Oficialmente en Manchester, pasaron dos días hasta que Harry realmente tomó la valentía suficiente para llamar a Megan y proponerle quedar en un bar.
En esos dos días, se la pasó intentando mantener su mente ocupada, chateando por mensajes con Louis, viendo alguna serie por la televisión, y revisando un par de documentos para la próxima semana.
Así que allí está, mordiéndose la uña mientras espera que Megan llegue al café donde habían acordado encontrarse. Harry no pudo evitar sentir un cosquilleo nervioso en el estómago, una mezcla de anticipación y ansiedad. Cada vez que la puerta se abría, levantaba la vista, solo para volver a bajarla cuando se daba cuenta de que no era ella.
Cuando finalmente Megan apareció en la puerta del café, el corazón de Harry dio un salto. Ella, con su habitual sonrisa, se acercó y lo saludó con un abrazo que, aunque breve, desbordó calidez.
Se sentaron frente a frente en una pequeña mesa junto a la ventana. Tras pedir dos cafés, hubo un breve silencio, una pausa en la que ambos medían las palabras que estaban a punto de cruzar.
Harry fue el primero en romper el silencio. —Te llamé principalmente para pedirte disculpas— empezó, mirándola directamente a los ojos. —Me estuve comportando como un imbécil y lo siento mucho. En parte fue quizás por el alcohol, pero quédate tranquila que no volví a... ya sabes, a eso.—
Megan escuchaba, asintiendo levemente mientras jugaba con la cucharita de su café. Hubo un nuevo silencio, esta vez lleno de reflexiones no dichas. Harry sabía que este era el momento de ser completamente honesto, de abrir su corazón si quería alguna posibilidad de reconciliación o, al menos, de cierre.
—Megan, he pensado mucho sobre nosotros, sobre todo lo que pasó en estos últimos meses...— continuó Harry, su voz cargada de una sinceridad palpable.
Harry respiró hondo antes de continuar, sus palabras fluían con una honestidad cruda que parecía liberarlo de un peso que había llevado durante mucho tiempo. —Y aunque me duele admitirlo, creo que lo mejor para ambos es seguir caminos separados. No porque no me importes, sino porque creo que ambos merecemos encontrar un camino que realmente nos haga felices. Porque me he dado cuenta de que estaba aferrándome a ti, y no de una buena manera. Mi mente realmente creía que no podía hacer nada si tú no estabas a mi lado, por eso acepté hacer el trío. Lo acepté aunque odiara la idea, porque sabes que es un tema que no me agrada en lo más mínimo. Lo acepté porque pensé que me dejarías si te decía que no. Pero me di cuenta de que, lo que realmente importa soy yo, cómo me siento. Cómo manejo mi problema de alcoholismo, mis ataques de pánico, mis miedos y definitivamente mi amor. Porque me gustaría comenzar a amarme, amarme por lo que yo soy, no por lo que los otros me dan, necesito tenerme un poco de respeto y aceptar que la mayor parte de mi vida negué muchas cosas por miedo.—
Megan lo miró, su expresión era tranquila, casi como si hubiera esperado esas palabras. —Eres muy valiente, Harry, y lo entiendo. Siempre supe que en algún momento esto llegaría, sabes? Porque eres una persona rota, a la cual intenté pegar con cinta adhesiva. Claro que no iba a funcionar. Debí haber usado pegamento, haberte ayudado y acompañado... no, no hacer lo que hice.— Hizo una pausa, buscando las palabras adecuadas. —Pero ahora veo que eso no era lo que necesitabas. No necesitabas a alguien que simplemente intentara mantener las piezas unidas temporalmente. Necesitabas —y merecías— alguien que realmente te apoyara mientras encontrabas tu propio pegamento, tu propia manera de sanar y ser completo por ti mismo. Lo siento, Harry, por no haber sido lo que necesitabas en ese momento. Creo que ambos aprendimos mucho sobre nosotros mismos y lo que realmente significa el amor y el respeto en una relación. Gracias por todo lo bueno y por las lecciones también. Te deseo lo mejor en tu camino hacia el amor propio y la felicidad.—
Harry asintió, sintiendo una mezcla de alivio y nostalgia. —Gracias, Meg. Por la honestidad, por los buenos momentos, y por esta conversación. Siempre te recordaré con cariño.—
Se despidieron con un abrazo sincero, sabiendo que cada uno seguiría su propio camino, pero siempre con un respeto mutuo y el recuerdo de lo que alguna vez compartieron.
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TRIO
FanfictionLa vida de Harry y Megan parecía sacada de un cuento de hadas moderno. Con casi cuatro años de relación, su amor parecía inquebrantable, su complicidad innegable. Jóvenes y llenos de sueños, el mundo parecía estar a sus pies, sin mayores preocupacio...