—Harry, muévete un poco —susurró Louis.
—Mhm, déjame dormir —respondió Harry, medio en broma, medio en serio.
—Me estás apretando todo —gruñó Louis, intentando mover a Harry de encima.
—Estoy cómodo, además estás calentito —murmuró Harry, aferrándose un poco más.
—Tengo que irme, además debes ir a trabajar. Megan ya se fue —dijo Louis, tratando de ser firme.
—Entro al comité pasadas las 10 —dijo Harry, moviéndose ligeramente—. Sigamos durmiendo.—
—Debo irme —insistió Louis mientras intentaba liberar el brazo de Harry de su cintura—. Suéltame.—
—Quédate un rato más, odio estar en la cama solo —Harry finalmente abrió los ojos, mirando a Louis con una mezcla de súplica y cansancio. Su voz llevaba un tinte de vulnerabilidad que rara vez mostraba.
—Me quedo, no porque me lo pidas, sino porque afuera está nevando y porque me duele el culo —dice Louis en un gruñido, volviéndose a tapar—. Pero aléjate, no me abraces.—
—¿Fui muy bruto? ¿En serio te lastimé? —pregunta Harry con los ojos bien abiertos, preocupado.
—Tranquilo, grandulón. No me lastimaste, estuviste muy bien. Solo que normalmente estoy con personas que tienen un tamaño de pene promedio, no con personas raras con una tercera pierna en vez de un miembro —bromea Louis, intentando aliviar la preocupación de Harry con un poco de humor.
La tensión en los ojos de Harry se suaviza con la respuesta, y una sonrisa torcida aparece en su rostro. Aunque se aleja un poco para darle a Louis el espacio que pidió, no puede evitar sentir un ligero alivio y una chispa de orgullo por la insinuación sobre su tamaño.
—Entonces, ¿un poco de espacio está bien? ¿Así? —pregunta Harry, ajustándose en la cama para asegurarse de que ambos estén cómodos pero aún dentro del cálido abrazo de las cobijas, mostrando su disposición a comprometerse.
Louis asiente, acomodándose mejor en la cama, apreciando el esfuerzo de Harry por hacerlo sentir cómodo.
—¿Tú... tú estás bien? —pregunta Louis, quedando cara a cara con Harry, quien abrió los ojos nuevamente para mirarlo directamente—. ¿Estuvo bien para ti?
—Estuvo muy bien, yo... eh, nunca había realmente tenido sexo anal, ¿sabes? A Megan no le gusta y... bueno. Pero fue muy bueno. Tal vez lo fue porque lo hice contigo, no estoy seguro —murmura Harry con la voz pesada, pasando su mano nuevamente por la cintura de Louis.
—Está bien, grandulón —ríe Louis—. ¿Por qué cambias así de repente? Primero me odiabas, querías arrancarme la cabeza y dársela a los perros... y tú, ahora todo mimoso y dulce. ¿Con Megan fue así?—
—Mhm, no lo sé. Con Megan siempre fue muy fácil, muy rápido, no sé. Contigo no lo sé... se siente diferente, pero cotidiano, tan difícil pero fácil a la vez... la verdad es que no tengo idea de qué estoy haciendo. No me gustan los hombres. No me gustaban los hombres, nunca me gustaron.—
Harry parece confundido, luchando con sus sentimientos y las revelaciones de la noche. La honestidad cruda en su voz muestra que está genuinamente desconcertado por la intensidad de sus emociones hacia Louis.
—Pues, sea lo que sea esto, no tienes que etiquetarlo ahora mismo —dice Louis suavemente, ofreciendo consuelo—. Solo tómatelo un día a la vez. Está bien explorar... está bien no saber.—
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TRIO
FanfictionLa vida de Harry y Megan parecía sacada de un cuento de hadas moderno. Con casi cuatro años de relación, su amor parecía inquebrantable, su complicidad innegable. Jóvenes y llenos de sueños, el mundo parecía estar a sus pies, sin mayores preocupacio...