XVII.- ¿Reencuentro Alegre?

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— ¿Qué carajos? — dijo Stiles entre dientes. Esto tenía que ser una maldita broma.

— Mica...

— No. No. No.

Noah se levantó y abrazó con fuerza al castaño quien de alguna manera no se negó ante ese cariño, se sentía como el niño que nunca fue pero no podía darse el lujo de derrumbarse, sintió como si su madre lo abrazara de nuevo.

— Esta bien, respira. ¿Quieres que llame a Amets? — el castaño asintió y dejó que Noah lo soltara levemente — ¿Lo llamó desde aquí o salgo? — negó esta vez — Bien, me quedo. Es mejor que Dariel también este, ¿verdad? — asintió — Ok, dejo de hablar. — le dijo Noah mientras se acercaba a la ventana de la oficina y llamaba al alfa sin apartar la mirada de ellos.

— Explícate ahora, porque si eres mi hermano mayor tienes mucho que decir antes de que te parta la cara. — le dijo Stiles de manera seria mientras cruzaba sus brazos sobre su pecho.

— Wow. — sonrió con cariño — Has cambiado mucho, Mica. ¿Sigues cuidando a Isaac?

— No te permití decir eso, oficial. No es de tu incumbencia lo que haga con mi hermano o no, no sé quien eres y no quieres dar explicaciones.

— Yo... — suspiró — Cuando llegué al ejército estuvimos un año en pequeñas guerras civiles, nada grave pero eran desoladoras, el mundo que vi ahí no eran normales, encontré a un gran compañero, un gran amigo e incluso me enamoré de él, pero ambos nos vimos en medio de un accidente donde nuestra vida cambio. — apretó los puños a su costado — Jordan y yo debíamos de haber muerto en esa explosión pero fuimos salvados, pero no sabíamos el peso que tendríamos que soportar a partir de ese momento. — miró al otro a los ojos — Dos sabuesos de la muerte convirtieron nuestros cuerpos en sus recipientes, por alguna razón no nos borraron nuestros recuerdos pero nos convertimos en sabueso de la muerte, una criatura sobrenatural. — le explicó Camden con una mirada llena de tristeza.

— Si no borraron sus memorias, ¿por qué no regresaste?

— No sabía como enfrentarlos.

Stiles lo miró con furia y golpeo la pared a su lado.

— ¿Hace cuánto tiempo regresaste? Sé que has estado al pendiente de la vida que llevamos, sé que eras el hacker que siempre se metía en nuestros asuntos.

— Seis años.

Stiles rio de manera amarga, Noah quería acercarse pero era mejor mantenerse lejos, por el momento.

— No puede ser. — colocó su mano sobre sus ojos para luego pasarla a su cabello haciéndolo hacia atrás — Nos dejaste con ese monstruo. Camden no vengas a actuar como un buen hermano ahora. — sus ojos parecieron oscurecerse — Nos dejaste con ese malnacido, ¿sabes lo que nos hacía? A mí me golpeaba hasta sentirse satisfecho, no importaba cuanto suplicara él seguía golpeando, me rompió muchos huesos, me quemo, me destrozo y luego tomaba a Isaac lo golpeaba y lo encerraba en un refrigerador en el sótano por días, a mi me encerraba en un ataúd y me encerraba por días debajo de la tierra, muchas veces sentí que moriría. Ambos fuimos golpeados y torturados por años sin importar cuando rezáramos nadie nos sacaba de ese sufrimiento. — rio levemente — Tratamos de suicidarnos una vez, pero ese maldito no nos dejó. ¡Que ilusos éramos al pensar que nos dejaría ir! — miró al mayor pero esta vez sus ojos solo podían mostrar lo triste que estaba — Nos abandonaste, tenías que volver, eras nuestro hermano mayor. Nos dejaste a su merced y si no hubiera sino por la manada Hale y por nuestros padres Isaac y yo habríamos muerto con esa tortura y quien sabe si incluso eso no los hubiera permitido. — le dijo Stiles de manera seria, todo su cuerpo temblaba, la ira que sentía era demasiada pero detrás de todo esto había una gran tristeza y desolación. ¿Cómo pudo dejarlos? ¿Por qué no volvió? ¿Por qué no los rescato? ¿Por qué? ¿Por qué?

— Mica yo... yo no tenía idea, pensé... ¡Que imbécil fue! — dijo Camden de manera nerviosa, las lágrimas caían de sus mejillas sin parar, no podía creer que haya sido tan ciego como para dejar a sus hermanito así, pensé que estaban a salvo, que eran felices. Que equivocado estaba.

— ¡Mica! — Amets entró a la habitación junto con Dariel, el rostro de ambos estaba pálido y tenían miedo pero no de Stiles sino por Stiles.

— Escuchamos todo, tranquilo. Estamos aquí. — le dijo Dariel tomando el rostro del castaño mientras que el alfa se ponía frente a ellos y dejaba sus ojos brillar mientras soltaba un gruñido de amenaza contra el sabueso.

— No te acerques a ellos Camden Lahey. — le dijo Amets con una voz grave con tono de advertencia.

— Camden, será mejor que tú y tu pareja se reúnan con las manadas. — suspiro tratando de mantener la calma — Stiles esta muy alterado ahora y su manada tiene que cuidar de ellos, además ustedes son dos sabuesos en el territorio de dos manada. Ya hiciste enojar a uno de los alfas, tienes que reunirte bien con los demás. — le dijo Noah de manera seria. Sabía que Amets podría saltar al ataque en cualquier momento, sus instinto estaban a flote, uno de sus miembros estaba alterado y veía al sabueso como amenaza, era mejor evitar un enfrentamiento.

— Eso haré.

— Vamos a casa, Am. — le dijo Dariel a su esposo con una dulce sonrisa mientras tomaba la mano de Stiles, quien no los miraba.

El alfa gruñó una vez más y salió de la oficina junto con su pareja y hermano.

— Ahora tenemos que hablar, Camden Lahey. — le dijo Noah de manera seria mientras se sentaba detrás de su escritorio. 

Hermanos LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora