico pero no lo hagas —le susurré en el oído.

—¿Qué está pasando? —dijo Mati.

—Nada, nada, ya está, déjenlo así —respondí y me senté al lado de Enzo, el cual se mantenía serio.

—Voy a dar una vuelta, ¿vienen? —preguntó Blas.

Todos aceptaron pero Enzo dijo que no al igual que yo, ya que quería saber porque de repente estaba tan serio. Cuando los chicos se fueron le hablé.

—¿Qué te pasa?

—¿Por qué no te vas a hablar con el guarda vidas?

Fruncí mi ceño.

—¿Qué? ¿Por qué decís eso?

—No sé, cómo te gusta mucho...

Espera, ¿estaba celoso?

—Sabes perfectamente que no me gusta.

—Hace dos minutos no decías lo mismo.

—¿Estás celoso?

—¿Yo? ¿Celoso? —soltó una carcajada—. Para nada.

—Enzo, dije que me gustaba el guarda vidas para que los chicos no se diesen cuenta de que había ido a taparme tus chupones.

Enzo me miró inmediatamente.

—¿Cómo? ¿Era eso?

—Y si, ¿que iba a ser?

—Perdón por tratarte mal, amor.

—No pasa nada.

Él me agarró suavemente del mentón y me atrajo hacia él uniendo nuestros labios. Pasé mis manos por su pelo, acariciandolo, mientras que él posaba su mano en mi cintura. Minutos después nos separamos.

—No voy a parar de decirte que sos hermosa.

—Vos también sos hermoso, Enzo.

—Che, Juani me contó que también cantas.

De la nada soltaba ese comentario.

Sonreí.

—Si, es verdad. Ayudé a muchos cantantes con los coros e introducciones.

—¿Posta? ¿A cuales?

—¿Conocés a Residente? —él asintió con la cabeza—. Hice los coros en la canción "René".

—Sos increíble.

Reí.

—Y si.

It's Golden || Enzo VogrincicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora