17 - Nuestras propias decisiones

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Aziraphale despertó con su ya habitual peso encima, desde su confesión sacar de encima las manos de Crowley había sido una tarea titánica; sin embargo, la dificultad estaba en que él tampoco estaba oponiendo mucha resistencia.

Sintió la respiración de Crowley en su nuca y un agradable escalofrío recorrió su cuerpo, habían pasado dos días desde su cita y aún no le había dicho nada sobre lo que paso con Hastur, estaba disfrutando tanto del fin de semana que prefirió guardarlo para luego sabiendo que Crowley entraría en paranoia total en el momento que lo hiciera y la verdad no lo culparía, si fuera posible no quería volver a vivir esa experiencia.

Se dio la vuelta para abrazar a Crowley y disfrutar un rato más de la mañana. Sintió la mano de Crowley acariciar su cuello, por un momento el recuerdo de Hastur lo invadió y causó repulsión.

- ¿Te molesta que haga eso? - pregunta somnoliento Crowley dejando de acariciar el cuello de Aziraphale -

- Lo siento, ¿te desperté? - preguntó algo culpable al notar que había largado feromonas con cierto rechazo -

- Tu abrazo lo hizo - se tiró sobre Aziraphale inmovilizando completamente - ¿No te gusta que toque tu cuello? - repitió la pregunta -

- No estoy acostumbrado a que me toquen esa zona - se excusó rápidamente - me pongo alerta inconscientemente.

- Sé que no me conviene decirlo - Crowley se levanta un poco para estirarse - pero sé que el calor de todo lo del otro día tal vez te hizo decirlo. Pero si cambiaste de opinión sobre morderte - termina de levantarse - puedes decírmelo.

- No me estoy arrepintiendo - dice ofendido -

- Solo digo que puedes hacerlo si quieres - le ofrece su mano para levantarse y Aziraphale la acepta - ¿me gustaría que lo hagamos? Por supuesto, no voy a mentirte al respecto. Pero luego de todo lo que hemos hablado, la verdad - se acercó a besarlo - puedo vivir perfectamente sin eso. Confío en ti completamente, no necesito que me lo pruebes de ninguna manera.

Aziraphale también lo beso, sin embargo, se quedó pensativo sobre lo que dijo Crowley.

- ¿Completamente? - pregunta Aziraphale con duda-

- La duda ofende - Crowley se separa para buscar algo con qué vestirse y poder desayunar - ¿Algo que quieras confesar? - pregunta en tono pícaro -

- Tal vez - dice Aziraphale sintiendo que era hora de decirle y atenerse a las consecuencias -

- mmmm... - se acerca juguetonamente - ¿Qué tiene para confesar? - bromea Crowley buscando con sus manos el trasero de Aziraphale - ¿Quieres que te castigue por eso?

Aziraphale se vio tentado a volver a aplazar la charla sobre Hastur, pero ya había caído todo el fin de semana en sus tentaciones y era una charla importante.


- No puedo creer que me ocultaste esto, dos días - camina molesto por la sala - ¡DOS DÍAS!

- No te lo oculte - tomó su chocolate caliente - solo me distraje - susurra avergonzado -

- ¿Te distrajiste? - responde alterado notando de que hablaba - no puedo creer que voy a decir esto, pero entre todo lo que pasó el fin de semana y decirme algo tan importante ¿No te parece que estuviste priorizando mal las cosas?

- No - responde avergonzado, pero sin ninguna duda -

Crowley le quedó viendo sorprendido de que había creado a un monstruo que prefirió tontear todo el fin de semana en vez de decirle algo tan importante como que había pasado parte del viernes lidiando cara a cara con Hastur, algo que además le pidió específicamente no hacer.

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