XXXI.- Contraseñas

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Derek gruñó cuando una bala impacto contra su pata. Había encontrado algunos betas de la manada de Satomi que habían ido por el partido de lacrosse, estaban en el bosque huyendo de algunos mercenarios y se acercó a ayudarles para llevarlos a un lugar seguro pero no se imaginó que era un trampa. Ahora él y dos de los betas corrían por sus vidas entre la lluvia de balas hacia ellos.

— Alfa Hale, ¿estamos lejos? — le preguntó Brett cargando a su hermana apenas consciente gracias a las heridas que tenía.

Derek solo gruñó y siguió avanzado.

— Para ser el futuro novio de Mitch eres bastante descuidado. — le dijo Breaden saliendo detrás de un árbol y disparando con maestría.

— Oye, no insultes a mi hermoso lobo. — le dijo Stiles haciendo lo mismo mientras secaba el sudor y la sangre que escurría por su frente.

Ellos dos habían salvado ya a diez sobrenaturales y los habían llevado a un bunker seguro del castaño donde solo podrían entrar ellos gracias a un hechizo que puso.

— No lo insulto, pero pensé que con algo tan obvio no caería en la trampa.

— Se dejó llevar por sus instintos.

Ambos seguían "discutiendo" mientras asesinaban a los mercenarios que no tardaron en caer todos. Ahora Derek podía ver lo letal que era su compañero y le encantaba, pero también entendió lo duros que podían ser los mercenarios y sabía que las cosas solo se complicaría, además de que tenía un mal presentimiento.

— Eres el Alfa Stilinski. — dijo Brett con alivio. Él había escuchado maravillas de parte de Satomi y de Liam así que estaba agradecido porque el castaño lo rescatara.

— Vamos cachorros, los llevaremos a un lugar seguro y ahí trataré sus heridas. — les dijo Stiles con una leve sonrisa calmando a los lobos.

— Yo seguiré cazador imbéciles. — le dijo Breaden mientras recargaba su arma y sonreía con diversión.

— Había olvidado lo mucho que te gusta cazar a estas escorias. — dijo Stiles mientras negaba con la cabeza.

— A ti también te gusta, Mitch. A mi no me engañas.

Stiles rio levemente y se alejó con los lobos.

*

Lydia tomó aire frente a su portátil, detrás de ella estaba Aiden y frente a ella estaban Cora y Allyson. Ellos estaban para proteger a la banshee ahora que estaba tratando de descifrar las contraseñas para las siguientes dos listas.

— Tengo un mal presentimiento, siento que esto no nos va a gustar. — dijo Lydia algo nerviosa. Las voces hablaban con ella y ya había hecho las paces con ellas, pero las cosas que susurraban solo eran fragmentos de horror que no quería volver a escuchar.

— Tranquila, todo estará bien. Podemos solucionar cualquier cosa, ya vencimos a muchos monstruos y estos son humanos. Podemos hacerlo. — le dijo Allyson tratando de relajar a su mejor amiga.

Eso pareció funcionar porque la pelirroja cerró sus ojos y a los segundo comenzó a picar teclas de manera lenta.

— Mierda. — susurró Aiden al ver lo que su novia había escrito.

— ¿Qué? — preguntó Cora acercándose al ver la clave.

Camden.

Lydia no abrió los ojos y solo fue al final de la segunda lista para empezar a teclear de manera lenta dejando a los demás helados al ver el segundo nombre.

— Las banshee son heraldos de la muerte. Esto no me gusta nada, tenemos que avisarles a los demás. — dijo Cora nerviosa al ver el segundo nombre. Se alejó para tomar su celular, tenía que reunir a la manadas.

Lydia abrió los ojos con temor y quiso llorar al ver los nombres y más el segundo.

Mieczyslaw.

— Tenemos que irnos. — dijo Lydia aferrándose a la mano de su novio.

*

Stiles se encontraba acariciando el rostro de Lori, la hermanita de Brett cuando Lydia y los demás entraron al bunker angustiados. Liam frunció el ceño, él se había quedado al lado de sus amigos junto con Theo que no se separaba de su novio.

El castaño se levantó, no era un lobo, pero sabía que había algo malo en los chicos.

— ¿Qué pasó? — miró a la pelirroja que se veía bastante alterada — Lograste descifrar las claves. — no era un pregunta — ¿Qué nombres son? — Stiles ya lo sabía, sabía que eran nombres de la manada, algo se lo dijo desde el momento en que Breaden le mostró las listas.

Derek se acercó al escuchar eso, no le gustaba como estaba sus betas y menos las miradas que le dirigían a su luna. Así que tomó la mano de Stiles con fuerza.

— El primer nombre es Camden. — dijo Aiden.

— Eso puede ser porque mi hermano murió antes de que el sabueso tomara su cuerpo, no significa que va a morir. — les sonrió levemente — Tranquilos, todo puede tener una explicación lógica y ya hemos evitado la muerte más de una vez. — les dijo Stiles como consuelo.

— El segundo nombre... — trato de decir Cora, ella era fuerte pero también era muy sentimental con las personas que amaba y le aterraba perderlas de nuevo.

— Es tu nombre. — le dijo Allyson entregándole la lista con su nombre hasta arriba.

Stiles tomó la hoja y no se centró en su nombre sino en los de las dos manadas, con esas dos listas podía ver que casi todos los miembros de sus manadas estaban ahí. Pero antes de hacer algo tenía que calmar a los chicos para poder decirles a los demás.

— Yo también estuve cerca de morir hace unos meses. Esto no significa que voy a morir.

— Stiles. — todos miraron a la pelirroja — Las voces... ellas.

El castaño tomó a la pelirroja por los hombros.

— Sí, Lyds. Eres un heraldo de la muerte como mi hermano y Jordan, pero no predices las muertes y si lo haces aún así podemos evitarlas, ya lo hemos hecho. Por el momento tenemos que concentrarnos en las vidas que tenemos en nuestras manos, no nos falta encontrar a muchos sobrenaturales y luego podremos asesinar a los mercenarios. Breaden y yo sabemos que hacemos, ¿si? — le habló Stiles con dulzura, la cual calmó a la mayoría.

Derek estaba ansioso, no podía pasar de nuevo por eso, pero su chico tenía razón y tenía confiar en que estarían a salvo. 

Hermanos LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora