"Yamatonokami Yasusada y Kashuu Kiyomitsu... Ni siquiera me está mirando..."
Una vez más estuvo en el cuarto un sentimiento de pena lo invadió, la mujer parecía un muerto en un ritual de sepulcro totalmente inerte en el ofuton, dejo su espada a un lado y se acercó a ella poniendo la cabeza sobre su pecho, escuchando muy muy levemente sus latidos, no parecía que fuera a despertar pronto, quien sabe cuánto tiempo estuvo aguantando el frío y la lluvia, probablemente quería pedir auxilio y no pudo hacerlo por miedo a que la mataran, continuó ahí recostado sobre su pecho preguntándose varias situaciones en las que la mujer paso en el exterior, si tenía agua o comida, si alguien pudo haberla atacado ya que estaba muy lastimada y en realidad no pesaba mucho, era frágil y ligera, mantuvo su cabeza en su pecho un poco más invadido por un sentimiento agradable, se sentía cómodo y podía catalogarlo como estar acomodado en una nube fría pero suavecita.
Unos pasos se acercarían a la puerta y posteriormente a abrirla.
- Yasusada, el amo me dijo que...¿Que estás haciendo? . - consultó Kiyomitsu algo perturbado al ver a su hermano.
- ¡Ah! ¡Kiyomitsu yo estaba...!- comentó nervioso por ser descubierto. - solo verificaba que su corazón palpitara...
- Pues se ve como otra cosa... - comentó apenado, cerro la puerta y se acercó a su abochornado hermano y mejor amigo mirándolo seriamente. - ¿Porque no me dijiste nada?.
- el maestro nos dijo que él se iba a encargar, está situación es bastante seria, pensé que estaba muerta. - miró hacia su costado, la mujer inconsciente le daba un profundo sentimiento de melancolía pero también uno de alivio, saber que estaba bien de algún modo alegraba a su corazón.
- Ahhh, pero, ¿Que pasa si se trata de una espía de la armada retrógrada?. Sabes que entonces tendríamos que matarla ...
- Creo que no es así... Es una corazonada. - expresó mirándola con tranquilidad. - difícilmente la armada retrógrada atravesaría el bache entre los años 1900 y 2205, eso solo muestra su debilidad.
- Ya veo. - sonrió, él también lo percibía - imagino que ha de tener un nombre bonito como ella.
- ¿La consideras bonita? - le observó con gracia.
- ¡Claro~! Alguien bonito como yo reconoce a las personas bonitas. - expresó con aire coqueto, luego cayó en cuenta de a qué venía. - Cierto, el amo dijo que tratemos de que Houchou Toushirou no entre a este cuarto.
- ¿Porque? - le miró curioso.
- Porque si ésta mujer despierta lo primero que hará será cortejarla olvidando su estado. - Kashuu Kiyomitsu no pudo evitar un escenario donde el pequeño Houchou Toushirou se arrodillaba a pedirle matrimonio a una mujer que no conocía, perturbandolos a todos. - Tokugawa Ieyasu era así, es normal que éstas cosas se peguen.
- Sería muy aterrador... - Yamatonokami rió al imaginarse la situación junto a su hermano, una conversación haría más alegre la espera, la temperatura empezó a bajar debido a la lluvia fría que se azotaba en el exterior
En cierto momento ambos hermanos estaban tan inmersos en su conversación que no notaron cuando la mujer comenzó a moverse, al principio solo movió sus ojos oscuros a todas partes y poco a poco se fue dando vuelta, su mente estaba dispersa en la bruma, tenía mucho frío y sentía la necesidad de esconderse sin entender sus alrededores.
- Creo que sería ideal... - un sonido extraño se escuchó detrás suyo haciéndolo voltear. - ¡¡¡¿Eeeehhhhhhh?!!!!.
Alarmado junto a su hermano se puso de pié, la mujer parecía un gusano arrastrándose de manera torpe hasta la puerta, moviendo sus manos como si fueran tentáculos revelando que no tenía coordinación ni siquiera para desplazarse , en cierto momento intento ponerse de pie de manera ridícula moviéndose de lado a lado bajo la mirada impactada de ambos hermanos, algo que no le duró mucho ya que cayó de lado siendo sujetada por Yamatonokami que había salido de su impacto al verla casi caer.
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°•°Bajo la sombra del Cerezo°•°
De TodoUna mujer llega a un lugar extraño donde habitan muchos hombres, no hay mujeres, ni una sola, todos nacidos del alma de sus espadas trabajan arduamente bajo las órdenes de su amo a quien estiman y realmente valoran, escondida bajo la sombra de un ce...