dragon queen. (house of the dragon)

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MAR SALADO, MAR DULCE

Los dolores en el vientre despertaron a Visenya esa noche, mientras una tormenta azotaba la ciudad sin piedad y amenazaba con destruir todo a su paso. Apenas se despertó con un quejido tuvo al maestre y las parteras a su lado preguntando si estaba bien. La labor de parto duró muchas horas y ella sintió que estaba reviviendo el nacimiento de Maegor una vez más. Sus gritos llenaron la habitación porque sentía como si se estuviera quemando desde adentro, sentía que su sangre estaba hirviendo y el fuego estaba a punto de quemar su piel. La tormenta no dejó de caer sobre la ciudad por la mañana y gran parte de la tarde, así que su hijo nació en medio de la tormenta, en medio de agua como todo un Velaryon. El alivio llenó a Visenya cuando por fin pudo sacar el bebé de ella y sonrió levemente cuando lo pusieron en sus brazos avisando que era un niño.

—Lucerys—susurró moviendo la manta para ver bien a su hijo.

Lucerys tenía el pelo oscuro como su abuela y dos de sus hermanos mayores, y los ojos azules de su abuela materna. Apenas abrió sus ojos para ver el mundo se convirtió en la adoración de su abuelo materno que no dejaba de decir que tenía los ojos de la difunta Reina Aemma. Sus hermanos mayores también lo adoraron, sobre todo Helaena que no dejaba de pedir llevarlo en brazos cada que tenía la oportunidad. Tanto Jacaerys como Daeron comenzaron a llamarlo Luce así que los adultos a su alrededor adoptaron el nombre y lo llamaban Luke. A sus siete meses de nacido fue subido al lomo de Vhagar y llevado a su primer vuelo por la ciudad con sus hermanos mayores y su padre. A los ocho meses fue nombrado Señor de Casterly Rock y Guardián del Occidente por el Rey dejando a Laenor como regente en nombre de su hijo hasta que este cumpliera la edad necesaria para tomar su lugar. A los nueve meses visitaron el Valle en familia para presentar al niño frente a Lady Jeyne que los recibió con gusto y Lord Royce que organizó una reunión entre su hija y Jacaerys para que comenzaran a relacionarse.

Después de todo lo sucedido con los Lannister y los Tyrell las cosas habían estado más tranquilas. Visenya hizo las paces con Lord Lyonel una vez más cuando el hombre se disculpó en nombre de su hijo menor e intentó renunciar a su puesto en la mesa del concejo, pero ella no lo permitió porque no iba a dejar que uno de sus más grandes aliados se fuera. En el puesto de Maestro de los Susurros pusieron a Lady Mysaria, la antigua amante de Daemon, y aunque en un principio había dudas sobre ella resultó ser partidaria de Rhaenyra. La mesa del concejo, finalmente, se llenó de aliados y gente que era leal a ella y eso le brindaba un poco de paz. Ya podía enfocarse en otras cosas como los Hightower repentinamente queriendo visitar a Aegon.

—Han pasado años desde que Otto fue desterrado, me parece muy extraño que lo quieran visitar ahora—comentó Daemon, sin dejar de jugar con Baela a la guerra.

—¿Hay forma de impedir dicho encuentro?—preguntó Laena mientras peinaba el cabello de Helaena.

—No lo creo, la Reina ya expresó su deseo de ver a su familia y el Rey aceptó—Rhaenyra miró a sus hijos que corrían por el jardín sin preocupación alguna—. No es Otto Hightower, pero su hermano es igual o peor que él, no los quiero cerca de Aegon más tiempo del necesario.

—Aeg—Daeron murmuró señalando al mayor que corría con los demás.

—Acompañaré al Príncipe durante el encuentro, Princesa, me aseguraré de que esté cómodo—Cyrielle le sonrió desde donde estaba en el suelo con Jacaerys y Daeron.

—Deberíamos simplemente cortar sus cabezas y acabar con esto—Daemon levantó a Baela del suelo como uno cargaría un saco lleno de patatas—, tomar control de Hightower.