Redención

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Eran las siete horas de una mañana fresca y tranquila, el sol comenzaba a despertar y pintar el cielo de tonos anaranjados y rosados. El canto de los pájaros llenaba el aire, creando una melodía perfecta para el amanecer.

En la habitación, Rainbow despertó con una sonrisa en sus labios. La noche anterior había sido perfecta, había compartido momentos íntimos y apasionados con su manzanita. Se sentía feliz y plena, y al abrir los ojos se encontró con una linda sorpresa.

Applejack, como siempre, se había levantado temprano, y ésta vez, había esperado a la peliarcoíris con un delicioso desayuno. Sobre la bandeja de madera había una taza de té humeante, un jugo de naranja recién exprimido, un croissant recién horneado y una rosa roja como adorno.

Rainbow no pudo contener su emoción y sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad.

- Buenos días manzanita.- Saludó alegre la rubia con una amplia sonrisa.

- Me siento tan afortunada de tenerte a mi lado. - Soltó la peliarcoíris, abrazando a la ojiverde. - Prometo hacerte la chica más feliz del mundo.

Applejack correspondió el abrazo, acariciando la melena multicolor.- Ya soy la chica más felíz del mundo.- Susurró.

-Owwwww.- Se escuchó al unísono y ambas chicas voltearon con sorpresa.

- ¡Mamá!, ¡Papá!- Soltó Rainbow avergonzada.

Applejack rió.

- Perdón hija.- Contestó bow, haciendo gesto de ternura y entrando a la habitación junto a Windy.- Pero es que son tan adorables.- Se sentó en la cama, junto a su esposa, quién asentía alegre.

- Applejack sin duda hace los mejores crossants.- Soltó la madre de Dash con una sonrisa.

- Pero nunca podrán ganarle a sus jugos.- Contestó amigable Applejack y todos rieron.

Un pequeño gesto de pena y gentileza apareció en el rostro de ambos padres.

- Ambas son nuestras número uno.- Soltó Bow iniciando junto a Windy un abrazo grupal, al cual Applejack y Rainbow un poco sorprendidas pero amigables, correspondieron.

- Jamás debimos dudar de tí.- Siguió Windy rompiendo el abrazo y tomando las manos de Applejack.- Eres la niña más honesta, bonita y humilde con la que nuestra niña formó una bonita conexión.

Los ojos de la ojiverde se cristalizaron con una sonrisa gentil. Mientras Rainbow miraba sonrientemente compasiva, sabía lo mucho que quería a sus padres, ellos daban calor justo en la herida de la perdida de los suyos...

- También eres nuestra niña.- Soltó Bow.

- Nos alegra mucho que nuestras dos niñas se hagan tan felices mutuamente.- Contestó la madre.

- A pesar de que ayer nos hayan dejado a todos esperando en el hospital por salir a buscarse.- Soltó Bow y todos rieron, Rainbow y Applejack algo apenadas.

- Bueno.- Windy dió un pequeño beso en la frente de ambas, saliendo junto a su marido del cuarto de la peliarcoíris.- Las dejamos alistarse para el colegio, en realidad, Applejack ya estaba lista y había desayunado con sus suegros, Rainbow continuaba elvuelta en sábanas.

- Gracias.- Contestó Applejack con una sonrisa, algo sensible por la situación. Mientras Rainbow se limitó a despedir con la mano.

La puerta se cerró.

- Estaré lista en un segundo.- Dijo Rainbow , quitando las sábanas de encima y bajando de la cama, dirigiéndose perezosamente al baño de su cuarto.

La rubia estalló en carcajadas. La peliarcoíris no se había percatado de su desnudez, luego de mirar extrañada a Applejack reír, y mirar su propio cuerpo, rió, acercándose a su novia y acariciando su rostro.

Día a día ツ 2° TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora