Día a día ツ 2° Temporada

La semilla de la discordia

En la dirección se respiraba un aire denso e inquietante mientras Celestia, Luna, Twilight, Pinkie, Caramel y Applejack permanecían en silencio, con la mirada fija en Adagio. Quién se encontraba amarrada en un asiento frente a ellos, su rostro reflejaba una sonrisa maliciosa.

Las mentes de las féminas se debatían en un mar de incertidumbre, tratando de idear un plan para vencer a Adagio sin la fuerza de sus propios poderes, de los cuales actualmente carecían. Cada una de ellas sabía que la batalla sería difícil, pero estaban decididas a no rendirse ante la malicia de su enemiga.

Por otro lado, Caramel se encontraba en una encrucijada emocional. Su corazón latía con fuerza, mientras trataba de encontrar la manera de rescatar a Adagio sin comprometer su posición ni exponerse. Sus pensamientos eran un torbellino de conflicto interno, sintiendo la presión de la situación que se desenvolvía frente a sus ojos.

El silencio reinaba en la habitación, solo interrumpido por el sonido tenso de la respiración de los presentes. La batalla era inminente, no se trataba de un simple berrinche escolar, esa magia sería desastroza en manos equivocadas, el destino de todos estaba en juego y la tensión palpable en el ambiente amenazaba con desbordarse en cualquier momento.

- Retener a alguien contra su voluntad, es ilegal, heroinas.- Soltó Adagio sarcastica fingiendo dolor con una sonrisa burlona.

- Es totalmente legal castigar a una alumna.- Contestó Luna desafiante, poniendo su silla de espaldas a Adagio y sentandose al reves, frente a ella. 

- Cuando llegue la hora de despacho y yo siga aqui atada con una cuerda.- Sonrió. - Lo seguirá siendo? 

Todos se miraron entre si y Caramel respiró aliviado para sus adentros, Adagio tenía razón, tenía todo bajo control, y ellas estaban en un aprieto. 

- ¿Que es lo que dirán en la comisaría? ¿Secuestramos a una chica porque nos robó magia?- Soltó una carcajada.- Terminarán en el manicomio antes de terminar su discurso.

La realidad era mucho más profunda de lo que la mayoría de la gente podía comprender. Adagio lo sabía y tenía eso a su favor.

Tanto en la  escuela de Cristal como en la renombrada Canterlot High, el secreto se refugiaba. Todos, desde los familiares más cercanos hasta los amigos más íntimos, habían llegado a un acuerdo tácito. No revelarían el verdadero poder que habitaba en ellas. La magia era real, pero debía permanecer oculta a los ojos del mundo. Los riesgos de exponerlas eran demasiado grandes, con la prensa y los científicos ávidos de experimentar con seres humanos.  el resto de personas, tan solo pensaban que las alas, orejas y demás, eran efectos en sus presentaciones musicales.

Así que debían encontrar una solución antes de que el reloj terminara de correr en su contra.

Caramel, ya mas tranquilo, aprovechó el momento de inestabilidad para continuar con sus propios intereses.- Entonces, Applejack...- Susurrsó llamando la atención de la rubia, quien lo miró desconcertada y desorientada por todo. - Se que no es el momento, pero me parece muy mal que Rainbow Dash te haya dejado sola en estas circunstancias. Y más para ir hacia donde está Fluttershy, luego de lo sucedido. - Puso su mano en el hombro de la ojiverde.- Si gustas voy a buscarla por tí.- Ofreció amigable... Se trataba de lanzar fuego y luego aire, generar discordia y luego apaciguarla, sembrar la semilla del conflicto y luego presentarse como la solución...

 "Voy a enseñarte como se mueven las piezas correctamente, Fluttershy." Pensó.