dragon queen. (house of the dragon)

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LLAMAS GEMELAS

—¿Dónde está Otto Hightower?

—Nuestros espías dicen que aún está de camino a Hightower, no ha tenido contacto sospechoso con nadie—Elena respondió, mirando entre su señora y el esposo de la misma.

—Entonces es alguien en la fortaleza—Laenor pasó su mano por el cabello de su hija con calma—, debemos descubrir quién es cuanto antes, nuestros hijos están en peligro.

—¿Qué hay de Larys Strong?—Visenya se cruzó de brazos viendo como Maegor sacudía un muñeco frente a Aemond. —No confío en él aunque haya jurado su lealtad.

—Nadie confía en él, sobrina, quizás solo su padre—Daemon puso los ojos en blanco. —Debemos eliminarlo antes de que cause problemas.

—No podemos eliminarlo sin evidencia—Laena le lanzó una mirada a su prometido, admirando por un segundo como sostenía a Aemond con delicadeza—. Además, si él es culpable debemos saber hasta dónde llega su influencia.

—Los Lannister no están de nuestro lado, eso es un hecho—Elena apretó los labios—, puedo apostar a que están con él.

—Al menos Alicent no será un problema, ¿o si?

—Para nada, Princesa, nuestra querida Reina no se ha recuperado de su recaída—le aseguró la pelirroja.

Rhaenyra asintió complacida de escuchar aquello, lo que menos quería era tener a Alicent entrometiendose en sus planes. Sus ojos pasaron por sus hijos y casi hace una mueca ante el recordatorio de que Aegon estaba con la Reina, al menos Cyrielle estaba con él para asegurarse que no sucediera nada peculiar.

—El atentado fue en contra de Rhaenyra, cualquiera hubiese ido por Laenor o por Daemon, pero dejaron en claro que solo iban contra Rhaenyra—Laena añadió después de una pausa.

—Debemos mantener los ojos bien abiertos en la corte—Visenya miró a su tío—, sobre todo en el consejo del Rey.

El Rey estaba furioso por el ataque a su preciada hija y heredera, y se mantuvo así por varias semanas hasta que Rhaenyra se recuperó de sus heridas y pudo regresar a sus tareas diarias. Laenor decidió irse a Driftmark por un tiempo y se llevó a Maegor y Helaena con él dejando a Aemond y Aegon con Visenya. Con la ausencia de su hijo mayor Aegon tomó su lugar siguiendo a su madre a todos lados, incluso a las reuniones importantes dónde jugaba en silencio o escuchaba lo que se decía. A él le gustaba cuando su madre se reunía con alguna señora importante pues siempre le regalaban dulces y podía escuchar la risa de su madre. Y aunque extrañaba a Maegor y Helaena, no se quejaba, después de todo tenía a Aemond con él y eso era suficiente.

Laenor regresó dos semanas después acompañado de su madre y la mujer se quedó por casi un mes en la ciudad. Los meses que siguieron al ataque fueron tranquilos y se aprovecharon para planear la boda de Laena y Daemon. Aquella era la boda más esperada desde la boda de Rhaenyra y Laenor. En medio de la organización, claro, los espías de la Princesa siguieron trabajando para buscar al culpable del ataque y el sabotaje a sus planes, pero cada vez que parecían encontrar algo llegaban a un callejón sin salida.

La boda de Laena y Daemon fue algo grande en Driftmark. Visenya, vestida por Elena, asistió con un vestido negro con detalles en dorado y tela roja en la falda. La parte superior del vestido se ceñía a su cuerpo mostrando todas sus curvas, y la falda caía libremente abriéndose por el medio para dejar que una tela roja se pudiera apreciar. Las mangas se pegaban a sus brazos hasta sus muñecas dejando a la vista de todos los anillos de oro que decoraban sus dedos, entre ellos uno con el sello de la casa Velaryon. El escote del vestido era recto dejando al descubierto su pecho adornado por un collar de oro y rubíes en forma de flor. Su cuello era cubierto a los lados y por detrás por el vestido, y en sus hombros se podía distinguir alas de dragón bordadas con hilo dorado y rojo. Tanto las mangas como la apertura de la falda, de ambos lados, tenían un camino de escenas de dragón bordado que asimilaba las colas de las bestias aladas. Y en medio de la parte superior se podían apreciar las cabezas de dos dragones dorados, uno más grande que el otro, que pretendían simbolizar a Vhagar y Seasmoke. Y, finalmente, su cabello había sido recogido con trenzas y una peineta de oro con un rubí en medio para que no obstruyera su rostro.