XXVII.- Derek y Mieczyslaw

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Roy fue el primero en entrar a la habitación del castaño, Stiles se encontraba sentado y escuchaba de manera atenta lo que Melissa y el doctor Hiroshi le decía, al parecer el hombre lobo ya se sentía cómodo al lado del chico castaño que trajeron dos manadas desesperadas porque lo salvará.

— ¡Mitch! — gritó Roy envolviendo al otro entre sus brazos, no le importaba nada más, solo quería estar cerca de él y jamás soltarlo.

— Esta bien, estoy bien cachorro.

— ¿De verdad? ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿Sientes algún cambio? — le preguntó el otro mientras se separaba levemente del castaño.

— Todo bien, la mordida no me afectó. — miró a Amets y Dariel, quienes le sonrieron con ternura — Mi chispa me protegió de eso. A pesar de que eso también era parte de mi cuerpo no logró que el veneno de la mordida llegara a mí. — vio a los lobos — Jamás podría convertido en un lobo, la mordida es un veneno para mí.

— ¿Lo sabías? — le preguntó Derek al alfa puma. Estaba sorprendido y aterrorizado, jamás hubiera hecho algo así si hubiera sabido la verdad.

— Si. Pero no era mi papel decirlo. — le dijo Amets de manera.

— Yo les dije que no contarán esto, temía que no hubiera otra solución y solo un lobo puede morder a un lobo. — les explicó Stiles.

Derek suspiró.

— Tranquilo. Gracias por preocuparte. — le dijo Stiles mientras le dedicaba una pequeña pero dulce sonrisa.

Derek sonrió mientras negaba con la cabeza. Miró a Isaac y Matt, asintió y salió de la habitación junto con sus demás betas.

— ¿Por qué salimos? — preguntó Cora sin entender. La verdad estaba segura de que su hermano sería el primer en abrazar al Lahey, no era tonta y podía notar todo el amor que le tenía a esa chispa que era tan fiera como para dar su vida por los que amaba.

— Porque es tiempo de que su familia se quede a su lado. Nosotros somos sus aliados y aunque seamos persona importantes en su vida no tenemos el derecho de quedarnos a su lado, por ahora.

— ¿Tío Mica despertó? — le preguntó Stephan mientras sostenía la mano de Bryce, ambos habían estado bastante ansiosos desde que el castaño cerró sus ojos sin abrirlos a pesar de que lo llamaban sin descanso.

Derek se arrodillo frente a los chicos y revolvió su cabello.

— Él esta bien, pueden entrar a la habitación. Sus papás también se encuentran ahí.

— Gracias, Der. — dijo Bryce mientras se escondía levemente detrás de su hermano mayor.

Derek sonrió y dejó que los niños pasaran a la habitación.

— Eres demasiado bueno. — se quejó Jackson, nunca tenía muchas cosas que decir, pero eso le daba la oportunidad de ver todo desde lejos. Derek a veces, casi siempre, podía ser demasiado amable, cuidaba de los demás y sacrificaba su felicidad por la de los demás.

— Oh si. — estuvo de acuerdo Erika mientras asentía.

— Solo vamos a casa. Tenemos que descansar.

*

Stiles rio levemente al ver como toda su manada había tomado su forma completa y corrían a su alrededor, dos lobos corrían a su alrededor mientras que los cachorros se habían acurrucado al lado del castaño. La verdad no había visto a la manada Hale desde que salió del hospital solo veía a Isaac y Matt ya que ellos pasaban más tiempo en la mansión de los pumas que en la propia.

La chispa alfa había decidido algo con todo lo que había pasado: él estaría al lado de Derek Hale, le daría la oportunidad para crear una relación amoroso. Tal vez, él era con la persona que estaba destinada a estar. No podía negarlo por más tiempo, llevaba tiempo enamorado del lobo amargado Hale. No quería admitirlo, ni siquiera sabía cuando había caído así, tal vez fue en el momento en que lo conoció y le mostró una amabilidad impresionante, tal vez fue cuando lo tomó entre sus brazos después de que el kanima lo hiriera, tal vez fue cuando no tenía a nadie y lo apoyaba a pesar de que se había peleado con su beta, tal vez fue cuando lo aceptó al convertirse en un asesino, solo tal vez... en algún momento.

— ¿Estás bien, cariño? — le preguntó Beth sentándose a su lado, los otros humanos reían con los pumas y corrían a su lado.

— Si. Solo estaba pensando en algo.

— ¿Tal vez estabas pensando en cierto hombre lobo con una sonrisa encantadora y unos dientes de conejo bastante lindos?

Stiles rio. Esa mujer siempre sabría las cosas que pensaba, no por nada era la madre de la manada.

— Me atrapaste.

— Veo que al fin te decidiste a dar el siguiente paso.

— Si. Ya era tiempo y después de lo que me dijo en el hospital no podía seguir negándolo más.

— Me alegra que al fin te des la oportunidad de ser feliz, lo mereces.

Stiles sonrió y se recostó en el hombro de la mujer y cerró los ojos disfrutando de las caricias de su madre sobre su cabello.

Dariel sonrió ante eso, él sabía más que nadie el dolor y la carga que llevaba Stiles sobre sus hombros y el hecho de que se abriera al amor lo dejaba tranquilo porque Derek Hale era la persona adecuada para estar al lado de la persona que era como un hijo y un hermano para él. Stiles los salvó ahora era su turno de animarlo a tomas las mejores decisiones para que pudiera vivir una vida tranquila y feliz.

*

Stiles caminó de manera de tranquila hasta la puerta de la mansión Hale, antes de que pudiera tocar fue abierta por Matt quien sonrió con diversión y llamó a su alfa, que no tardó en reunirse con ellos.

— Ahora los dejo. — dijo Matt mientras entraba a la casa, pero se "escondía" con los demás detrás de la puerta de la cocina. Todos sabían lo que iba a ocurrir, Isaac y Matt se los habían contado además de que Beth les había dicho que escucharan todo para que después le contaran el chisme.

— Hola, Stiles. ¿Cómo te has sentido? ¿Todo está bien? — le preguntó Derek en cuando su beta lo dejó "solo".

— Todo bien, Derek. Hoy estoy aquí para invitarte a una cita.

— ¿Cómo? — casi termina en el piso si no se hubiera agarrado del marco de la puerta.

— Tu y yo vamos a tener una cita. — vio el reloj en su muñeca — Tenemos una reservación en el restaurante de Allén en quince minutos.

— ¿Cómo?

— Bueno, ahora ve a ponerte más guapo y no tardes. — le dijo Stiles mientras caminaba a su jeep.

Las chicas tomaron a su alfa que aún no podía salir de la sorpresa, dejó que eligieran su ropa y lo arreglaran.

— No pensé que Stiles pudiera ser más atractivo. — dijo Derek con una sonrisa boba adornando su rostro. 

Hermanos LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora