"Shishiou"
Tras brindar los cuidados necesarios Saniwa indico a Shishiou encargarse las próximas cuatro horas de su cuidado, debía mantenerla caliente y cada tanto revisar el estado de sus manos y pies para que perdieran ese color azulado, inclusive había indicado que en cuanto recuperara la consciencia hiciera llamado de inmediato para investigar, pronto se puso un cartel para que nadie entrara a la habitación de cuidados ya que se iba a transferir su ubicación a otro cuarto.
Pasado un rato se sentó cerca de la mujer a leer unos antiguos escritos de la era Heian, mismos que fueron hechos de la mano de su antiguo amo Minamoto no Yorimasa, donde relataba la belleza de la época durante la primavera, habían pasado más de mil años y aveces le ganaba la nostalgia al extrañarlo tanto, volteó para mirar a la mujer que se mantenía inactiva descansando de lado, no parecía que fuera a despertar pronto.
Vió como en su frente y nariz había un par de cabellos molestos y con muchísimo cuidado los removió de su cara para más comodidad y retomó su lectura, solo deseaba que las cuatro horas pasarán rápido para poder ir a comer... ¿La chica tendrá hambre?
Pasan unos minutos más, sale de la habitación, vuelve a entrar, vuelve a leer, estar inactivo era algo sumamente aburrido; vuelve su vista a la mujer y se acerca para observarla mejor, era muy bonita, sus ojos parecían grandes y su cabello aunque estaba algo enredado dada un buen contorno a su rostro, era lizo pero con bonitas vueltas en el frente, como si estuvieran decorando sus mejillas pálidas, se acerca al mueble, toma un peine y desde la punta de su cabello lo empieza a cepillar para pasar el rato, tenía rastros de polvo y suciedad, pero era oscuro, suave y bonito aunque estuviera algo descuidado, de todos modos solo está perdiendo el tiempo en algo , avanza un poco hasta medio cabello y continua cepillandolo con cuidado.
- Es como acariciar un gato...— susurra sonriente y continua con su labor, manteniéndose alerta por si la mujercita despierta, ¿Cómo llevo a la ciudadela? ¿Cuánto llevaba ahí abajo? Peor aún, ¿Cómo pudieron ellos ser tan descuidados de no verla entrar?, esto le preocupa, deben esforzarse más por proteger el recinto.
Termina de cepillar su cabello y nota que tiene algo de polvo en sus manos, sale un momento de la habitación y cierra la puerta por fuera para evitar que alguien entre, solo va a lavarse y luego volverá, da una caminata por el jardín hasta llegar a uno de los baños y se lava las manos, sin prisa, de todos modos esa mujer no va a despertar, así que puede estar tranquilo, sin embargo a lo lejos vé co.o todos sus compañeros están reunidos en la sala de juntas donde el Saniwa finalmente entra y cierra la puerta, ¿Que sucederá?.
....
Saniwa observa como todos sus guerreros se reúnen frente a él reverenciando su presencia, él devuelve el saludo con una sonrisa sutil y continua con lo planeado.
- Ha ocurrido algo recientemente... Hemos encontrado bajo el suelo de la residencia a una mujer extraña.
- ¿Cómo dice? - susurra Tombokiri.
- debe ser una broma, el maestro es muy bromista - supone Shokudaikiri, el encargado de la cocina y antiguo sirviente de Masamune.
- ¿Será un infiltrado de la armada retrógrada? - se cuestiona Kiyomitsu, poniendo la mano sobre su espada.
- ¿Deberíamos matarla? - susurra Doudanuki , pensando en que deberían hacer.
- Por favor, no tomen medidas drásticas, Hace poco, Shishiou y Yamatonokami encontraron a esta mujer congelandose por el mal tiempo, su condición es delicada y no puede levantarse ni reaccionar. Por eso, por favor les pido que estén al pendiente, no sabemos cómo llego aquí o si es una espía, por ahora, quiero que cada que tengan oportunidad la supervisen hasta que reaccione y sea capaz de usar sus cinco sentidos.
- ¡Maestro! ¿P-Podemos verla? - consultó curioso el joven guerrero Houchou, la antigua daga de Tokugawa Ieyasu.
- Shishiou está cuidando de ella en el salón de cuidados. - baja su mirada y voltea hacia la puerta del salón de juntas, no sabía si su primera reacción sería lastimarla - no creo que sea convenient... - se percata de que el joven Houchou ya se había ido - ¿Eh? ¿Houchou?.
- Se fue en cuanto le dijo donde estaba... - comenta Ichigo Hitofuri, el único Tachi de Awataguchi Yoshimitsu, hermano mayor de Houchou.
Saniwa siente un escalofrío y suspira, Houchou aunque tenga el cuerpo y mentalidad de un niño de al menos trece años tenía una particular característica de su amo anterior, no puede ver a una mujer sin buscar oportunidad de cortejarla, no puede evitar ver un escenario en su cabeza del niño cortejando a alguien , en apariencia, mayor que él. Esto sin duda despierta inquietud en él.
- Vayan por él, no lo dejen hacer una locura.- expresa estresado el Saniwa
...
Shishiou había regresado a la habitación de cuidados hace un rato, ahora leyendo un libro de cuentos que ya tenía en su cuarto para pasar el rato, le gustaría al menos tener a alguien con quién hablar mientras espera el cambio con Yamatonokami Yasusada, aveces cuando permaneces estático en el tiempo, lo único que buscas es que pase rápido, oye pasos afuera y de manera estruendosa y nada sutil la puerta de abre dejando ver al pequeño Houchou Toushirou con ojos brillantes y curiosos ignorando la presencia de Shishiou y entrando como perro por su casa al ver a la mujer.
— ¡Oooh! ¡Parece una muñeca! — expresa con admiración acercándose a ella, admirando su rostro y cabello.
— ¡Oye Houchou!— Shishiou molesto le llama la atención — ¡No hagas eso!¡ Deja que duerma!.
— Pero quería verla con mis ojos, es tan bonita, parece una muñeca de aparador. — toma un poco la mano de la mujer quitándose la tela que tenía percatandose de su estado — incluso está fría como un maniquí.
— ¡Está enferma, no seas atrevido y sal!.— alza un poco su voz empujándolo fuera del cuarto.
Saniwa se acerca a la habitación y mira seriamente a Houchou, entiende que sea un niño y que sea muy activo, pero aveces se deja llevar demasiado y termina por hacer desastres, indica a Shishiou un cambio y manda a llamar a Yamatonokami Yasusada para su cuidado, habían pasado solo dos horas desde que Shishiou la estaba cuidando pero era mejor un cambio constante para detener a Houchou y no perder el tiempo de sus guerreros espada, se acerca a la mujer inconsciente y sumerge la mano descubierta en la manta para evitar el frío percatandose de que Shishiou había quitado los nudos de su cabello , como siempre Shishiou era muy amable.
Revisa sus pies y manos un segundo, ya no están azules, pero el letargo permanece y su piel estaba fría, Saniwa voltea hacia el mueble y toma otra manta y la coloca sobre la señorita esperando que el flujo sanguíneo mejore una vez que su cuerpo vuelva a entrar en calor , mientras hace esto Yamatonokami entra al cuarto en silencio.
— Yamatonokami, te la encargo. — expresa Saniwa acercandose a la puerta de salida.
— no se preocupe, confíe en mí.
Tras esto da un último vistazo a la mujer y finalmente se retira agradeciendo a Shishiou una vez más por su trabajo.
ESTÁS LEYENDO
°•°Bajo la sombra del Cerezo°•°
AcakUna mujer llega a un lugar extraño donde habitan muchos hombres, no hay mujeres, ni una sola, todos nacidos del alma de sus espadas trabajan arduamente bajo las órdenes de su amo a quien estiman y realmente valoran, escondida bajo la sombra de un ce...