6 - Niñeras

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Gabriel estaba en un serio predicamento ahora mismo. Había tenido que lidiar con muchos problemas en su vida y muchos de ellos siempre correspondían a la misma persona. Cosa que a veces lo cansaba enormemente.

Subió furioso los nueve pisos que poco a poco solo lo agotaron haciendo que su mal humor fuera disminuyendo, llego al apartamento de Aziraphale agotado y abrió con su llave. Al entrar noto un montón de libros junto a papeles en el piso. También había cantidades exageradas de frutas cocidas, casi pareciendo que un científico loco las hubiese atacado. Además, vio en la cocina bastantes cosas para ser fregadas; la basura, aunque fuera aún poca ya estaba acumulada y un montón de ropa para ser lavada.

- Odio, cuando pasa esto - suspira acercándose a la puerta de la habitación de Aziraphale para abrirla, encontrándose con que esta estaba cerrada, mira con mala gana el cerrojo de la puerta - Aziraphale abre.

No recibió ninguna respuesta.

- Aziraphale sé que estás adentro y no me iré, hasta que abras.

Nuevamente, no había ninguna señal de que fuera abrir. Resoplo volviendo su mal humor. Se sentó en el sofá para pensar sus opciones y sintió un olor peculiar.

- Vaya, no era necesario que marcara así el lugar ¿Qué es un animal en celo? - dice al reconocer el olor de Anthony. Solo por sentir que tenía el control de algo lanzo sus feromonas borrando todo rastro de cualquier otro alfa. Luego de hacer eso se sintió bastante infantil -

Miro alrededor nuevamente calculando la situación, basándose en la suciedad y en que Aziraphale no quisiera hablarle aún, sabia que iba a ser una mala noche.

- Hacía mucho que esto no pasaba - se dice cansado -

Se levanta rendido a que Aziraphale abriera pronto, comenzando a levantar los libros y los apuntes que había en el suelo. Los observó y todos tenían que ver con la siguiente operación que harían, "ciertamente Aziraphale estaba poniendo todas sus energías en esto" pensó preocupado . Ordeno todo en la mesa donde siempre encontraba sus materiales de estudio. Luego de eso abrió las ventanas para ventilar un poco el apartamento. Prosiguió por tomar la ropa que estaba acumulada en un canasto y programo un lavado. Luego de eso se dedicó a ver que fruta podía aún ser usada para algo comestible y cuál estaba tan maltratada que solo podía tirarse. Una vez término con eso, fregó todo lo que estaba en la cocina, reviso la heladera tomando la comida que hubiera para tirar y volvió a bajar nueve pisos para sacar la basura. Antes de volver a subir, compro nueva fruta y comida china de un lugar que estaba cerca. Cansado volvió a subir con todo y termino de dejar en orden el apartamento, cada tanto, estando atento a la puerta de la habitación de Aziraphale. Seguía molesto de que no saliera. Por un momento, se preguntó porque no podía ser tan fácil como cuando hablaba con Beel, que si esta estaba molesta simplemente lo decía. Y sin darse cuenta cuando lo hizo saco el celular y fue hacia la casilla de mensajes.

- Oye, disculpa la hora, sé que nos veríamos el jueves, pero ¿es posible vernos mañana?

Luego de escribir eso, Gabriel se sintió un poco infantil nuevamente, pero si seguían con el acuerdo, esto sería algo que ella debería saber, convenciéndose a sí mismo que esa era la razón por la que le escribía. Siente su celular sonar y lo revisa

- Hola, solo podría en la madrugada a eso de las 6 am ¿Sucede algo? - contesto Beel -

- Perfecto... algo sucedió, pero quiero hablarlo en persona - Iba a mandarlo, pero se dio cuenta de que a esa hora no habría cafeterías abiertas - ¿Puede ser en mi apartamento o en el tuyo? No creó que tengamos cafeterías abiertas.

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