Love in the Glade [TMR Newt]

Capítulo 13

Thomas' POV

*flashback*

La multitud no nos dejaba pasar, y en verdad, eso era lo que yo quería más que nada. Pero mi madre estaba dispuesta a todo por salvarme, incluso si eso significase entregarme a CRUEL.

-Nunca lo olvides, Stephen -dijo ella -. Te amo, más que a nada en el mundo.

-¿Qué te va a pasar a tí? -dije yo, aunque era la versión más joven de mí la que hablaba -. ¿Vas a enloquecer como papá?

-No te preocupes por mí, mi amor -dijo mi madre, dándome un beso en la frente y entregándome a los brazos de un guardia de CRUEL -. Te quiero -dijo, desapareciendo entre la multitud.

Una vez en el tren, miré a mi alrededor, y me calmé un poco al ver que habían más niños de mi edad. En frente de mí habían un niño y una niña, los dos rubios, y tenían la misma cara. Suspue que eran hermanos, la niña se veía unos dos años más pequeña que su hermano.

Un poco más lejos había un niño de piel oscura, se notaba que era más o menos un año o dos más mayor que yo. El niño estaba mirando por la ventana.

También vi un niño que por los rasgos de sus ojos, adiviné que era originario del lugar que antes de la Catástrofe se llamaba Corea.

Hicimos una última parada, y en el tren entró un guardia con una niña y un niño. Ella era dos años más joven que yo, y él era un año mayor que yo.

Me levanté de mi asiento y fui corriendo hacia ellos, los abracé y ellos me devolvieron el abrazo.

-¿Dónde estabas, Thomas? -dijo el niño, que se llamaba Marko -. Ya nos habíamos asustado. ¿Estabas con mamá?

-Sí -contesté yo -. Creo que ya no la vamos a volver a ver -añadí con tristeza.

Al oír eso, la niña, que se llamaba Maria, empezó a llorar.

-¿Nunca más vamos a ver a mamá? -dijo entre lágrimas.

-Tranquila -dijo Marko, dándole un abrazo -. Stephen y yo te protegeremos.

Maria iba a responder, pero un guardia le impidió hablar con una orden.

-Vosotros tres, sentaros ya de una vez -dijo antipático -. No quiero tener que avisar a Janson.

No sabíamos quién era Janson, pero preferimos hacerle caso al guardia, y nos sentamos los tres juntos.

A través del recuerdo, observé al niño y a la niña que estaban conmigo, que había supuesto que eran mis hermanos.

El niño era un poco más alto que yo, tenía un año más, o sea, seis años. Era castaño, de ojos color miel, y era bastante delgado. Vestía una sencilla camiseta azul, pantalones negros y zapatillas blancas, aunque amarillenta por la suciedad.

La niña era muy pequeña, tenía tres años. Tenía el pelo rubio hasta los hombros y un poco ondulado en la puntas. Tenía los ojos marrones y vestía una camiseta rosa, una chaqueta blanca y una falda roja con unas sandalias blancas.

. . .

Stephen, Stephen, mi nombre es Stephen.

Era el único pensamiento que había en mi cabeza. Si por un solo momento pensaba que mi nombre era algún otro, me olvidaría de mi nombre real.

Stephen, Stephen, mi nombre es Stephen.

No iba a pensar que mi nombre era Thomas.