Capítulo 5

34 4 3
                                    

Narrador omnisciente

Cuando Marie despertó por la mañana, se dio cuenta de que Newt ya no estaba en la cama. Se preocupó un poco ya que el dolor de su amigo parecía grave esa noche, pero llegó a la conclusión de que si se había ido era porque el dolor de su pierna se había aliviado.

Se levantó y tras incorporarse, entró al baño para lavarse la cara y arreglarse el pelo, que había formado varios enredones mientras dormía. Después volvió a la habitación y sacó de su armario su ropa. Deseaba tener ya ropa nueva, y decidió preguntarle a Newt o a Alby sobre eso.

Recogió su pelo con uno de los coleteros que llevaba en la muñeca y salió fuera. De nuevo era muy temprano, las puertas del Laberinto todavía no estaban abiertas siquiera. Quiso acercarse a ellas para alcanzar a Minho y Ben antes de que salieran a correr, y poder así saludarlos.

Los dos chicos no tardaron demasiado en aparecer, y a ambos les apareció una sonrisa en la cara al ver a Marie.

—Hola, Marie—saludó Minho alegremente—. ¿Otra vez madrugando?

—Sí—contestó ella con una sonrisa—. No puedo evitarlo.

—Así era yo cuando llegué al Claro, ¿lo recuerdas, Minho?—sonrió Ben—. Y madrugar me ha traído a ser Corredor, quién sabe a dónde te llevará a tí, Marie.

—Solo espero que no me lleve a ser Corredora—rió ella—. No me apetecería nada toparme con uno de esos bichos asesinos.

—Recuerda que solo salen por la noche—comentó Minho—.

—Da igual—se mantuvo Marie, testaruda—. Quién sabe cuando pueden cambiar las cosas.

—En eso tiene razón—rió Ben—.

—Sigue siendo una cabezadura—dijo Minho con una sonrisa.

Marie iba a responder, pero el ruido de las puertas del Laberinto la interrumpió antes de siquiera empezar.

Minho y Ben comenzaron a alejarse, Minho levantando los brazos en el aire en señal de que el Laberinto era más importante que la pelea amistosa mientras sonreía.

Marie les sonrió de vuelta y de giró para volver a su cabaña. Pensaba echarle un vistazo a su libro, el cual no había recordado empezar a leer tras el descubrimiento de las fotos.
Iba a entrar a la cabaña cuando vio a Newt a lo lejos, parecía estar corriendo hacia ella, así que esperó al chico en la entrada hasta que llegó.

—Buenos días, Marie—dijo el joven rubio sonriendo—. Venía a buscarte.

—Me di cuenta cuando te vi—respondió ella también con una sonrisa, antes de bajar la vista hacia su mano y ver que llevaba un cuchillo con él. Frunció el ceño, extrañada—¿Por qué llevas eso en la mano?

—Es para tí—dijo él tendiéndoselo.

—¿Perdona?—contestó Marie. El rubio sonrió ante su desconcierto.

—No hace falta que lo lleves tú—dijo Newt—. Pero vas a venir a tallar tu nombre en la pared de los nombres. Alby ya ha llevado a Thomas a tallar el suyo, ahora te toca a tí.

—¿La pared de qué?—preguntó Marie. Newt estaba cada vez más divertido con las expresiones de la joven.

—La pared de los nombres, todos tallamos el nuestro tras recordarlo—explicó él—. Ahora os toca a Thomas y a tí, Thomas ya lo ha hecho así que es tu turno.

—Ah vale, ya lo entiendo todo—dijo Marie sonriendo—.

—Ven conmigo, te llevaré hasta allí—dijo Newt empezando a caminar, Marie yendo a su lado.

Marie cada vez se sentía como una habitante del Claro más. Estaba el hecho de ser chica, pero ya había hecho buenas migas con Newt, Minho y Thomas, sobre todo, y ahora iba a tallar su nombre junto a los del resto.

Cuando llegaron a la pared de los nombres, Marie comprendió por completo la razón del nombre. Era literalmente una pared llena de nombres, unos más grandes, otros más pequeños, otros en mayúsculas, otros no. Cada uno tenía un estilo de letra diferente, lo que probaba lo que Newt le había dicho: cada chico nuevo grababa en la piedra su nombre tras recordarlo.

También se fijó en que algunos estaban tachados. Al principio no entendía por qué, pero al ver el nombre de Nick grabado en la piedra y tachado, se dio cuenta de que eran los nombres de los chicos que habían muerto.

Newt le volvió a tender el cuchillo a Marie, y esta vez ella lo cogió. Se acercó al muro y tras un rato, con la ayuda del rubio en algunos momentos, talló su nombre en la piedra.

Tras terminar, se dirigió al huerto junto a Newt. Les esperaba un día entero de trabajo, pero al menos a los dos les gustaba tratar con las plantas. Era entretenido, y además podían hablar entre ellos y con Zart mientras trabajaban.

Pasaron unas cuantas horas trabajando, y después hicieron la habitual pausa al mediodía. Marie se sentaba con Newt, Alby, Thomas, Zart, Chuck y Winston. Eran con los que más congeniaba, aparte de Minho y Ben.

A la chica le apenaba no poder tener a los Corredores en la mesa al mediodía, y le afligía pensar que quizás no los volvería a ver. La habían ayudado tras su llegada, eran como sus hermanos, y obviamente no los quería perder. Pero eran rápidos, ella lo sabía, y seguramente llegarían a tiempo, tal y como habían hecho los días que ella llevaba allí.

Después de comer, en contra de lo habitual, Minho y Ben volvieron al Claro. Ben se dirigió al bosque y Minho fue a charlar con Newt y Alby. Marie se quedó con Thomas, con quien empezó a hablar.

—Ya llevamos algunos días aquí y todavía no me he acostumbrado—le comentó Thomas a Marie—. Gally lleva todo este tiempo encargándose de eso.

—Yo me estoy adaptando bastante bien—respondió Marie—. Me estoy juntando con varios chicos, pero con el que más me junto es con Newt.

—Se nota que os lleváis bien—dijo Thomas—. Y si quieres mi opinión, haríais buena pareja—añadió sonriendo más con cada palabra que decía.

Marie no sabía que decir ante esas palabras. Había recordado la foto de Newt, en la que salía dándole un beso. Ni ella sabía con exactitud que sentía hacia él, pero en todo caso era una amistad muy fuerte, nada más.

—Pues me parece a mí que en este caso no quiero tu opinión—dijo Marie riendo. Thomas rió de vuelta. Se había imaginado la respuesta de la chica. Aun así no podía sacarse la idea de la cabeza, en cuanto veía a Newt y a Marie juntos por el Claro no podía evitar pensar en ellos como pareja.

Relájate, Thomas pensó el chico sonriendo. Si ella dice que no se gustan será por algo concluyó.

Lo que no sabía era qué pensaba Newt de Marie. Thomas pensó que quizás podía averiguarlo. Él también había hecho buenas migas con el rubio, y tal vez encontraría la suficiente confianza como para contárselo.

Madre mía, tengo que parar de pensar así volvió a pensar Thomas, sonriendo de nuevo. Ni siquiera sé con seguridad si Newt siente por Marie algo más que amistad.

Pero fuera lo que fuese que Newt sentía por la chica, estaba dispuesto a averiguarlo. No sabía por qué pero Marie se sentía como una hermana pequeña para él, y eso implicaba que sentía la necesidad de protegerla y ayudarla. Estaba convencido de que muy en el fondo, a Marie le gustaba Newt, a pesar de que ni ella misma se diera cuenta, y sospechaba que por parte del rubio era igual. Todavía no podía afirmar nada, pero iba a investigar al respecto e intentar hacerles acabar siendo pareja, aunque sin forzarles, claro.

----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Si, sigo viva.

Siento mucho no haber publicado nada en un tiempo pero no encontré el tiempo hasta hace unos días.

Aquí tenéis la parte 5, es un poco más corta de lo normal pero no daa para más, espero que os guste  :) <3

Maria

Love in the Glade [TMR Newt] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora