Capítulo 12

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Marie's POV

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Marie's POV

Todos nos reunimos delante de la entrada al Laberinto. Ya casi era completamente de noche, y al menos para mí, estaba claro que las puertas no se iban a cerrar.

El miedo me invadió. Ya había visto penitentes la noche que estuve en el Laberinto, y si entraban al Claro, que era lo más probable, iban a terminar con todo y con todos los que estábamos allí.

Miré asustada a Newt, que tenía el rostro tranquilo, pero en sus ojos adiviné la angustia que sentía. Si alguien lo iba a tener complicado esa noche era él, ya que la herida todavía no había sanado del todo, y al mínimo movimiento demasiado brusco que hiciese, volvería a abrirse.

Volví a mirar hacia el Laberinto y oí la voz de Thomas a mi lado.

-Todos los que podáis, id al edificio principal -indicó -. Es el lugar más seguro que se me ocurre.

El chillido de un penitente le hizo parar de hablar. Poco después, el bicho apareció a vista de todos y al vernos, empezó a correr hacia el Claro.

-¡Corred todos! -grité, y todos empezamos a correr rápidamente.

Fui con un pequeño grupo, formado por Thomas, Zart, Teresa y Jane, y nos escondimos entre la hierba más alta que pudimos encontrar. Durante unos minutos funcionó pero poco después un penitente apareció, y se llevó a Zart consigo.

-¡Zart! -grité, con lágrimas en los ojos. Me había llevado muy bien con él durante los días que había trabajado en el huerto, y verlo morir me destruía.

Thomas nos hizo señas a Teresa, a Jane y a mí de que le siguiéramos, y nosotras fuimos tras él. Dos interminables minutos después, llegamos al edificio principal y nos reunimos con los que ya estaban allí.

Minho, Alby, Chuck, Sartén, Winston, Jeff, y dos o tres más.

Mi corazón se encogió al notar que faltaba alguien.

Newt.

-Chicos, ¿donde está Newt? -pregunté alarmada, esperando que alguno de ellos dijera que estaba allí, escondido en un rincón, o algo así.

Pero no.

Nadie lo sabía. Todos miraron a su alrededor, asustados. Newt era importante para todos ellos, y era notorio que ninguno lo quería perder.

-No está aquí -dijo Minho, con los ojos como platos por el miedo de perder a uno de sus mejores amigos.

Rápidamente me dirigí a la puerta del edificio. Thomas me agarró por la muñeca, tratando de detenerme.

-¿Estás loca, Marie? -preguntó.

-¡No, Thomas! ¡Suéltame! -grité, con lágrimas en los ojos -. ¡Newt es mi mejor amigo, no voy a dejarlo morir si lo puedo ayudar!

Después de eso, sacudí la mano para escapar del agarre de Thomas y cuando lo conseguí, salí afuera.

Todo estaba lleno de fuego y destrozado, habían incluso algunos cadáveres que los penitentes no se habían tragado tirados por el suelo.

A lo lejos, localicé a Newt, que trataba de mantener lejos a un penitente usando una antorcha. Estaba funcionando, pues el fuego asustaba a la criatura, pero pronto podía llegar otro penitente, y entonces ya no lograría escapar.

Me acerqué corriendo a él, y rápidamente me puse a su lado, cerca de la antorcha, para que la criatura no me atacase.

-¡¿Qué estas haciendo aquí?! -gritó incrédulo al verme.

-He venido a ayudarte -respondí.

No le dejé contestar, lo tomé por la mano y nos alejamos un poco más del penitente, que a pesar de no seguirnos, tampoco dejó de vigilarnos.

-Newt, ¿crees que eres capaz de correr? -pregunté.

-Sí, pero se me abrirá la herida, seguramente.

-¿Sabes si había cicatrizado bien? -pregunté. Si Newt no se veía capaz de correr, buscaría otro plan.

-Jeff me dijo que gran parte ya había cicatrizado, así que si se abre será superficial -dijo.

-Bien, pues correremos -contesté -. El plan es éste, tírale la antorcha al penitente y corremos hacia el edificio principal.

-¿Estás loca?

-Sí, probablemente -contesté -. Es la única manera, Newt.

Newt no respondió. Simplemente asintió con la cabeza y unos segundos después, le tiró la antorcha al penitente, que al no tener tiempo para apartarse, ardió por completo.

Al ver la escena, corrimos rápidamente hacia el edificio principal, pero al llegar cerca vimos cómo un penitente estaba desarmando el techo, y obviamente no íbamos a entrar allí con un penitente tan cerca.

Agarré la mano de Newt de nuevo, y nos dirigimos hacia el bosque. Estaba intacto, probablemente los penitentes no habían entrado allí para evitar enredarse con las plantas.

Nos escondimos en un arbusto, y al sentarnos, miré a Newt.

-La herida se ha abierto, pero no ha vuelto a sangrar -dijo Newt.

Sonreí aliviada. Al estar abierta de nuevo podía infectarse de nuevo pero las posibilidades eran bajas, y al no volver a sangrar, no nos íbamos a tener que preocupar por el sangrado.

Nos quedamos allí hasta el amanecer. Yo dormí un poco, y cuando el sol ya salió Newt me despertó sacudiéndome suavemente.

-Ya es de día, Marie -me dijo mientras me despertaba -. Vamos a ver como están todos y quien sigue aquí.

Salimos rápidamente del arbusto y fuimos lo más velozmente posible hacia el edificio principal.

Entré corriendo, Newt detrás mía, y vi que dentro estaban sólo Thomas, Minho, Teresa, Jane, Chuck, Sartén, Winston y Jeff. Todos los demás ya no estaban. Incluido Alby.

Al verme en la entrada, Minho corrió a abrazarme, como si llevásemos toda una vida siendo amigos.

-Me has asustado, idiota -dijo entre risas -. Nos has asustado a todos.

Uno a uno, todos me abrazaron, y después a Newt. Estaba feliz de volver a verlos, y ellos estaban igualmente felices de volver a vernos a Newt y a mí con vida.

Ya habíamos perdido a muchos, entre ellos Alby, y más pérdidas iban a resultar insoportables.

Lo que estaba claro era que no nos podíamos quedar allí. Era obvio que las puertas del Laberinto no se volverían a cerrar.

Pocos momentos después salimos afuera, y nada mas dar los primero pasos fuera, apenas dejándonos ver bien todo el destrozo causado, Gally apareció, y no parecía de buen humor precisamente. Nada mas plantarse a nuestro lado, nos enfrentó a mí y a Thomas.

-¡Todo esto es por culpa de Marie y Thomas! -gritó -. Él es parte de los creadores y ella lo apoya sólo porque es su hermano -añadió, con odio.

Todos estábamos confundidos. Miré a Thomas, y vi que estaba mirando las dos agujas de penitente que habían en el suelo.

-¿Qué vas a hacer, Thomas? -pregunté. Otra de sus locuras, seguramente.

-Necesito recordar, Marie.

Thomas cogió una de las agujas del suelo y se la clavó en el abdomen.

Cogí la otra aguja de penitente y me la clavé en el vientre.

Después todo se volvió negro.

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Holaaa, aquí tenéis el capítulo 12, espero que os guste❤️

Love in the Glade [TMR Newt] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora