7 - Dia Libre

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Crowley escuchó sonar el despertador de Aziraphale y lo apagó rápidamente, maldiciendo en silencio lo espantoso que era ese sonido. Se desperezó un poco y miró a Aziraphale quien no se había despertado aún. "Lo hice a tiempo" pensó celebrando. Miro el reloj de la mesa de luz viendo que eran las ocho de la mañana, no habían dormido lo suficiente. 

Se debatió qué hacer, parte de él quería despertar a Aziraphale y pasar el día de esa manera, la otra quería dejarlo descansar más tiempo.

Decidió dejarlo dormir un poco más, no quería hacer eso todo el día, pero tampoco era justo para Aziraphale que parecía haber dormido realmente poco. Se sentía extraño estar nuevamente en un apartamento que no era el suyo. A esta hora Beel estaría detrás de la puerta de su habitación, esperándolo con las cosas que debían hace. Rara vez pedía un día libre, solo descansaba cuando estaba enfermo o en su celo y a veces si sus obligaciones eran demasiado importantes para esperar, posponía cualquiera de esas dos cosas, aunque no fuera saludable para él.

- Espero que Beel se tome el día libre también.

Murmura para sí mismo, Beel y él compartían la misma adicción al trabajo, haciendo que a veces Anathema los obligará a descabezar a ambos, aunque ellos no quisieran. Y últimamente estaban todo el tiempo alertas y eso les consumía bastante energía. Miro a Aziraphale y con su mano delineo las ojeras que tenía preguntándose si Aziraphale también pecaba de no saber cuando detenerse.

- ¿En qué travesura te metiste? - Ríe mientras acaricia su mejilla y poco a poco se mueve hacia sus labios - Vaya que tienes sueño pesado - murmuró riendo de que no parecía causar ningún efecto ninguna de sus caricias -

Se escuchó un ruido de autos bocinando con fervor, seguramente por la hora pico en la que estaban, que fue lo suficientemente fuerte para provocar que Aziraphale se moviera un poco despertándose. Crowley maldigo el maldito edificio en el que vivía Aziraphale, con el sueldo que le pasaba, Gabriel seguramente podría vivir en algo más decente, hasta con su sueldo de enfermero solamente podría costearse algo que no tuviera paredes de papel. Por un momento la idea de llevárselo a su hogar pasó por su cabeza, pero descarto la idea por razones demasiado obvias.

- Buenos días - dice Aziraphale algo apenado al darse cuenta de que aún estaba encima de Crowley -

- Buenos días - siente que Aziraphale se va a levantar y lo detiene - descansa un rato más.

- Quiero aprovechar el día - dice quedándose un momento acostado en su pecho-

- No lo vas a aprovechar si estás cansado - acaricia el rebelde cabello de Aziraphale -

Aziraphale quedó pensativo un momento. No estaba tan cansado para seguir durmiendo, pero tampoco tenía energías como para hacer alguno de los ejercicios que practicaba, ni siquiera sabía si tenía frutas después de la limpieza que hizo Gabriel.

- Tengo hambre - culmina diciendo para poder levantarse, pero nuevamente Crowley lo detiene - Crowley quiero levantarme - dice ya algo molesto -

- Me gustaba más como me hablabas a las tres de la mañana - bromea -

- No me recuerdes eso por favor - dice avergonzado - ¿no hay forma de que no me molestes con eso?

- Para tu conveniencia soy experto en sobornos - dice traviesamente -

- Ahora que sé tu trasfondo, eso pasó de ser algo ingenioso a algo preocupante.

Crowley ríe acercándose a Aziraphale y besándolo. Aziraphale lo correspondió sabiendo que algo como eso era lo que quería Crowley. 

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