~Falsa Esperanza~

2.Vida o muerte

_Siento frío, no se cuanto tiempo he dormido, mis pesadillas no han cesado, parece como si llevara días soñando._
_Consigo abrir mis ojos y mirar a ambos lados, me encuentro conectada a millones de cables._
_Mamá lee en silencio"la palabra mas hermosa"_

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Todo comienzo tiene un final, no podemos pretender permanecer con vida para siempre. Los finales son diversos, algunos eligen como y cuando morir, los ancianos se sientan a esperar la muerte, a otros en cambio nos pilla por sorpresa. No es difícil asimilar que a un padre de familia cuyos hábitos hacen que lleve chapapote en vena sufra un infarto de miocardio , que a una cincuentona fumadora empedernida le diagnostiquen cáncer de pulmón, un alcohólico muera de Cirrosis Hepática, no es difícil pensar que un incauto conductor muera en un accidente de tráfico, un minero muera en una explosión.
Lo que no es lógico es que mueran niños de cáncer. Si ~cancer~ esa palabra que nadie quiere pronunciar, lo primero que pensamos sobre ella es la muerte, niños sin pelo, pálidos, huesudos, dolor y lágrimas.Podemos verlo de muchas maneras desde el exterior. Pero nada duele tanto como ver morir a un niño a causa de esa enfermedad. Son niños con ganas de reír, jugar, cantar, soñar, correr, saltar y sobre todo con ganas de vivir.
Porque mientras mucha gente se queja de que mañana es lunes de que tienen que trabajar, de las aburridas clases, del estrés de vida, de las típicas discusiones tontas. Aquí en el hospital, este frío lugar donde el tiempo parece haberse congelado hay personas que luchamos por un solo día más de vida, es la realidad, pretendemos vivir a toda costa a pesar de las adversidades y sin embargo muchas estamos destinadas a abandonar el mundo. Aquí el mundo deja de tener sentido, ya no te importa el dinero, los amigos o el amor. Sólo piensas en hacer lo posible por que tu corazón siga latiendo. Si de verdad es esto lo que me ha tocado vivir, tengo que luchar contra un cáncer terminal, Dios o aquello que sea paralelo a este mundo, haz que deje de sufrir, arrebatarme mi último pedazo de corazón y déjame descansar en paz, hallá donde las almas vagan, con mi abuelo, mi alma más preciada ~¿Que es Dios?
No es más que en lo que queremos creer por miedo a un final

---Noche de silencio--

Nuestras vidas se desmoronaban por segundos, pase la noche en vela, conectada a suero.
Odiaba ese horrible olor a medicamentos, no se, una mezcla muy extraña y desagradable. Cogí mi libro y me sumergí en mi mundo.
Leer para mi significaba huir de la realidad. De esa realidad que no quería ver ni sentir, que tanto asustaba. En esa realidad yo era una enferma. En el mundo de los libros podía ser una valiente guerrera, o una despiadada asesina, quizás una aventurera loca o una amante pasional. Por la mañana vino mi doctor de oncológia, el doctor Clavero, sus ojos se tornaban evitando deslizar una lágrima. Me dijo que fuera a casa e hiciera la maleta, me trajera todo lo que necesitara aquí en el hospital, que esto sería para largo. El martes comenzaría una larga jornada de pruebas médicas. Llegue a casa llorando, mi madre evitaba hablar sobre el tema, y le ocultamos lo sucedido a la pareja de mi madre, no sabíamos como tratar el asunto, nos superaba. Ahora que ya podíamos ser "felices" ya que ese alcohólico esquizofrénico del cual portaba mi primer apellido nos había dejado tranquilas, que ya no se escucharían golpes, ni portazos, ni platos rotos, gritos o discusiones. Ya que la calma parecía reinar en mi vida,entonces ocurre esto. A veces pienso que hay personas que estamos predestinadas a sufrir de una forma u otra durante el resto de nuestras vidas, realmente aun no conocía la felicidad. Nunca había celebrado la navidad en familia o creído en que unos seres fantásticos me trajeran regalos a media noche un 7 de enero, yo no fuí inocente,y a veces pienso que no tuve infancia. A mi no me llevaron al parque a jugar, un día a playa, un pequeño viaje por vacaciones... nada de eso. Yo era una niña "rarita" que fantaseaba en mi mundo, el campo era mi lugar favorito, las plantas me trasmitían paz y las flores mi pasión, aquella Alameda dónde mi abuelo me crío, aquellos verdes pastos junto al río. Me transportaba a otro mundo, lejos del dolor, lejos de él. En casa reinaba la discordia hasta hoy. Yo creía que por fin todo eso cambiaría, al menos la nueva de pareja de mi madre en 6 meses ha asumido mas papel de padre que aquel ejendro que tan siquiera me llamo hija. Para el yo era "esa cosa" La pareja de mamá era lo más parecido a un padre, yo no tenía hermanos y realmente me sentía vacía, necesitaba una figura masculina , que impusiera autoridad y respeto.