XXXIII.- Asher Martin

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— ¿Tengo un hermano? — se preguntó Lydia mientras se acercaba al pelirrojo con curiosidad.

— Así es, querida. Solo que eras muy pequeña cuando tuve que alejarme. — le dijo Asher mientras revolvía su cabello.

— Pensé que Mica y tú ya no hablaban. — le dijo Dariel más tranquilo mientras acariciaba el cabello de sus cachorro que yacían dormidos sobre sus piernas.

Las manadas y el banshee se encontraban en la mansión de los pumas. Stiles. Derek y Noah se encontraban en el hospital, les habían dicho que las heridas del castaño no eran graves, pero iba a necesitar una pequeña cirugía así que los Hale se quedarían. Camden estaba de camino al hospital junto con Jordan.

— Eso quisimos hacerles creer a Spencer, él jamás hubiera hecho su movimiento si sabía que Michie y yo seguíamos en contacto.

— ¿Cuándo viste esto? — le preguntó Amets.

Los Hale no entendían nada de lo que estaban hablando, no entendían ni un poquito.

— La última vez que nos vimos, cuando pensamos que habíamos acabado con el nogitsune.

— ¿Cómo que viste esto? ¿Puedes ver la muerte de alguien? — le preguntó Lydia sorprendida.

— A veces puedo ver el futuro, querida. Pero no siempre, es algo que no puedo controlar. Desde el momento que vi eso Michie y yo hicimos un plan y todo resulto bien.

— Ustedes dos juntos son una pesadilla, piensan demasiado similar. — se quejó Enzo soltando un suspiro.

— Los genios nos entendemos. Ahora no estén tan preocupado, nadie murió bueno... Spencer, pero él iba a morir. — se sentó al lado de Roy mientras revolvía su cabello. El menor frunció el ceño, pero no se alejó del toque.

Elyan suspiró molesto.

— Martin, creo que debes de explicarle a tu hermana qué es lo que paso. — dijo Lucián al ver que su esposo podría golpear a uno de los dos.

— Sí. Lo siento. — miró a la banshee — Tengo veintiséis años, cuando me fui de casa tenía unos seis años, tú todavía no nacías. La abuela fue quien me sacó de ahí, te conocí dos años después, eras una bebé hermosa.

— ¿Por qué te llevo la abuela?

— Mis poderes de banshee. Me desperté como uno a esa edad y la abuela sabía que mamá me trataría de encerrar como a ella.

— ¡Mamá jamás haría eso!

— Tal vez no ahora, pero antes mamá era una mujer de mente cerrada y no quería aceptar de lo que era capaz. Es muy extraño que nazca un banshee hombre, mis poderes son más poderosos que los tuyos así que la abuela me llevó lejos con su hermano, nuestro tío abuelo Nathaniel. Era un buen hombre y me crio en Canadá.

— ¿Y nuestros padres lo permitieron?

— Si. La abuela les dijo que tenía una enfermedad delicada y los doctores le dijeron que lo mejor para mí era el clima frío, ella los convenció de que estaría bien solo y por eso vine algunas veces cuando eras niña.

— No lo recuerdo.

— Eras muy pequeña, hay muchas cosas que olvidaste. No regrese porque la abuela empezó a tener episodios muy fuertes y mamá la encerró en Eichen. Yo no volví al pueblo y me quedé con Nathaniel hasta que murió. Él también era un banshee así que me enseñó todo lo que se.

— ¿Mamá y papá lo saben?

— Nah. Ellos trataron de mantener el contacto conmigo, pero solo les informé de lo básico para que no quisieran ir a buscarme y traerme de regreso.

Hermanos LaheyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora