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—¿Por qué dices eso, Harry? Somos jóvenes, tenemos toda la vida por delante. No cambiará en nada si probamos cosas nuevas —insistió Megan, con una mirada de expectativa en sus ojos avellana.

—Megan, soy tu novio. No me agrada ni un poco lo que me estás planteando —respondió Harry, su voz cargada de decepción mientras desviaba la mirada hacia el techo, como buscando respuestas en las sombras.

—¡Pero, Harry! —exclamó Megan, su tono mezcla de frustración y deseo de comprensión.

—Megan, si quieres tener sexo con otra persona, hazlo. Yo me largo de aquí. No voy a estar en una relación en la que no estamos en el mismo capítulo —declaró Harry con firmeza, su mandíbula tensa y el corazón pesado por la realidad que acababa de golpearlos como un puño en el estómago.

—Harry... al único que amo eres tú. Solo quiero un poco de aventura, algo emocionante que añada chispa a nuestra relación —murmuró Megan, mordiéndose el labio mientras subía nuevamente al regazo de Harry y movía sus caderas con una mezcla de ansiedad y deseo.

—¿Puedes dejar de hacer eso? No estoy de humor —respondió Harry con voz firme, apartando suavemente a Megan y apartando la mirada, sintiendo el peso de la situación aplastándolo.

—No te has podido correr, amor... déjame ser una buena novia. Déjame mostrarte cuánto te amo —insistió Megan, acercándose aún más a Harry con una expresión de determinación en su rostro, buscando desesperadamente conectar con él en medio de la confusión y el conflicto.

Harry apartó suavemente a Megan, sintiendo una mezcla de dolor y frustración. —No se trata de eso, Megan. No puedes arreglar esto de esa manera. Hay cosas que van más allá de simplemente querer demostrar amor.—

Harry apartó a Megan de su regazo, levantándose de la cama en un salto. Sin decir una palabra más, se dirigió hacia el armario y se cambió rápidamente antes de salir de la habitación. Megan se quedó allí, en silencio, mirando fijamente la puerta cerrada.

Luego de un momento se levantó de la cama, envolviendo su cuerpo desnudo con una de las remeras de Harry antes de dirigirse a la cocina, donde encontró a Harry lavando los platos.

—Harry —llamó suavemente, sintiendo el nudo en su garganta mientras lo observaba con anhelo, esperando que sus ojos encontraran los suyos y encontraran algo de comprensión en ellos.

Megan se acercó sigilosamente a Harry, su piel aún cálida por el reciente contacto íntimo. Con la remera de Harry envolviendo su cuerpo, su figura parecía más frágil, más vulnerable. Con un susurro apenas audible, intentó convencer a Harry, sus palabras cargadas de desesperación y anhelo.

—Sabes que solo será sexo, nadie podría reemplazar lo que tenemos —murmuró, su voz temblorosa revelando su estado emocional. —Solo me gustaría ver cómo dos hombres se tocan, se ve tan caliente —continuó, su tono mezclando excitación y nerviosismo. Quería que Harry entendiera que su solicitud no significaba un cambio en su amor por él, sino simplemente una búsqueda de variedad y emoción. —Además, es bastante lindo —añadió, tratando de romper el hielo con una nota de ligereza, aunque en su interior sabía que la situación era mucho más complicada de lo que aparentaba.

Harry levantó la mirada hacia Megan, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de decepción y resignación.

—¿Ya has elegido a alguien? Si tan lindo te parece, vete con él —dijo, su voz un murmullo áspero que apenas ocultaba el dolor que sentía en su interior. Sus palabras fueron un eco del temor que había estado creciendo en su mente desde que Megan había mencionado su deseo de explorar nuevas experiencias.

—Él es apuesto, eso es todo. Aparte... em, sé que es bisexual. Hace este tipo de encuentros con parejas que quieren explorar su relación —explicó Megan

—Dime quien es, dime su nombre.—

La demanda de Harry resonó en la habitación, su tono lleno de angustia y frustración. Sus ojos buscaban los de Megan, esperando una respuesta que pudiera disipar sus temores o confirmar sus peores sospechas.

—Dime quién es, dime quién jodida mierda es, Megan —repitió.

—se llama Louis... lo conocí en el restaurante donde trabajo. Viene con frecuencia y siempre está acompañado de diferentes parejas. La curiosidad me llevó a preguntarle qué sucedía —confesó Megan, su voz temblorosa mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para explicar la situación. —El, luego de mucha insistencia de mi parte, me comentó que hacía tríos con parejas —explicó Megan.

Harry la miró con una mezcla de incredulidad y dolor, sus pensamientos parecían dar vueltas en su mente mientras intentaba procesar la revelación.

—¿Y eso es lo que quieres, Megan? ¿Quieres experimentar eso conmigo? —preguntó, su voz apenas un susurro cargado de angustia y confusión.

Megan bajó la mirada, sintiéndose abrumada por la intensidad de la situación. Se mordió el labio inferior antes de responder con sinceridad.

—No lo sé, Harry. No sé qué quiero realmente. Solo sé que quiero explorar y sentir algo nuevo, pero no quiero perderte en el proceso —confesó, sus palabras brotando con honestidad mientras luchaba por encontrar una solución que satisficiera a ambos.

Harry sintió un nudo en la garganta mientras absorbía las palabras de Megan. Después de un momento de silencio tenso, finalmente habló.

—Tomaré mi decisión, aunque primero debería conocer al tipo —dijo Harry con determinación, su voz apenas un susurro lleno de resignación. Estaba dispuesto a explorar esta opción por el bien de su relación, pero necesitaba asegurarse de quién era este hombre que podría cambiarlo todo.

TRIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora